Capitulo 11: Rohen V.s. el gremio místico (Parte 1): El lada Este

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Rohen regresaba al castillo un tanto más calmado de ver a Zak, mas algo no sentía bien pues sentía algo que no era lo mismo que con los demás. No le dio importancia.

Al llegar al castillo vio unas lonas de color rojizo y purpura, y algunas carrozas de colores parecidos, pero lo que lo asusto en verdad fue ver que la puerta del castillo estaba abierta –oh no, Ceroh...-decía a sí mismo a la vez que ingresando a la sala de recepción vio las banderas de un logo de una "M" junto a un ser rodeado de espinas, eran ellos sin duda alguno. Ceroh estaba en peligro, púes vio el lugar hecho un caos. Había paredes quemadas y el suelo estaba mojado.

Ceroh, Ceroh. ¿Dónde estás? –Decía Rohen mientras corría por los pasillos del lada oeste sin recibir información –Ceroh, donde te encuentras.

Entre más avanzaba notaba que al parecer había pisadas que mojaban el piso del castillo con la nieve que poco a poco se derretía. Y el temor aumento en cuando sus sospechas eran ciertas, el Gremio Místico había arribado el lugar empezando a decorar los pasillos, las salas y todo con sus estandartes y alfombras, todo con su logo –ay no, Ceroh está en peligro –dijo a la vez que un peón lo alcanzó a ver – ¡Hey tu! Lobo, el lobo. Eres muy tonto en venir aquí, pequeñín. En cuanto te lleve con mi Teniente, Aldalith me felicitará por fin de haber capturado a su "cachorrito" –dijo el peón sacando de inmediato su cetro a la vez que como respuesta Rohen hizo lo mismo –eminentes petrae! –pronuncio el peón haciendo de su cetro liberar varios picos de rocas afiladas en rumbo al lobo, pero este contraataco –murum aquarum –acto seguido un enorme chorro de agua salía del cetro de Rohen creando un muro de agua que hizo a las rocas evitar lastimar al lobo quien ya no temía por lo menos tanto de los peones del Gremio, ahora solo quería vencerlos –maldición, el lobo aprendió magia –decía el peón –y no solo eso, ahora déjame tranquilo, tú y tu equipo váyase del castillo, este lugar es mío y de mi amigo Ceroh –decía el lobo quien miraba furioso al peón –me da lo mismo, eres mío. Centella noqnoq –pronunciaba el peón mas Rohen conocía ese hechizo, aquel que podría noquear a un oponente hasta dejarlo en sueño profundo y solo despertando con un aroma muy fuerte o esperando 8 días se despertaría el afectado. No iba a esperar ese tiempo mientras lo llevaran con quien fuera que era Aldalith y por ende lo contraataco con el contra hechizo que usándose correctamente le devolvería el efecto al mago que lo conjuró pero al doble: Especulum noqqon. Era muy difícil conjurar Especulum ya de por sí para un novato como Rohen y sin hacerse a sí mismo el contra hechizo, pero con ayuda de una esmeralda podría hacerse con más facilidad. Así que Rohen sacó de su bolso una esmeralda mientras la enorme centella se creaba del cetro del contrario y en cuanto la sacó exclamo a tiempo –Especulum noqqon! –Acto seguido un serie de luces salían del cetro de Rohen cuales crearon un aura multicolor que devolvió el impacto de la centella al peón –no, no. imposi... -aquel malvado fue golpeado por el hechizo que había creado impactándose en su abdomen y luego en su frente haciéndolo caer.

Rohen se sorprendió de lo que había hecho, había vencido a un peón del Gremio Místico. Pero aun quedaban más y el lobo ahora no temía al grupo malvado sabiendo que se les podía enfrentar. Pero si temía de la seguridad de Ceroh razón del por qué decidió seguir buscándolo esta vez con más cautela para no ser descubierto por los peones.

Rohen había buscado en todos los lugares del castillo, en toda los del la lada Oeste. Y aunque Ceroh le había indicado que no fuera al Este a Rohen ya no le importaba, debía encontrar a su amigo quien probablemente debía estar corriendo del Gremio, eso pensaba Rohen. Y disponiéndose a buscar a su compañero, enfrentándose en el camino a cada peón chico o chica, logro casi despejar el lada Este. Pero algo malo aguardaba subiendo los siguientes pisos.

