Insurgentes.

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«Tienes que hacer lo opuesto de lo que la gente se espera. ¿De qué otra manera los sorprenderías?» -Viktor, Yuri!!! On Ice, MAPPA, Sayo Yamamoto y Mitsurō Kubo.

Hacía días que Viktor no visitaba a Yuuri, él pensaba que era por la discusión que tuvieron semanas atrás, pero su Omega interno comenzaba a desesperarse por saber del Alfa. No tenía muchas cosas que hacer dentro de aquel lugar, se aburría seguido sin Viktor ahí, aunque no se quejaba, tenía varios amigos que le hacían compañía; a decir verdad, cuando llegó al lugar de procreación no pensaba que podría ser un buen sitio, pensaba que sería más parecido al infierno que a un lugar en el que los Omegas tuvieran una buena calidad de vida. Claramente odiaba estar encerrado todo el tiempo y odiaba aún más que los obligaran a tener crías, pero fuera de eso el ambiente era cómodo, los dejaban tener vida social dentro del sitio y les daban todas las comodidades que se podrían pedir, Yuuri sabía la razón, sabía que lo hacían con tal de que no se fueran con los Insurgentes, que no trataran de escapar y, sobre todo, que no se vieran mal frente a los Alfas Sangre Pura que los visitaban. Ahora mismo iba de camino al cuarto de Pichit, su mejor amigo, no lo había visto por ningún lugar y, según tenía entendido, nadie lo había "pedido" para ese día.

—¿Estás ahí, Pi?— llevaba unos cuantos segundos tocando la puerta sin obtener respuesta.

—¿Buscas a Pichit?— Yuuri dio un brinco cuando oyó una voz femenina muy cerca de él.

—No te asustes, pequeño, no mordemos— Sara Crispino e Isabella Yang, las cuales iban saliendo de la habitación continua a la de Pichit, se rieron.

—Hagan ruido antes de acercarse a alguien de esa manera— Yuuri respiró hondo tratando de regular su respiración —¿han visto a Pichit?

—Sí, se ha ido con mi hermano a la habitación de Guang— aclaró la Omega de ojos azules.

—De hecho, íbamos para allá— añadió Isabella.

—¿Por qué todos van para allá?—interrogó Yuuri.

—¿Pichit, alias "tu mejor amigo", no te invitó?— las dos se miraron sorprendidas cuando Yuuri negó a lo dicho por Sara.

—No importa, vamos, al parecer Pichit tiene algo importante que decirnos— Isabella agarró a los dos por los brazos y los arrastró hasta la habitación de Michele.

—Aún no puedo creer que tu hermano sea un Omega— Yuuri rompió el silencio cuando Isabella los soltó a mitad del pasillo, Sara rió.

—Nadie lo creía— se encogió de hombros.

—La verdad, por su actitud, no lo parece— Isabella le dio la razón a Yuuri.

—Cuando lo vi salir de tu habitación pensé que era tu Alfa.

—Todos creyeron eso cuando nos vieron juntos por primera vez— volvió a reír —por desgracia para todos, no es así. Tiene una actitud de Alfa, pero no nació siquiera como Beta, nació Omega, así que los dos terminamos aquí.

—Que mala suerte— Yuuri sonrió melancólico —Mi hermana si es una Alfa. Aunque a veces tiene actitud de Beta.

—Yo también tengo actitud de Alfa— mencionó Isabella, ganándose una mirada de desaprobación por parte de Sara.

—Supongo que las cosas son así después de todo— la Omega de ojos morados abrazó a Yuuri —Algún día volverás con ella, ya lo verás.

—¿Cómo es que la recuerdas? Eras muy pequeño cuando llegaste a vivir con los Nikiforov, según yo— preguntó sin intención alguna Isabella, ganándose un golpe y otra mirada de desaprobación de la morocha.

Lazos ProhibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora