ᴛʜʀᴇᴇ

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Habían pasado tres días desde que Bakugō no había ido a la escuela,  cuatro días desde que le había confesado sus sentimientos.

Había un sentimiento extraño creciendo dentro de él, algo que desconocía y no lograba a entender, era diferente a la soledad que sentía siempre, era diferente al miedo que le tenía a su padre, era diferente al dolor que le causó perder a su madre y a sus hermanos.

Estaba perdido en medio de torbellino de emociones que no conocía, un torbellino que nadie podía entrar más que él.

Solo quería verlo, pero, ¿Tenía el derecho?

Mocoso
Sé que estás leyendo así que contesta el teléfono
¿De qué mierda hablaron Shōto y tú?
Está peor que antes

Los mensajes comenzaron a llegar desde que salió de su casa, las llamadas al segundo día calmandose en el tercer día, volviendo a los mensajes, Shōto, Shōto, siempre era lo mismo, siempre estaba primero su hijo, y lo peor, es que para él era igual, los sentimientos de Shōto era una carga para Bakugō, fueron tan grande que superaron a los propios y lo llevaron a encerrarse, y bueno, que se enfermara porque algunas mordidas se infectaran le pasó la cuenta.

ーBebé, ¿Cómo estaí? ー

ーNo me llamí de esa forma, es asqueroso vieja culia

Dejó su celular sobre el velador apenas su madre entró a su habitación para cambiarle las vendas, no pudo ocultarle nada, apenas llegó y vio su rostro ella corrió a abrazarlo, a revisarlo por completo y sobreprotegerlo después de gritarle que debió llamarle para ir a patearle el trasero a quién lo violó, aunque tuvo que decirle que en realidad no lo violaron, solo se les pasó la mano.

Solo eso, algo de una vez.

¿Para qué intentaba engañarse? Claramente no quería que eso fuera una vez, claramente no quería olvidar el sabor de sus labios, de sus manos firmes, aunque prefería no sentir dolor en realidad le terminó gustando la forma que su gran pene golpeaba dentro de su estómago.

Sintió la mano de su madre sobre la suya, e instintivamente se relajó, no sabe que expresión había puesto pero su madre le miraba feo.

ーVuelve a llamarme culia y todo lo que entre por el trasero será un pepino con alcohol, ¿Entendiste cabro de mierda?ー

Alzó uno de los bordes de sus labios en una sonrisa, ya la veía capaz.

Escuchó el timbre, ¿Quién sería? Era tarde para que fuera el cartero, quizás la bruja no quiso cocinar y había pedido comida.

Bueno, ella fue a ver, aún así, con la curiosidad del niño que era se alzó bastante adolorido de la cama, jura que si ocurre de nuevo va a sacarle la mitad del pene con una mordida, le duele como los mil demonios el culo, tiene que caminar como vaquero para poder avanzar un poco.

Puto viejo.

Se escondió en el borde del pasillo para mirar quién estaba en la puerta sintiendo como el cuerpo se le congelaba y calentaba al mismo tiempo, porque allí, discutiendo con su mamá estaba Natsuo, el hermano mayor de Shōto.

ーTranquila vieja, ese no fue, déjalo pasar ー

Interrumpió cuando su mamá ya estaba por golpear a ese tonto albino que quería intentar entrar a toda costa.

La impulsividad de toda esa familia está en el cuerpo de ese idiota.

Volvió a su habitación lo más digno que podía con un pijama azul con estrellitas mientras caminaba como pato bastante lento, sabe que Natsuo se está desconjonando de la risa al verlo, lo odia, lo jura.

La ultima tentación 『EndeBakuShōto』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora