Vecinos jugaban dominó con la luz de la tarde, sus niños corrían las calles volando zamuras, me sentía excluida de la ajetreada Venezuela.
Al caer la noche nos volvimos siluetas, en casa escogimos pasarla con historias de terror, era escuchar Florentino y El Diablo.
Habíamos improvisado una lámpara con tela y aceite, celebramos ese pequeño logro, pensamos - somos todo terreno - teníamos: gas, agua, comida y luz. Estábamos bien.
En algún momento mire al cielo y descubrí sus estrellas, las creía unidas solo en libros, pero ahí estaban, todas diferentes y enlazadas por un brillante hilo, eran constelaciones la que terminaron el día.
Ophelia D' petra
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A la luz de una vela
Non-FictionDiario de una joven en sus 20 años. Quién aprende a vivir en el nuevo ambiente social, manteniendo cierta estabilidad por amor a la costumbre de aquella infancia y juventud lejos de una novela rosa. Textos de la realidad con emociones descubiertas...