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𝟕

Segunda salida
capítulo siete
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Observaba la decoración a mí alrededor, era simple de un estilo aesthetic. Me encontraba en una mesa de la cafetería a la cual Beomgyu me había llevado, desde donde me encontraba podía verlo pagando por nuestro pedido, yo también habría pagado, pero el se negó hasta que me aburrió y dejé qué pagara por mí.

Empecé a jugar con mis manos, las cuales se encontraban en mi regazo, en un intento de calmar mi nerviosismo de este momento. Aunque esto me pareció extraño ¿No qué iba a salir con Leejun? Entonces ¿Por qué está aquí conmigo?

No preguntes, sólo disfruta -me reproche al ver como el chico se acercaba a nuestra mesa.

Volví a mirar mis manos, sin saber que hacer, empecé a sentirme un poco incómoda por el silencio que se había formado entre nosotros ¡No sabía que carajos decirle!

- P-pense que estabas con Leejun -solté de la nada, provocando que empezara a arrepentir de mi comentario.

- Quería pasar tiempo con mi novia ya que me ha estado evitando estos días -mi corazón se detuvo, y mis mejillas empezaron a arder fuertemente. Mordí mi labio inferior a la vez que miraba hacía la salida del local ¿Estaría bien si salgo corriendo?-, o esa fue mi excusa para deshacerme de ella.

Sonreí con algo de pena. Debía de imaginarmelo.

- Y también fue tu excusa cuando fue a buscarme un día a la biblioteca -lo miré con sorpresa ¿Cómo se había enterado?-, aún no me dormía por completo cuando fue a buscarme, así que alcance a escucharte.

Listo, me voy.

Me levanté con la mirada atenta y curiosa del castaño- Voy a la baño.

Dicho eso, me acerqué a uno de los trabajadores que me indicó el baño y rápidamente fuí hacía el, para encerrarme en un cubículo. Empecé a Inhalar de forma desesperada, a la vez que intentaba contar hasta diez. Nunca me esperé que él hubiera escuchado esa vez, juraba que estaba completamente dormido.

Salí del cubículo y me apoyé en lavamanos, mirándome fijamente en el espejo. Mi rostro estaba rojo, oficialmente acabó de dejar de ser un humano, soy un tómate andante. Suspiré con rendimiento, abrí la llave para después mojar mi rostro.

Tengo que enfrentar esto, me pasa por hablar antes de pensar.

Me limpié el rostro con las mangas de la chaqueta de mi uniforme, y salir en dirección a dónde se encontraba mi compañía, quién estaba hablando con chico, que por raras razones se me era conocido.

Al llegar a la mesa Beomgyu y el otro chico me miraron, logrando que me sintiera un tanto incómoda por sus miradas en mí. Acaricié mí brazos a la vez que miraba hacia otro lado, dejando que el sudor empezara a empaparme otra vez. Ésto se está volviendo un mal hábito en mí.

- Tú eres la chica de la comisaría -el otro chico habló a la vez que me observaba, yo lo miré con confusión-, fue aquella vez después del partido de baloncesto.

- Ah, sí... -ahora que lo observaba, era el chico qué estaba con mamá, creo que él se hizo cargo de los chicos.

- Mi nombre es Choi Yeonjun -me extendió su mano a la vez que la aceptaba-, no es necesario que me digas tú nombre, ya lo sé -okey, ésto me dió miedo-. Beomgyu no para de hablar de ti dice qué er-

- ¡A-ah Hyung! ¿N-no tiene que seguir trabajando? -interrumpió a la vez que tomaba de su café- Ya nos dió nuestro pedido, ahora siga con su trabajo y a ver si así no se pone bocazas.