¿Mi padre esta enamorado?

Capitulo 5- La cita

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Capitulo 5

El timbre de la entrada sonó, vibrando en el aire y haciendo que mi corazón diera un vuelco. Me alisé el vestido con las manos, nerviosa, y me dirigí a la puerta, esperando ver a Luke. Pero cuando la abrí, no fue su sonrisa la que me recibió, sino la figura inesperada de mi padre. El mundo pareció detenerse por un momento, mientras una avalancha de preguntas se arremolinaban en mi mente. ¿Qué hacía él aquí? ¿No debería estar trabajando? ¿Por qué no estaba en su oficina?

—¿Adónde vas tan arreglada? —preguntó mientras cerraba la puerta tras de sí. El tono de su voz me hizo retroceder un paso, aumentando la distancia entre nosotros.

—Tengo una cita con Luke —respondí, tratando de sonar casual—. Hoy es nuestro aniversario... una semana de novios.

Él asintió con una expresión neutra. Su mirada expresaba distintos sentimientos que no podía decifrar 

—Ah, ok. ¿Va a pasar a buscarte?

—Sí.

—¿Adónde van? —insistió, como si tratara de escarbar más allá de lo que yo estaba dispuesta a contarle.

—No sé —murmuré.

—¿Cómo que no sabes? —me miró con incredulidad.

—No sé, papá.

Suspiró y, por un momento, pareció que iba a continuar interrogándome, pero finalmente optó por ceder.

—Bueno, vuelve temprano.

—No —dije con firmeza.

—¿Cómo que no? —sus cejas se fruncieron, reflejando su sorpresa.

—Porque después voy a la casa de Luke.

—¿Entonces te quedas a dormir en la casa de Luke? —su tono se volvió serio, casi amenazante.

—Sí.

El silencio se apoderó de la sala, y la tensión creció hasta que el timbre sonó de nuevo, rompiendo el momento. Esta vez, cuando abrí la puerta, allí estaba Luke, vestido con un traje impecable y sosteniendo un ramo de rosas rojas. Su sonrisa se desvaneció un poco al ver a mi padre sentado en el sofá, comiendo snacks y bostezando con desdén.

—Hola, señor Henderson —saludó Luke, tratando de mantener la compostura.

—Hola, Hemmings —respondió mi padre, apenas girando la cabeza—. Trae a mi niña temprano.

—Ok, señor —contestó Luke, aunque sus ojos buscaron los míos en busca de alguna señal.

Le lancé una mirada rápida a Luke, rogándole silenciosamente que no le hiciera caso. Esta noche no era como las otras; era especial. Esta noche iba a ser la noche en que me convertiría en una mujer, con Luke, la persona que más amaba.

Luke pareció captar mi mensaje. Con una suave presión en mi cintura, me guió hacia su coche. Pero antes de que pudiera abrir la puerta, me tomó de la muñeca y me giró hacia él. De repente, me empujó contra el auto y me besó. Fue un beso intenso, apasionado, lleno de una energía casi salvaje que me dejó sin aliento. Cuando finalmente nos separamos, me pasé la lengua por los labios, saboreando el momento.

—¿Te gustó tanto el beso que te relamiste? —preguntó Luke, arqueando las cejas con picardía.

—Sí, quiero más —dije, coqueteando sin vergüenza.

—Ok, pero aquí no, que está tu papá —susurró, recordándome la presencia de mi padre, a solo unos metros.

—Ok —asentí, conteniendo la risa. Luke me abrió la puerta del coche y subí. Nos dirigimos a un lugar un poco más apartado, aunque no demasiado lejos. Durante el trayecto, no pude evitar inclinarme para besar a Luke en la mejilla, una y otra vez. Cada beso le arrancaba una leve sonrisa y un leve rubor en las mejillas, aunque él permanecía concentrado en el camino. Finalmente, estacionó el coche en un lugar discreto y se quedó inmóvil por un momento, como si estuviera reuniendo valor.