𝘓𝘐𝘉𝘙𝘈𝘙𝘠 𝘔𝘖𝘜𝘚𝘌 》》 𝘊. 𝘉𝘌𝘖𝘔𝘎𝘠𝘜

𝟓

capítulo cinco
¿cita?
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Inhale el delicioso aroma que me brindaba aquella librería, el olor de libros nuevos siempre fue mí favorito. Ver cómo brillaba el envoltorio de plástico transparente que cubría los libros, me causaban satisfacción.

Miré a mi acompañante quién veía con curiosidad el lugar, debido a que está era su primera vez aquí todo lo contrario a mí.

Saludé a la señora Kim, quién me correspondió el saludo para después dirigirme en busca de algún libro que me llamara la atención. Sentía a Beomgyu seguirme a cada rato, mientras que aún veía el lugar.

Me siento un tanto estúpida, le invité a salir y se me ocurre traerlo a este lugar ¿En qué estabas pensando Young Sookja? ¿Es qué acaso nunca has salido con alguien? Ir a la casa de Mao no cuenta, por lo cuál sí, está sería mi primera vez. A pesar de haber tenido un novio -con el cual duré dos semanas-, nunca habíamos hecho planes para salir, ya que ningúno de los dos contaría con qué él se mudaria por un tiempo fuera de Seúl.

No sabía nada de él, si volvió o no, si está bien o está muerto. No sé sí él aún me recordaría, habíamos perdido total contacto entre nosotros.

- Sookja -La voz de Beomgyu llamandome me sacó de mi pequeño transe, dirigí mi vista hacía él para sonreírle en forma de disculpa- ¿Estás bien?

- Sí, estoy bien es tan sólo que recordé a alguien -Respondí al dejar el libro que había tomado en su lugar-, lamento haberte traído aquí, no suelo salir mucho, así que no sé a qué lugares deberíamos de ir.

- No te preocupes, me gusta saber de tus gustos -me sonrió para luego perderse entre las otras estanterías-, quiero saber todo de tí.

Miré hacía la estantería para ver al castaño quién había corrido los libros, dejando a la vista su rostro, me quedé observando sus achocolatados ojos los cuales se perdieron al alejarse del estante y acomodar los libros.

llevé mis manos a mí rostro al sentir mis mejillas calentarse, me acunclille en el suelo sin quitar mis manos del rostro y me puse a esperar a que se me bajara el sonrojo.

Este chico me terminará matando de un coma diabético, eso lo tengo asegurado.

- ¿No te gustan los cómic? -levanté mi vista de mis manos para encontrarme con el rostro de Beomgyu a uno cortos metros del mío- Sookja ¿te han dicho que tienes unos ojos bonitos?

- Pero si son negros...

- Eso no le quita que sean bonitos.

¡Maldición! Es demasiado tierno, debería de ser ilegal ser tan tierno como este chico. Miré a sus manos para ver qué sostenía un cómic, lo tome entre mís manos y lo empecé a ojear, nunca me había interesado en la sección de cómic, no me llamaba la atención.

- ¿A dónde te gustaría ir? -pregunté sin despegar mi vista de aquella páginas con dibujos y diálogos.

- ¿A un arcade?

- Okey, vamos.

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El lugar se encontraba repleto de gente, la mayoría eran jóvenes que no pasaban más allá de los veintitrés años. El suelo estaba repleto de algunos tickets, embaces de frituras y uno que otro vaso de refresco.

El ambiente estaba un poco sofocante, y algunos gritos me saturaban los oídios. Tomé la mano de mi acompañante, en busca de algún sentimiento de protección, me sentía tan pequeña en ese lugar.