S e i s: Presión.

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— ¿Qué estás haciendo? —pregunto con curiosidad, causándole cierta molestia.

Evito suspirar al morderse el labio inferior, acomodando el micrófono en su oreja mientras ralentizaba el paso. Al hacerlo se estiro logrando así que sonara uno que otra articulación.

— ¿Qué estás haciendo? —repitió su pregunta con mofa, escuchando un agrio sonido desde el otro lado en respuesta.

— ¡No repitas mi pregunta! —se quejó en un chillido Hyun.

—¡Entonces deja de hacerla! —grito a la línea, importándole poco que se encontrara en la universidad, había tomado educación física para sus días más despejados y había dejado la clase a primera hora, en aquel momento estaba corriendo por puro placer de hacerlo, no porque debía— ¿Cuántas veces van ya? No sé, ¿Novecientas? Es que te lo juro, vuelves a hacerlo y te mandare de una patada hasta china.

El silencio en la otra línea le dejo claro que su amigo había colgado mientras lo regañaba, lamio su labio inferior furiosa.

¡Ese idiota! —pensó, colérica.

—¿He hecho algo que te moleste? —la pregunta llego desde su espalda, provocándole un susto que la hizo dar un pequeño salto, girándose con rapidez encontró a uno de los amigos de Jimin detrás de ella, Jungkook.

El chico del té.

—Oh, no, no—negó con rapidez y ladeo el rostro, mostrándole el micrófono e auricular en su oreja—. Estaba hablando con un amigo, pero me colgó.

Se rio, pasando a su lado con un ligero movimiento, se unió a él, manteniendo el mismo paso a la hora de trotar.

—No pareces el tipo de chica que se ejercita—comento provocándole diversión.

—No asumas las cosas hasta que estés totalmente seguro, o podrías caer—se encogió de hombros, en respuesta el chico acelero el paso, y fácilmente lo alcanzo, volvió a repetir la acción.

—Te lo advierto, soy muy competitivo—se jacto con una sonrisa maliciosa, otorgándole cierto toque encantador a su rostro y voz.

No se dejaría vencer, por lo que lo alcanzo hasta el punto en que ambos comenzaron a correr en competencia.

Se rio, divertida por la carrera que ambos habían comenzado, estaban por dar la segunda vuelta cuando se vio atraída por una intervención, antes de darse cuenta todo su alrededor se había oscurecido.

Su nuca dolió con fuerza, ardiendo como si quemara.

—¿Kou? —Escucho a través de la neblina— ¡Kou! Demonios, esta inconsciente—ahogo un gemido—. Jimin me matara—se quejó— ¡Hey, tú! ¡Imbécil! ¿Es que acaso no vez que hay gente corriendo?

Quiso reír, aquello se le hizo divertido pero se sentía tan pesada que solo pudo permanecer como estaba, su alrededor estaba oscuro, sin mostrar nada pero podía sentir el hilo del exterior, mostrándole un poco de lo que sucedía.

Era como una intervención, pero no había nada, no mostraba nada. Incertidumbre y oscuridad la rodeaban, sintiendo que le hablaban y tocaban su mejilla, la movían sin lograr hacerla reaccionar. Sintió que su cuerpo repentinamente flotaba pero se encontraba fría, tan helada que temió desaparecer allí.

No había ningún futuro que mostrarle, en su lugar se encontró en una cálida habitación, el olor agradable y maternal logro acelerar su corazón, como una pequeña se adelantó a entrar sin quitarse los zapatos.

Su corazón aleteaba en su pecho, viejos recuerdos, dulces suaves, risas refrescantes y miradas cómplices lograron sacar debilidad de ella.

¡Mami! —desesperación encontró en su propia voz.

Sweet Dream [Park Jimin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora