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Narrador omnisciente.

Charles gemía con auténtico placer.

Se sentia maravillado del que el mas alto no se sintiera asqueado de su cuerpo.

Eso le agradaba de gran manera, de hecho se sentía con mas confianza.

_ Erik, que buena boca tienes.

Elogió el menor con sus mejillas sonrojadas. Sus pezones se encontraban duros y húmedos.
Sabía que esa noche había posibilidad de pasar un buen momento, pero, no creía que apareciera alguien que simplemente lo aceptara físicamente.

Sabía que ningún cuerpo era perfecto, pero, también sabía que a todos les gustaba mirar un lindo cuerpo y no uno con piel suelta y estrías a lo largo de ella.

Erik se levantó de la cama para quitarse los pantalones. Luego tiro de los pantalones del menor.

Charles se quito la camisa lentamente. No le gustaba mostrar sus brazos.

_ ¿Tienes lubricante?

_ Claro _ respondió el mayor. _ Colócate en cuatro. Iré por el.

Charles negó con rapidez.

_ Yo me estirare.

Protesto el menor.

_ No. Yo quiero hacerlo.

Dijo el mayor con una sonrisa juguetona.

El menor negó.

_ Vamos. Seré cuidadoso. Para la próxima lo harás tú solo.

El menor le gusto saber que el pelicobrizo lo quería seguir viéndo para mantener relaciones sexuales.

_ Ok.

Acepto finalmente el menor. Se dio la vuelta para colocarse en cuatro. Dejando su trasero a la vista y su cara pegada al colchón.

Erik aprovechó el momento en que el menor no miraba, para teletransportarse al baño y tomar el lubricante.

Cuando volvio a la posición detras del menor. Dejo caer en sus dedos un poco de lubricante para luego hundirlos en el ano del menor.

_ Tu miembro es ancho.

comento el menor con preocupación.

_ Gracias, y no te preocupes. Te lubricare bien.

El menor sonrió avergonzado.

_ Ha, tienes condón, ¿cierto?

_ Lo lamento, creí tener.

Los vampiros no recibían ni transmitían enfermedades, no había necesidad de utilizar condón. Y por lo tanto, Erik no tenía.

_ Ha, esta bien. Yo tengo algunos en mi bolsillo.

Erik arrugó la frente molesto. Al parecer su compañero pensaba en tener diversión esa noche.

Después de poder preparar el ano del menor y dejar dentro tres dedos. El mayor se aventuro a tomar su miembro, colocarse el molesto condón y hundirse en Charles lentamente.

El menor dejo salir un largo gemido. Su trasero solo queria ser follado. Pero, no quería salir lastimado por brusquedad.

_ ¿Nadie nos escuchara?

_ No. Relájate y trata de gemir muy fuerte.

Dijo el mayor con diversión. Para luego empezar un vaivén lento en el interior del menor.

_ Gemir fuerte es vergonzoso.

Contradijo el menor.

_ No lo es. Me gusta, También me gustaria ver tu rostro cuando lo haces.

El Lazo Que Nos Une. [Cherik]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora