Emilio y Joaquín - El corazón nunca se equivoca

El corazón nunca se equivoca - [Capítulo 19]

Habían pasado ya 2 semanas de aquella noche que en realidad se sentían como años. Dos semanas en las que el pobre Joaquín se sentía por los suelos y también dos semanas en las que Emilio y Gael no dejaban de textear y salir a lugares para conocerse más. Por tanto, durante todo ese tiempo los chicos no habían tenido absolutamente ningún tipo de contacto.
Era lunes y después de las largas vacaciones por fin regresaban a las grabaciones de la serie, lugar dónde después de tanto tiempo se volverían a ver.

*Narra Joaquín*

¡Por fin lo veré! Me siento emocionado y también un poco nervioso. Ya no puedo estar sin él, necesito verlo y saber que ha pensando o como se siente.
Bajaré a desayunar algo ligero, la verdad no tengo mucha hambre. Después subiré para arreglarme y verme lo mejor posible para él, lo amo demasiado y no quiero dejarlo ir. Esperemos que estas semanas nos hayan servido a ambos porque lo necesito tanto en mi vida y sé que él a mí en la suya también.

*Fin de narración*

9:45 a.m y el pequeño ya se encontraba en el camerino, fué el primero en llegar así que obviamente estaba solo, sentadito y con los nervios de punta.
Escuchó como la puerta se abría, sin embargo trató de ignorar para evitar verse tan intenso.

-E: Buenos días -Dijo Emilio relajado entrando de la mano del joven bastante atractivo-.
-J: ¿Es enserio? -sollozó-.
-E: Seguí tu consejo. Gael, él es Joaquín, mi ex. Joaquín, él es Gael; un amigo-respondió de lo más normal-.
-J: ¿Y por eso lo traes a grabaciones y lo tomas de la mano? ¡Vete al diablo! -contestó exaltado con un nudo en la garganta y a su vez abandonando el lugar-.
-Gael: Te quiere muchísimo -dice cabizbajo-
-E: Lo sé, pero no hay vuelta atrás. Sé que tú también desde hace tiempo me quieres muchísimo, esto es una oportunidad para nosotros y también para él, sé que encontrará a alguien que valga la pena. Solo nos queda esperar que todo esto sea para el bien de todos.

Las grabaciones estuvieron un poco incómodas por no decir que tensas. Pobre Joaquín, cada minuto que pasaba se iba tan lento. Lo único que deseaba en ese momento era abandonar aquel lugar y encerrarse en su habitación para llorar mares, pero ¿qué profesionalismo sería ese? Era su trabajo, su sueño y nimodo, se tenía que aguantar.

Momentos más tarde llegó la hora de uno de los descansos, Joaquín se encontraba solo intentando comer algo, pero la verdad el pobre apenas y podía probar bocado. Estaba tan hundido en sus pensamientos y cansado por la pesada jornada que nisiquiera se percató de que alguien se estaba sentando junto a él.

-J: ¿Vienes a burlarte de mí?
-Gael: Para nada, Joaquín...mi intención no es separarlos.
-J: Pues eso parece, o por lo menos eso es lo que provocas con tu presencia.
-Gael: ¿Emilio nunca te contó de mí?
-J: No, ni me interesa.
-Gael: No me gustaría que me vieras como un enemigo. Él fué quién me pidió intentarlo ya que he estado enamorado de él desde hace mucho tiempo y lo quiero demasiado como para intentarlo, pero también lo suficiente como para dejarlo ir sino logra olvidarte...

Gael se levantó del lugar dejando al pequeño solo y helado. Joaquín pudo notar que el muchacho estaba siendo sincero y de cierto modo lo entendía. Pero ahora en lo que tenía que pensar era en cómo recuperar al chico que amaba o en sí dejarlo "en paz".

La única realidad era que el tiempo pasaba volando y ambos seguían extrañandose el uno al otro. Esa necedad y orgullo por parte de ambos no los dejaba en paz, destruyendolos así lentamente, un poco más a Joaquín quién se encontraba solo contra todo pues el castaño si tenía compañía.

*NARRA JOAQUÍN*

El tiempo pasa y las cosas siguen igual o incluso peor. Ellos continúan conociéndose y a veces pareciera que lo veo bastante féliz y cómodo con él, pero no sé.
Me duele muchísimo, y aunque siento que el dolor día con día es peor se está volviendo algo soportable, digo, todo pasa por algo ¿Y si es mejor dejarlo así como está? Lo amo demasiado y sé que yo fui quién falló primero, pero no por eso voy a arruinarle la oportunidad que se está dando. Aunque guardo mi distancia con Gael no puedo evitar notar que es un gran tipo, se lleva bien con todos cuando va a las grabaciones y se ve que lo trata bien a él. Dios, estoy narrando esto entre lágrimas y no sé si es de tristeza o porque me siento feliz por él...

