Ahi estare yo. Una historia del Paralelo Mágico

Capitulo 9: El misterioso Castillo Encha

De noche era, fría como el viento que rodeaba el Prado Níveo el cual calmado se sentía más que de costumbre. Nevaba pero no tanto, con una brisa suave y tranquila.

Ambos chicos, Rohen y Ceroh se dirigían al su nuevo hogar, Castillo Encha:

Esta enorme construcción se encuentra situada al extremo suroeste del territorio, sobre un lago congelado el cual ha creado montones de picos afilados de hielo de los cuales acercarse a estos puede ser una mala opción.

De mármol blanco y baldosas de oro puro, una fachada perfecta en contraste al lugar.

Hemos llegado lobito, es este el lugar del que te hable –dijo Ceroh acercándose a la entrada de este lugar, y si por fuera parecía tranquilo por dentro era mucho más- oh, wow mira todo esto. Esta genial Ceroh ¿podemos quedarnos aquí, por favor? –Rohen le respondió con mucha emoción a la vez que ambos ingresaban al complejo- ¿bromeas lobito? Claro que si, este lugar si te gusta puede ser también tu hogar –dijo el chacal, pero esa palabra de "hogar" le recordaba al Monte Kal y a Zak, más no le dio tanta importancia- genial, oye Ceroh ¿Qué edad tienes? –a lo que el chacal sorprendido respondía mientras se dirigían a la sala principal- 15 años, por lo que veo tú tienes 10 solamente –Rohen sonrojado respondió- amm bueno, sí y no. dentro de poco cumpliré 11 –y Ceroh le sonrió simpáticamente.

Ambos llegaron a una habitación donde daba al fondo a una escalera en forma de "T" dirigiendo al lada Oeste y al Este del castillo- déjame mostrarte tu cuarto, es por aquí- dijo el chacal al lobito tomándolo de la espalda y levantándolo con sus brazos mientras subían ambos al lada Este- wow, tranquilo. Puedo sólo, jeje –dijo el lobo mientras era cargado por Ceroh caminando al lado oeste de las escaleras- ¿Y cómo es que esté gran castillo es tuyo? –curioso preguntaba el lobo- es una larga historia. Pero te la resumo en que este lugar es propiedad mía gracias a pertenecer a un conjunto que tiene relación muy importante con la nobleza más alta –respondió Ceroh quien junto a Rohen se dirigían por el corredor principal del lada oeste. Era aterciopelado con una gran alfombra rojiza con franjas amarillas a los costados, varias columnas de mármol blanco con jarrones de porcelana color azul pateado; las paredes eran guinda con franjas plateadas al contorno. Varios cuadros estaban colgados, pero unas fundas los cubrían.

Listo, ya llegamos –decía el chacal a Rohen y acto seguido el lobo se bajó de los brazos de Ceroh para que Ceroh abriera la puerta de un bonito, cómodo y espacioso cuarto- oh, Ceroh. Este, este es un muy bonito cuarto –decía el lobo ingresando junto a su acompañante a la habitación, se sentía fresco con una ligera brisa de aire de la noche- es tuyo, este es tu cuarto Rohen. Claro si así lo deseas –dijo el chacal y Rohen respondió- ¿de verdad? oh Ceroh, esto es maravilloso, mi propio cuarto –y el lobo después de darle un abrazo a Ceroh se dispuso a explorar el cuarto, era elegante. De color Rojo escarlata con franjas doradas, una alfombra aterciopelada de color bermellón, los muebles como sillas y mesas eran de roble claro. Con flores en jarrones en las esquinas de la habitación, algunos cuadros con temas de piedras preciosas y el espacio adornaban el lugar.

Me debo de retirar, tengo asuntos que atender. Pero te veré mas tarde –dijo Ceroh quien se acercó a Rohen para acariciarle la cabeza y darle un abrazo –y, ¿y puedo conocer el castillo? –Preguntaba emocionado el lobo haciendo cara de niño ansioso –bueno, sí. Puedes ir a todo lugar excepto al lada Este –y entonces, intrigado por la indicación Rohen le pregunto el porqué no debía ir ahí –es que, bueno... algunas cosas es mejor no verlas, por ahora –dijo Ceroh y acto seguido le pidió al lobo prometer nunca acercarse a ese lado del castillo –es, está bien. Pero ¿puedo todo el otro lado ir a ver? –pregunto Rohen y el chacal le dijo que sí, pero que no se alejara tanto. El Castillo Encha es demasiado grande, uno puede perderse con mucha facilidad. Y Ceroh tras despedirse, se retiró de la habitación de Rohen.