•Margaritas• / Taemin

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       A las ocho de la mañana él muchacho miraba por al ventana a la chica que vendía en la plaza. Sonreía al verla tan contenta y animada, atendiendo a la gente como se debía hacer.

-Esa mujer no es normal- Susurro con una sonrisa. Bajo a la sala principal y se sentó en la mesa, enseguida salió la hija de la  sirvienta a traerle el desayuno.
-Buen día María- Saludo él hombre,beso la mejilla de la niña y sonrió.
-Buen día Señor Lee- Respondió animada,dejo la bandeja con su té y sus bollos en la mesa.
      La niña se retiró y Taemin comenzó a desayunar. Su momento de confort se acabó cuando bajo su padre de las escaleras y se sentó a su lado.

-¿Cómo dormiste muchacho?-Pregunto tomando uno de los bollos y devorándolo como perro hambriento.
-Bastante bien padre- Respondió secamente.
-Me alegro,hijo... Debo comentarte algo sobre lo que ocurrió ayer- Taemin miro a su progenitor con atención.
-Soy todo oídos-
-Bueno,cuando llegaste habían muchas jovencitas y bueno... Tu hermano está casado y tiene dos hijos...- A él joven se le estaba complicando entender lo que su padre quería decirle.
-Si,¿Qué quieres decir con eso?- Pregunto confundido.
-Que debes casarte con alguna mujer ,Taemin,y ayer habían unas mujer... ¡MUY!-Él Señor Max golpeó la mesa con toda su fuerza-Muy bellas...- Sonrió pícaro. Taemin miraba al mayor con algo de repugnancia.
-No... Por ahora no puedo padre-
-¡No me hagas enojar Taemin!-Grito enojado- O buscas una mujer para casarte o te busco yo a una mujer- Él pelinegro se levantó de la mesa.
-¿Cuánto tiempo tengo?- Pregunto mientras acomodaba su camisa.
-Dos meses- Respondió con amargura.
       Taemin miro hacia la ventana que tenía vista a la plaza,observó a la jovencita y se mordió levemente el labio.
-Acepto- Contesto animado.

      Pasaron las horas y  salió de su oficina estaba algo estresado por no poder seguir con sus escrituras. Él muchacho era maestro y escritor,no era la gran cosa,pero eso lo hacía feliz.
    Miro su reloj y marcaba las 18:30 de la tarde. Sonrió y salió corriendo hacia el callejón que se dirigía a las casas más alejadas.
     Tocaba puertas y ninguna le daba la información que él necesitaba. Hasta que toco la puerta de una casa.
    Taemin veía la casa y sonrió levemente,la casa de los Gómez,los niños con quién jugaba.  La puerta se abrió y se dejó ver la melena rubia de un muchacho.

-Buenas tardes- Saludo Taemin.
-Buenas tardes- Sonrió él muchacho,él de melena rubia se quedó mirándolo un largo rato.-Dios mío... ¿Taemin?-Pregunto algo confundido.
-¡Si!- Grito con una sonrisa- Esa melena rubia no te la quita nadie Arturo- Los hombre se abrazaron y comenzaron a reír.
-Vaya estás hecho todo un  Señor- Sonrió pícaro Arturo.
-No te has quedado atrás niñito- Ambos rieron levemente-Oye... Estoy buscando a una chica- Hablo directamente.
-¿Que chica?- Pregunto pícaro.
-Ella tiene un cabello algo castaño claro... Es delgada y un poco alta ... Ayer fue a mi casa y la vi correr hacia este callejón pero no tengo idea de dónde vive- Arturo lo miro y sonrió pícaro,dándose cuenta de lo que había ocurrido la noche anterior.
-Esta en mi patio trasero- Taemin ingreso a la casa junto con él rubio.

        La joven colgaba la ropa en su soga,mientras miraba a su hermana leer un libro. Colgó un vestido de su madre y escucho un silbido a lo lejos. Sarah miraba hacia los lados buscando al que generaba ese ruido. Volvió el silbido coqueto y ella lo ignoro. Su hermana se marchó hacia dentro de la casa. Dejo la palagana en el suelo y se acercó a recoger los libros.

-¿Tienes más mermelada?-Se tenso ante la ronca voz que la saco de sus pensamientos. Volteo lentamente y vio al joven con un frasco de mermelada de fresa en la mesa.
-¿Qué haces aquí?- Pregunto nerviosa.
-¿Que haces tú aquí?-Pregunto lamiendo su dedo con la mermelada.- Eres mala mintiendo bella- Sonrió coqueto y se acercó a ella.
-No se de qué hablas,Taemin- La joven  lo miraba algo asustada.
-Hablo de que me mentiste Sarah- Respondió dolido.-¿Que pasa? ¿Acaso no me extrañas? Sabes,te encontraba conocida pero aún no sabía quién eras,está que te Vi hoy en la plaza, y bueno... Tu hermano me ayudó gracias a la información que le dí- Acarició su cabello lentamente.
-No te conozco- Quito la mano del muchacho y se acercó a la soga y siguió colgando ropa.
-¿Acaso te olvidaste de tu caballero?- Se acercó lentamente y la abrazo por detrás y apoyo su barbilla en el hombro delgado de la jovencita.-¿Olvidaste cuando te bese?- Susurro en su oído coquetamente.
    Sarah cerró sus ojos y soltó un pequeño suspiro tratando de calmarse. Aunque se le hacía imposible ya que tenía dos grandes manos sobre sus caderas y los labios del hombre que apenas volvió a ver estaban en su mejilla.

-No soy una mujer fácil,Taemin- Susurro.
-Nunca lo fuiste y nunca lo serás- Acarició lentamente el vientre de la muchacha-Pero te juro que te conquistare y te enseñaré todo lo que querías que supiera... Te daré una vida distinta a la que tienes...- Dio un último beso en el cuello de la joven y se retiró lentamente.