*FIN DE NARRACIÓN*

Joaquín se encontraba en casa bajando de su habitación a la sala con un outfit bastante llamativo y bonito; jeans de mezclilla rotos, chamarra también de mezclilla y una camiseta blanca básica amarrada de la cintura con logo de NASA. Se sentó en la sala para darle una revisada a su celular hasta que un mensaje de texto le interrumpió. Sí, ese mensaje era de Diego.

*Mensajes de texto*

-Diego: Hola, ¿qué harás hoy?
-J: Nada, Diego. ¿Por qué?
-Diego: Textos y yo queríamos invitarte al cine. Sabemos que has estado algo triste.
-J: No creo que sea correcto...
-Diego: Irá Textos con nosotros, di que sí, tenemos tres entradas para Aladdin.
-J: Bueno, va. Pero si veo que Textos no está me regresaré a casa.
-Diego: Va, a las 6:00 de la tarde pasamos por tí.

El pequeño bloqueó el teléfono y comenzó a platicar con su hermana Renata quien también se encontraba en la sala junto a él. Fué así como pasó la tarde hasta que llegó la hora acordada con los chicos. Escuchó su teléfono sonar y en efecto, era Diego. Así que antes de responder subió rápidamente con su madre para avisarle que ya se iba.

-J: Hola, ¿cómo están? -preguntó sonriente subiendo al auto-.
-Textos: Muy bien, ya te extrañabamos.
-Diego: Así es, ya tenía bastante tiempo que no te veíamos.
-J: Lo sé, chicos. Lo siento, he tenido mi agenda algo apretada desde que comenzamos a grabar la serie, ni siquiera he podido ir a los ensayos de 3ocho1.
-Diego: Si me he dado cuenta...-dijo haciendo una muequita dándole a entender que extrañaba bastante su presencia-.
-Textos: Emilio tampoco ha tenido tiempo -intervino siendo interrumpido por Diego con una cara desconcertada por no decir que molesta- Oh, lo siento, Joaco. -dice apenado-.
-J: Tranquilos, no pasa nada. Él está haciendo su vida y yo debo continuar también con la mía -respondió intentandole restar importancia-.

Diego al escucharlo un poco más fuerte no pudo evitar regalarle una sincera sonrisa, ya que él sabía todo lo que Joaquín estaba pasando y verlo un tanto feliz realmente le alegraba.

Entraron al cine y pidieron tantas cosas que tal vez nisiquiera se terminarían de comer pero pasarla bien era lo que importaba.
Entre los suspiros y risas que les sacaba la película Textos comenzó una "plática".

-Textos: Chicos, ahora regreso. Voy al baño.
-Diego: No tienes que decirnos a dónde vas -Diego disgustado a lo que Joaquín le respondió con una risa-.
-Textos: Lo siento, ahora regreso -dijo apurado abandonando el lugar-.
-Diego: Joaco...
-J: Dime
-Diego: ¿Realmente sientes mejor?
-J: Es complicado, además no creo que sea el momento ni el lugar para hablar de eso, Diego -evadió-.
-Diego: Es el momento y el lugar cuando se trata de tí -le dice viéndolo profundamente a los ojos-.
-J: -Suspiró- No lo sé, tiene bastante tiempo que ni siquiera recuerdo que es sentirse bien, aunque tampoco me siento tan destruido como antes. Verlos casi a diario juntos podría decir que me está acostumbrando a la situación.
-Diego: ¿Y piensas quedarte así para siempre o cuanto tiempo más piensas perder?
-J: ¿Qué quieres decir?
-Diego: Tú sabes lo que siento por tí, y no quiero enfadarte con eso una y otra vez, pero realmente he sentido tu ausencia todo este tiempo...
-J: Diego, es que aunque yo ya no esté con él y él esté con alguien más no puedo evitar lo mucho que lo amo -dice tratando de hacérselo entender-.
-Diego: Eso lo sé, pero él está tomando sus propios riesgos ¿no crees que nosotros también podríamos tomar los nuestros?
-J: No lo sé, Diego, no me gustaría lastim...-intentó decir pero fué interrumpido por el dedo índice de Diego ya que Textos se acercaba-.
-Diego: Saliendo de aquí, yo te llevo a tu casa y seguimos la platica -le dice en voz baja y guiñandole el ojo-.