Dimensión 0 || [En Curso]

Capítulo 4 - ¿Me recuerdas?

"Comenzando escáner. Bienvenido de nuevo, Nate."

—¿Nate?

—El nombre de usuario registrado es Nate. Soy yo, AA23. ¿Me recuerdas? —insistió una voz robótica mientras yo trataba de averiguar de qué estaba hablando.

—Nunca he estado aquí, y mi nombre no es Nate. Soy Matt —afirmé en un tono de voz claro para que pudiese entenderme.

—No he encontrado coincidencias con ese nombre en el sistema. ¿Está seguro de que ese es el usuario que aparece en el registro? —preguntaba confundida la voz. Podía notar cierto tono de desconcierto en sus palabras.

—Es imposible que esté registrado, nunca he estado aquí —aseguré mientras miraba a todos lados buscando alguna señal que me permitiese identificar el lugar o la extraña voz con la que seguía hablando.

—AA23 se encuentra confundida. AA23 debe cerrar la conexión con la dimensión.

—¡Espera! Puedo explicártelo de nuevo. Mi nombre es Matt. Jamás he estado aquí ni sé quién es ese Nate que está registrado en el sistema, debe haberse tratado de algún error. Puedes probar a escanearme de nuevo.

—Comenzando escáner —recitó nuevamente las palabras y durante unos segundos que parecían una eternidad aguanté la respiración. Todo estaba en silencio—. Bienvenido de nuevo, Nate.

—No soy Nate. Soy Matt. Y tú eres AA23. Ya hemos pasado por este momento —grité con desesperación.

—AA23 debe irse. Desconectando usuario.

Antes de tener tiempo a contestar vi como todo a mi alrededor se desvanecía y regresaba a la sala que me había traído hasta aquí. No quedaba rastro de lo que acababa de pasar.

Estaba emocionado por ello. Acababa de hacer uno de los mayores descubrimientos en mucho tiempo. El portal podía ser mi salvación, el camino hacia un mundo mejor repleto de posibilidades y sin tantos límites como teníamos en Roneg. Tenía que contárselo a mis padres y al profesor. Él podría saber más sobre su origen y qué era realmente. Si lograba convencer a mis padres de que atravesar el portal podría ser nuestra escapatoria de esta jaula podríamos encontrar un sitio mejor. Crucé la puerta que anteriormente había bloqueado. Me monté en mi bicicleta y comencé a pedalear, esta vez sin miedo. La incertidumbre y la ilusión por el descubrimiento hizo que no prestase atención al camino, pero cuando me quise dar cuenta estaba frente a la puerta de casa.

No había nadie en casa cuando llegué. Mamá y papá estaban trabajando, y Lizzy seguía en el colegio. Fui hasta mi habitación y cerré la puerta al entrar. No tenía mucho en la habitación, pero tomé unas hojas y un bolígrafo para escribir y comencé a apuntar algunas de las cosas que la voz robótica había dicho. Su nombre parecía ser AA23, y por sus palabras me encontraba en un lugar llamado "dimensión cero". Además, ¿quién era ese Nate del que estaba hablando? ¿Cómo un escáner podía haberme confundido con otra persona? Tenía tantas dudas que aún necesitaban una respuesta que necesitaba volver cuanto antes a ese lugar.

Las horas pasaron mientras soñaba con las posibilidades que esto nos podía ofrecer. El gobierno se moriría por saberlo, y ser los artífices de tal noticia otorgaría suficiente prestigio a la familia como para comenzar a vivir como en los viejos tiempos. Podríamos mudarnos a una casa mejor, Lizzy podría estudiar y le podrían dar todo lo que quisiese. Incluso podríamos encontrar un mundo mejor si esa cosa de verdad era una dimensión.

Lizzy llegó a casa. Como siempre, estaba hambrienta. Fui a la cocina para ver si papá había dejado la comida hecha. Trabajaba menos horas que mamá y podía dedicarle más tiempo a cocinar que ella, aunque la poca comida que tuviésemos no necesitase mucha elaboración. Vi dos platos con arroz sobre la vieja encimera. Ambos tenían una ración menor que de costumbre así que decidí echar un poco de mi plato en el suyo y lo llevé hasta la mesa del salón.