𝐏 𝐑 𝐄 𝐘 ꗃ ︳⌗𝐊𝐓.𓂅

Capítulo 28.

Esa tarde Jungkook y Taehyung intentaban pasar un momento sin preocupaciones. La tarde antes de encontrar a los demás, una tarde en la que quizás no eran dos jóvenes muertos, con sus espíritus atrapados en aquella casa inmensa donde millones de secretos habían sido escondidos años atrás. Sólo eran Jungkook y Taehyung. Dos jóvenes enamorados, pasando una tarde en el patio, charlando, como personas normales, de temas normales, una vida normal.

Quizás no eran eso, quizás no tenían nada de "normal" pero necesitaban pretenderlo, sólo para no perder la cabeza después de tanto pensar en la muerte.

Y eso hacían. Corriendo por aquel patio, Jungkook perseguía a Taehyung y ambos reían como niños.

-Te atrapé.-Dijo el menor sobre el contrario, ambos tumbados en el césped, sonriéndose el uno al otro.

El mayor se inclinó hacia adelante, besando al menor en los labios.

-Yo te atrapé.

Jungkook rió miró a los ojos a aquél chico del que se había enamorado. Con una mirada ¿podía decirse que había encontrado a la persona con la que quería estar para siempre? Así se sentía Jungkook, lo había encontrado y se negaba a perderlo.

-¿Qué pasa?-Preguntó el mayor al ver que el contrario se separaba y se sentaba de piernas cruzadas con la cabeza gacha, como si algo le molestara.

Taehyung se sorprendió al ver lágrimas en los ojos de Jungkook, una persona que generalmente no acostumbraba a llorar.

Jungkook le había contado al mayor que por las únicas personas que había llorado en su vida habían sido su hermano y su mejor amigo. Generalmente la gente lo tachaba de frío o insensible, desde pequeño había acostumbrado a aguantar cada lágrima gracias a su padre, con el tiempo se hizo una tortura. Jungkook guardó cada emoción sabiendo que algún día iba a explotar, cuando el día llegó supo que era su fin. Las emociones acumuladas lo habían llevado a perder la cabeza y seguido de eso, perderse a sí mismo con su trágica muerte.

Jungkook no lloraba, al principio Taehyung creía que eso lo hacía más fuerte pero notó con el tiempo que acumular emociones te debilitaba por dentro, te consumía hasta que ya no quedaba nada. Ni un rastro de la persona, solo oscuridad y miedo.

Jungkook estaba perdido en su oscuridad pero Taehyung lo había salvado incluso cuando todo parecía perdido, él era su luz. Pero ahora Jungkook parecía volver a tener miedo, la oscuridad volvía a molestarlo.

Tomó la mano del menor y apoyó su cabeza en su hombro, Jungkook suspiró.

-Tengo miedo Tae.

-¿De qué Kookie?

-No quiero perderte.

-No vas a perderme.

-¿Cómo estás tan seguro? No sabemos qué hay después de esto. He hecho mucho daño en el pasado, no me merezco ser feliz en ninguna otra vida.

-Tu pasado no es culpa tuya, tú no elegiste esa vida, tú estabas cegado por la ira y el dolor de perder a tu hermano y aunque eso no era culpa de los demás, las personas de tu entorno podían hacer algo más que burlarse de tu situación, incluso se burlaron de la muerte de tu hermano y... aunque no merecían morir, de alguna forma todos fueron culpables. Estoy seguro de que pase lo que pase, si tú lo quieres y yo también no vamos a separarnos, quizás ahora que hemos aprendido de nuestro pasado, nos merecemos una segunda oportunidad ¿No crees?

-Quiero salir de aquí...pero me aterra pensar que quizás no vuelva a verte. Es estúpido. Busqué tantas respuestas y ahora que las encontramos tengo más miedo de perderte que del que tenía antes por no encontrar una salida jamás.

-Jungkook estoy aquí, no me iré a ninguna parte. No sabemos lo que hay después de esto, tienes razón. Pero incluso si al principio nos separamos te buscaré. Te buscaré por todas partes y no pararé hasta encontrarte. Nada puede separarnos ¿No? La muerte no pudo entonces ¿Qué es peor que la muerte?

-El olvido.

-Es imposible que te olvide, me has marcado para siempre Jungkook, no sólo marcas físicas. Son marcas en mi alma imposibles de borrar.

Se quedaron en silencio un momento y Taehyung volvió a hablar.

-Confía en mí ¿Sí? También tengo miedo pero estoy seguro de que pase lo que pase, no vamos a perdernos el uno al otro, de alguna manera volveremos a estar juntos. Es nuestro destino, no podemos cambiar eso.

-Gracias Tae, gracias por siempre sacarme de mis pensamientos oscuros con tu optimismo. Eres todo lo que siempre quise y más. Prometo encontrarte también, no te dejaré incluso si el destino así lo quiere.

-En ese caso...el destino es un envidioso. Deberíamos probarle que nada nos detendrá.

Jungkook rió y se sintió completo. Besó una vez más los labios de su ahora novio y juntos miraron las estrellas brillando en lo alto del cielo, como cada noche, Jungkook admirando a su estrella favorita y presumiendola, contando anécdotas y cosas sobre ellos mismos que quizás no significaban nada y a la vez significaban todo. Sonrieron cuando vieron pasar velozmente a una preciosa estrella fugaz.

-Pide un deseo.

-Tú, siempre tú.

-Qué coincidencia, deseé lo mismo Tete.