Vio a la nueva clase de peones que al parecer vestían igual al cual con quien Ceroh hablaba la otra ocasión –oh no, no es verdad. Ceroh es mi amigo, nunca ayudaría o estaría del lado de estos malvados. Debían de estarlo amenazando, si eso debía ser –pensaba el lobo intentando no ser visto por los nuevos peones encapuchados. Y antes de seguir, un peón normal fue a avisarle a un encapuchado del lio cometido en el lado Oeste del castillo –no, no me engañes. Viste al lobo que tanto quiere la Teniente Aldalith? –Preguntaba el encapuchado –le digo la verdad, nos atacó ¡es un mago! Yo logre escapar, no pude con... -fue interrumpido por una cachetada que le dio el encapuchado – ¡inútil! Basura, cómo pudiste dejar tu puesto y escapar –gritó el encapuchado mientras el peón solo intentaba sobarse la mejilla –bah, retírate del castillo y vete afuera en el establo. Te reubicaremos en un lugar donde tu trabajo no tendrá fallas de nuevo –decía el encapuchado quien al parecer era un rango superior a los peones normales, lo suficiente como para darle ordenes y ser a quienes pedían ayuda e informaban.

En cuanto el peón se marchó escaleras abajo, el encapuchado comenzó a dirigirse por el fondo del pasillo cruzando una puerta y cerrando esta. Rohen se asomo a donde el encapuchado marchó y vio que un letrero encima de la puerta decía: Puente lada Oeste-Este. Se había marchado y el lobo aprovecho para revisar las habitaciones. Solo había camas y cofres vacios. Al parecer se estaban instalando.

Rohen después de revisar el piso, decidió subir al siguiente donde había ahora 2 encapuchados haciendo revisión, cruzando y regresando en el pasillo. Y espero el momento justo para subir al siguiente piso sin que lo vieran, no por temor a que los persiguieran, sino a causar un alboroto y alertar a los posibles encapuchados de arriba.

Y el lobo subía y subía siendo cuidadoso y verificando los cuartos mientras los encapuchados estaban haciendo vigilancia alumbrados por faroles que sostenían. Eso era útil, ya que en el Castillo Encha era tan obscura el lada Este que impidiendo ver a menos de acercarte al rango de una fuente de luz eras prácticamente invisible.

Nada, no había nada y lo peor es que solo quedaba el último piso. El lobo comenzó a preocuparse si a Ceroh lo llevaron a otro lugar p de plano se lo llevaron del Castillo Encha a otro lugar. Pero decidido a buscar el último piso se hizo de valor y subió.

Escucho murmullos, y suena a Ceroh, si. Debe de estar aquí –pensaba el lobo quien se armaba con otra gema por si en este piso debía entablar un combate. Y siendo cuidadoso, inspecciono de nuevo las habitaciones esquivando a los encapuchados, pero hubo un nuevo problema. Una persona con atuendo diferente se acercaba a l lugar alumbrando con una ráfaga de fuego en dirección a Rohen –vaya vaya, mi vista sigue siendo buena. ¿A quién tenemos aquí? –Decía la persona mientras con dificultad logró levantarse el lobo – ¿quién eres? –dijo Rohen quien noto la apariencia del sujeto que se aproximaba. Era un anciano con un atuendo de sacerdote, era barbudo y su vestimenta era diferente, en lugar de rojizo era morado y portaba un lago sombrero junto a unas gafas que no le dejaban ver sus ojos –soy un Mod, un Sacfíl y tú debes ser el lobo que tanto deben estar buscando –decía el viejo mientras los encapuchados de ese piso se acercaban a la zona –curioso, en los cuentos que leía de niño, los lobos eran quienes buscaban a las personas y no al revés –decía el Mod quien reía maliciosamente ante la situación –acompáñame jovencito, la Teniente Aldalith y tu tienen mucho de qué hablar, jajajaja –exclamó mientras miles y miles de encapuchados subían junto a muchos más peones al último piso –no, no iré con esa señora. ¡Déjeme en paz!

Entonces comenzaron todos los peones junto a el Mod a lanzar tantos hechizos contra Rohen a quien algunos golpeaban y otros no. el pobre no le dio tiempo de defenderse y aunque lo hiciera podía enfrentarse a un peón, pero no a mas de 20 a la vez. Exhausto y a punto de caer, una silueta se acercaba al lugar, la silueta de un mago –no...n-no más, ya no p-puedo –decía Rohen mientras a punto de asestar el golpe final, la silueta lanzó de su cetro una criatura que pronto se convirtió en un feroz ser que golpeó a todos los peones y al Mod. Aquella silueta de un mago se acercaba a donde el lobo estaba tendido en el suelo – ¿estás bien amigo? –dijo la persona quien por su voz se sabía que era un chico y uno joven de la edad de Rohen –no temas, he venido a liberar el Castillo Encha de las manos del Gremio Místico –dijo el joven mago extendiéndole la mano para que acto seguido el lobo se levantara –gracias, me salvaste la vida pero ¿Quién eres tú? –pregunto Rohen abriendo los ojos y viendo al muchacho que lo ayudó –soy Draco Colseum de Ciudad Galardón en Montesquart, y el dragón que te salvó es mi amigo Kelvin, un Mangospeado. Gusto en conocerte.


Ahi estare yo. Una historia del Paralelo MágicoWhere stories live. Discover now