Sanji tenía un mal que a su vida azotaba desde que tenía memoria.
Dicho mal lo dejaba sin energía en las mañanas, asiendo que su mente se sintiera siempre nublada y su cerebro inflamado, como si pareciera que esta a nada de estallar en un desastre sanguinario y sin precedentes.
Lo pone de mal humor la mayor parte del día y lo orilla a gritarle a cualquiera que se ponga frente a él, aunque dicha víctima no se merezca toda la mierda que dirige a el.
Ese mal lo lleva casi siempre al borde de la locura, haciendo que corra el riesgo de quedarse calvo, debido a las incontables veces que a tirado de su cabello de manera neurótica. El solo quiero estampar su cráneo en una superficie sólida, para hacerlo desaparecer y tal vez conseguir descansar en paz.
En más de una ocasión se a visto tentado de golpear su cabeza con uno de sus preciados sartenes, pero solo basta una mirada a la perfecta y brillante estructura de dicha instrumentaria, para que deseche esa idea descabellada de su mente, la cual se instaló en sus mayores momentos de desespero, donde en las noches no encontraba consuelo y por mas que lo buscaba no terminaba en brazos de morfeo.
Sanji quería ser arrastrado por el señor de los sueños a la inconsciencia, donde su mente pudiera apagarse y su cuerpo fuera capaz de descansar.
Más los demonios del pasado, las obligaciones del presente y la incertidumbre del futuro lo mantenían en vela por largas y tortuosas horas, donde el ruido de sus compañeros al dormir no le facilitaba el llegar a ese octavo sueño que el tanto anhelaba.
En más de una ocasión recurrió a chopper, rogando con ojos rojos y cansados alguna salvación para su pobre alma. Más la ayuda que el doctor brindó en forma de pastillas y gotas no fueron los suficientemente fuertes como para hacer algo en contra de su mal.
Es por eso que en la mayor de su crisis, donde no recordaba cuando fue a la última vez que tomo una pequeña siesta, termino aceptado la oferta que el espadachín de la banda le dio.
El cual se ofreció a ayudarlo a dormir.
Algo que sin duda sonaba estúpido para Sanji, el cual había probado de todo para pegar el ojo, desde meditación, hasta quimicos y productos naturistas. Algo tan tonto como acostarse con el espadachín, era sin duda una idiotez
Pero bueno, el ya estaba desesperado y cualquier cosa era buena. Al fin de cuentas no tenia nada que perder.
Quien diria apenas estuvo en la amaca de Zoro, siendo rodeado por el calor y olor a acero de este, caería rendido por más de doce horas seguidas.
💚🐥🐉💛
Madre de mi vida, madre de mi amor, se que tal vez nunca leas esto, a menos que me sigas o revises mi wattpad 👀, pero este fic fue inspirado en ti. Espero puedas dormir como es debido más seguido.
