No estábamos esperando nada.

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Muchas gracias por todo el apoyo.

Como siempre nada me pertenece yo solo ocupo los personajes sin fines de lucro.

Capitulo XIV. No estábamos esperando nada.

Más de una bruja no aguanto mantener la comida dentro de sus estómagos, vomitando. Las madres cubrieron los ojos de sus hijas para no ver a los hombres con los que crecieron siendo penetrados y muriendo en medio de una agonía horrorosa.

Los magos que podían mantener la conciencia en medio del castigo por haber subestimado a las originarías alzaban sus manos hacia las brujas que caminaban entre su sangre, suplicaban clemencia a sus esposas, a sus madres, a sus hermanas, a sus hijas, pero como suele pasar en la vida, siempre llega la hora de pagar, y a pesar de que la mayoría de las mujeres sentían pena por los hombres, no era como si pudieran olvidar que ellos fueron los primeros en darles la espalda, e incluso cazarlas, sin siquiera pensarlo.

Cat y Trina llegaron ante Tori y Jade, en sus miradas podían ver la admiración de ambas, no era como si ellas no supieran de lo que eran capaces, pero no era común que alguna de las dos se tomará la molestia de mostrar algo de su poder ante algo tan insignificante, por lo que ver una obra como lo que acababan de presenciar, era algo que les maravillaba a un nivel orgásmico.

- ¿Esos eran todos? - preguntó Cat, pues las ansias de probar el miedo en la sangre de los que esperaba serían sus víctimas era lo único que podía controlar el placer que esperaba ser liberado en la parte baja de su vientre.

- Lo dudo. - Respondió Tori, mientras que sus manos acariciaban el vientre de Jade, esperaba poder probar otra vez él dulzor  de su piel, pero debía ser paciente, debía esperar la orden de su ama. - Ellos solo eran carne de cañón, peones sin valor.

Jade escuchaba la conversación sin realmente impórtale en lo más mínimo, tenía mejores cosas de las que preocuparse, pues sus manos estaban aferradas a las nalgas de Tori, sentía como la piel canela se rendía ante ella y su voluntad dejando salir el líquido carmín de la latina, acercó su boca al hombro de Tori mordiendo la suave carne de su amada, pero en ese momento no tenía suficiente con solo tomar su sangre, necesitaba más... mucho más...

- Lárguense. - Gruñó Jade apenas separando su boca del hombro de la morena.

Cat y Trina dieron media vuelta y regresaron por dónde vinieron.

Tori soltó una ligera risa, pues el dolor que le así sentir Jade era tan placentero que apenas podía mantener sus pensamientos en orden. Trato de acariciar a Jade, de poder sentir el cuerpo de la condesa entre sus manos, pero Jade no tenía los mismos planes.

Jade utilizó su fuerza para hacer caer a Tori en contra del suelo, haciendo que su espalda golpeara en contra de la tierra, y aprisionando sus brazos con su piernas dejándola inmóvil, Tori estaba apunto de hablar, pero Jade le apretó la quijada con su mano y la obligó a verla.

- Eres mía, ¿Verdad?

Tori no pudiendo hablar asintió con la cabeza.

- Si quiero te puedo romper, desgarrar, destrozarte y aún así me seguirás, ¿Verdad?

Y Tori sintió esa fuerza aprisionando su rostro, sus ojos solo podían ver los orbes azules grisáceos de Jade, y no podía responder otra cosa más que la verdad, por lo que solo asintió.

Jade soltó el rostro de Tori, pero sus manos bajaron hacia el cuello de ella, sintiendo como la tráquea se esforzaba por pasar aire, pero eso no le impidió aplicar más fuerza sobre su agarre, sus dientes tomaron el labio inferior de Tori, apretó su mandíbula hasta que sintió como la piel se desgarraba y podía sentir el pedazo de carne en su boca, mastico un par de veces y trago, se separó para poder admirar su obra, viendo cómo la sangre empezaba a cubrir el torso de la morena y sus propias manos.

Su mano bajo hasta tocar el altar de Venus de la latina, sintiendo como la humedad cubría su mano, y arremetió en contra de el, sintiendo como el calor la cubría, sintiendo como los músculos se estiraban para poder dejarla pasar, sentía como estaba desgarrando ese lugar que ahora le pertenecía, los gemidos y sollozos escapaban de la boca de Tori al sentir como los dedos de Jade llegaban al fondo de ella, como sus órganos estaban siendo amasados sin piedad por su ama, las lágrimas salían de sus ojos involuntariamente.

- ¡A Callar, Puta! - jade con su mano libre le dio una bofetada a Tori sintiendo las lágrimas y sangre correr entre sus dedos al tener contacto con su piel.

Pero Tori sabía que no quería que se callara, y gemía cada vez más fuerte mientras sentía como el mayor orgasmo de su vida le arrancaba las fuerzas y la hizo desplomarse en la tierra que estaba cubierta con su propia sangre.

Jade sintió su propio orgasmo al ver a la alfa de toda una raza desplomarse a su merced, podía sentir como el placer de matar a cientos no era ni siquiera comparable con lo que sentía con tener a Tori debajo de ella.

Las fuerzas también abandonaron el cuerpo de Jade asiendo que cayera sobre de Tori, su respiración era pesada y no le importaba en lo más mínimo sentir como su saliva caía de su boca hasta llegar a la piel de Tori.

- Te amo. - Dijo Jade sin poder ni querer detener las palabras.

- Yog taguien tem ago (Yo también te amo) - Dijo como pudo Tori, pero si regeneración tardaba en actuar cuando era mutilada.

Jade río y beso a Tori, para después acurrucarse en contra de ella hasta caer dormida.

- Cambio de escena. -

- ¿Cuantos regresaron? - Preguntó una sombra detrás de un escritorio.

- Ninguno, son más fuertes de lo que calculamos.

- Claro que lo son... envía a los alfas.

- Pero señor au...

- ¡Te di una orden!

- Si señor.

Cacería.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora