°Capitulo 12°

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NARRADO POR KLAUS.

La bruja traicionera acompaño a Hayley a su habitación después del terrible fracaso con el hechizo de localización, serví mas Wisky en mi vaso que ya estaba vacío mientras evitaba las preguntas de Rebekah.

.- ¿como es que ese dichoso ritual no llegó a nuestros oídos? .- la voz de Rebekah sonó fuerte y alterada por la eminente profecía de nuestra muerte, puse los ojos en blanco ante su insistencia.

.- Las brujas saben lo poderosos que son, si eso hubiera pasado no tendrían ni la mas mínima oportunidad de llevarlo a cabo .- la bruja Jossett entro bajando la mirada, esquivando mis ojos, una sonrisa iluminó mi rostro al sentir la satisfacción de verla temer, ahora si estoy seguro que no se atreverá a siquiera pensar en traicionarnos.

.- No son estúpidas. .- dijo una vez mas Rebekah.

.- Toma. .- le entregue mi trago que gustosa lo aceptó dándole un gran sorbo. .- Los Mikaelson nos caracterizamos por causar el terror, por perturbar los sueños de los poderosos y admiración de los débiles, si tengo que matar a cada una de tus amiguitas brujas, lo haré.

Le dedique una última mirada a Jossett que se abrazo a si misma con la ultima frase, le dedique una mirada para los presentes y salí de la biblioteca, caminé por los largos pasillos que recorrían la gran mansión Mikaelson, observe el muro se hormigón con la "M" estampada, las majestuosas fiestas que este salón presenció, la luz tenue que se escapaba por la parte baja de la puerta que pertenece a la habitación que visito cada noche sin poder evitarlo, toque suavemente la puerta con mis nudillos esperando la autorización para que pueda entrar.

.- adelante .-  escuche la voz dulce proviniendo de adentro amortiguada por las paredes, empuje la puerta escuchado su rechinido y ahí estaba, recargada en las barandillas des pintadas del balcón, con una pijama de tirantes y shots cortos, su cabello se encontraba amarrado en una coleta baja, lo que podía amarrar de su corta cabellera, los mechones rebeldes le revoloteaban en la cara con el poco aire que hacía. .- ¡oh! Eres tú. .- su comentario logró sacarme de mi aturdimiento.

.- ¿acaso esperabas a tu caballero con armadura brillante? .- me adentré a la habitación ordenada, me recargue en la pared a unos cuantos pasos de ella.

.- Tu visita es mejor ¿que caballero con armadura brillante tiene garras y colmillos? .- me observo con una sonrisa y yo reí ante su comentario. .- ahora si que recuerdo el sonido del Jazz que inundan las calles. .- a completó viendo hacia la calle donde constantemente tropieza la gente ebria.

.- probablemente no es la mejor versión de la ciudad .- dije al ver como un joven de traje desacomodado ponía un brazo en los hombros de una castaña la cual carga todo el peso del alcohólico.

.- ¿Bromeas? Tengo el pase garantizado a los carnavales, jazz y alcohol las veinticuatro horas del día. .- volvió a clavar su vista en mis ojos y un cosquilleo recorrió mis manos, lo disimule apretando el metal oxidado.

.- La ciudad es espectacular .- fue lo único que salió de mi boca y lo más estúpido que pude decir en siglos.

.- Nick, entiendo todo lo que Jossett dijo pero ¿que tan malo fue lo que hicieron para merecer esto? ¿Como es que son lo que son? .- no quise evitar fruncir el ceño ante su pregunta así que me acerque a ella con sus ojos curiosos buscando respuestas en los míos, pose sutilmente mis manos en su rostro.

.- en el principio... Nuestra familia era humana, hace mil años, aunque nuestra madre era aficionada a las artes obscuras éramos simplemente una familia tratando de sobrevivir en un momento en el que era muy difícil hacerlo, para mejor o peor eramos felices .- empecé a contarle nuestra historia mientras que por su cabeza pasaban imágenes de nuestra vida como humanos, ladeó su cabeza y yo quite las manos suavemente .- hasta que una noche nuestro hermano menor fue asesinado por la peor amenaza en nuestro pueblo; hombres que durante la luna llena podían transformarse en lobos, nuestra familia estaba desbastada, desesperado por proteger al resto de nosotros nuestro padre forzó a nuestra madre para hacernos fuertes, así nacieron los primeros vampiros, pero con esta velocidad, esta fuerza, esta inmortalidad vino una sed incontrolable, una hambre que era insaciable incluso para mi, cuando obtuve la primera víctima en la larga lista de víctimas supe quien soy realmente, uno a uno mis huesos se rompieron dándome la señal de que no solo soy un vampiro sino también un licántropo, un híbrido.
Fui producto de una indiscreción por parte de mi madre, mi padre furioso al ver el monstruo que soy obligo una vez mas a mi madre a recurrir a la magia pero esta vez para amarrar esa parte de mi, suprimir esa parte que tanto odió, prohibiendo me recurrir a mi verdadero yo.

Salí de su cabeza y ella abrió los ojos, no fue la mirada que esperé, la típica mirada que le daría a un perro callejero a cambio de eso sus ojos reflejaban coraje, tal vez odio.

.- tu padre era un cretino. .-    tuve que pestañear para espantar las lágrimas que se me acumularon en los ojos y ocultarlas para ella aunque sus ojos muestran confianza, se que puedo confiar en ella.

.- Creeme que lo pagó .- le asegure separándome un poco de ella.

.-No pareces de las personas que perdona y olvida. .- esta vez fue ella la que hizo corto el espacio que nos separa.

.- No lo soy .- besé su frente a modo de despedida. .- Descansa Hayley. .-  sentí sus manos aferrarse a mi camisa, su piel a la temperatura del ambiente toco parte desnuda enviando una corriente de electricidad por todo mi cuerpo erizando cada sentimiento de mi piel, alce su barbilla con una mano y con la otra acaricié su hombro desnudo, perdí el control de mi, algo que no sucedía desde hace siglos y junte mis labios a los suyos en un corto beso, me separé después de unos cuantos segundos al darme cuenta de lo que hice. .- Perdón. .- pronuncié torpemente y salí de ahí, confundido de lo que paso, ella no se alejó solo me correspondió ansiando más, lo que su tacto me produjo fue algo que no me sucedía desde Aurora de Martel, y ahora esta en el sótano en un cajón, aparté esa imagen de la cabeza y me dirigí a mi habitación.

𝔏𝔞 𝔠𝔥𝔦𝔠𝔞 𝔡𝔢𝔩 𝔠𝔞𝔩𝔩𝔢𝔧𝔬𝔫 ⊰᯽⊱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora