𝟖

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sentimientos
capítulo ocho
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Sonreí al apartar mi vista del libro para encontrarme con aquél castaño, quién me miraba con una sonrisa conjugadas con sus sonrojadas mejillas y con aquél brillo en sus ojos que me encantaba. Acercó su mano a mí pelo y puso uno de mis mechones detrás de la oreja, me tape las mejillas con el libro, evitando que viera el color en mis mofletes.

- ¿No tienes entrenamiento? -pregunté tratando de bajar un poco el calor de mis mejillas, el asintió- ¿Qué haces aquí entonces?

- Vine a ver a la chica quién me gusta -sonreí cómo estúpida a la vez que intentaba concentrarme en la lectura-, pero ella prefiere mil veces un libro que estar conmigo.

Hizo un puchero evitando que continuara mi lectura, rodé los ojos con diversión para dejar mi libro a un lado y acercar mi rostro al de él- Pero ella igual disfruta de tu compañía.

Dicho eso, le dí un casto beso tomándolo por sorpresa acción que lo llevó a esconder su rostro detrás de sus manos- No es justo, yo debería de ser el de las iniciativas, no tú.

Me reí levemente por su comentario, recordando que la iniciativa en el primer beso fuí yo. Llevé mi mano a su cabello para así acariciarlo como si fuera un perrito, me tomó de la muñeca y llevó mi mano a su boca para así depositarle a mí palma un beso, a la vez que sus ojos se mantenían en mí. Empecé a sentirme un poco nerviosa por su reciente acción y rápidamente quité mi mano, un día de estos su dualidad me matara.

- Deberías ir a tu entrenamiento, no vuelvas a ir tarde -empecé a hablar a la vez que jugaba con mis manos-. No quiero que te saquen del equipo por siempre venir a verme.

- Entonces, ven conmigo -sentí sus manos tomar de mis mejillas y obligarme a verlo-. Acompañame ¿Sí?

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- ¡Soobin eres un vago! -el grito de Mao se hizo presente al ver cómo el mencionado se había sentado después de un entrenamiento- ¡Así no llegarás ni a la esquina!

Suspiré con cansancio al haber intentado por décima vez leer el libro, pero con el ruido de la pelota dando bote, los zapatos de los chicos al hacer contacto con el suelo y los gritos de mi amiga no ayudaban. Cerré el libro y lo guarde en mi mochila, para centrarme en mi acompañante quién me miraba de manera fija.

- ¿No deberías de estar en el hospital? -pregunté recordando que hace unos días se había desmayado a causa de la anemia.

- Resulta que me escapé -su falta de preocupación en su respuesta, me molestó, si seguía así nunca podría venir de manera tranquila a clases-, porque un pajarito me dijo qué estás de novia con Beomgyu ¿Es cierto eso?

Mis orejas y mis mejillas tomaron color, desviando mi mirada de mi amiga y concentrarme en el castaño que estaba en la cancha. Cosa que no funcionó; el también estaba mirando en dirección a nosotras y la sonrisa que me dedicó fue suficiente para que estallara de le vergüenza. Escondí mi cabeza con la mochila evitando contacto visual con todos. Sacudí mi cabeza en forma de negación.

- Oh vamos, Soobyl me dijo que los pilló comiéndose fuera de su apartamento y que su hermanastra casí se lanzaba del octavo piso con tal de separarlos.

Sonreí al recordar aquello. Resulta que mi hermanita, grabó la reacción de nuestra futura hermanastra y déjenme hacerles saber, que aquello no tenía precio alguno. Aunque muchas veces intentó que tuviera un accidente grave para faltar varios días al instituto o simplemente, quería que muriera de una vez por todas.

Es más probable la segunda opción.

- La verdad, es que no estamos saliendo -comenté al levantar mi cabeza y abrazar mi mochila-. O sea, él se declaró y sí, nos besamos, pero yo nunca me declaré... Tan sólo le seguí el beso.

- ¿Se lo seguiste por lastima?

- ¿Qué? -la miré un tanto sorprendida, Mao tan sólo me miraba de manera sería y fría, acción que me dolió.

- Escúchame bien, Sookja. Si llegas a lastimar a ese pobre chico, no solamente esa loca te atacará, yo también lo haré y me importa un carajo que seas mi única amiga... No está bien jugar con los sentimientos de los demás, así que es mejor que empieces a aclarar tus sentimientos ahora y no lo hagas sufrir.

Mordí mi labio inferior para después observar a Beomgyu quién sonreía con vergüenza al ser molestado por Soobin y Huening. Yo, nunca sería capaz de hacer algo así. No sé por quién me estaba tomando Mao, pero yo no sería capaz de jugar con los sentimientos de alguien. Y sí, puede que esté un poco confusa con mis sentimientos, pero lo que si sabía, era que aquellos florecían para el lado del castaño. Disfrutaba de su compañía, de sus roces con mis manos; los abrazos que me brindaba, su adictiva fragancia; las caricias que me da y de esos brillantes ojos que me brindaba después de darle algún cumplido, o el haberle dicho algo meloso. Amaba esa reacción en él, sus ojos se convertían en galaxias qué me fascinaba ver.

Sonreí al recordar ese día, después de eso beso y ver sus ojos brillar con tanta intensidad, me hizo sentir miles de sensaciones en mi estómago.

Cubrí mis manos con las mangas de la chaqueta del castaño, a la vez que sentía mis mejillas volver a calentarse. Sí, resulta que aún no le devuelvo el abrigo al chico, realmente amaba como su fragancia me abrazaba y me hacía sentir segura, por lo cual, no se la entregaría en un largo tiempo.

- Yo.. me estoy enamorando, Mao.

Mi amiga escupió su jugo para después sentí su mirada en mí, pero no le tomaba importancia; estaba tan concentrada viendo la sonrisa del chico quién me hacía perder la cabeza, que todo a mi alrededor me importaba bien poco.



Ahahahahahahahahahahahahahahha, bueno pues ya falta bien poquito para que lean un capitulo escrito por mua... me un poco nerviosa para ser sincera

𝘓𝘐𝘉𝘙𝘈𝘙𝘠 𝘔𝘖𝘜𝘚𝘌  》》 𝘊. 𝘉𝘌𝘖𝘔𝘎𝘠𝘜  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora