30 de Agosto, 2015.
Era una cálida mañana, la habitación estaba ligeramente iluminada por la luz del sol que entraba por sus ventanas y el viento movía las cortinas que colgaban de estas.
Con una sonrisa, Jungkook estiró su cuerpo como si fuera un gato y un par de gruñidos escaparon de sus labios. Cuando se terminó de estirar, llevó su mano derecha hacia su cara y observó su vacía palma. En dos días, sería su cumpleaños número 16 y eso quería decir que en dos días su palma ya no estaría vacía y vería al fin el nombre de su alma gemela.
Unas risitas escaparon de Jungkook y lanzó un par de pataditas emocionadas en su cama. Con un suspiro, se levantó de su cama y salió de su habitación en dirección a la cocina.
Lo que encontró ahí no era muy placentero para la vista y Jungkook sintió como un nudo se formaba en su estómago.
En la mesa de la cocina, se encontraban sus padres, evidentemente esperándolo y con gestos de preocupación invadiendo sus caras. Con pasos cautelosos, se acercó a la mesa y tomó asiento.
— ¿Qué pasa? —Preguntó Jungkook cuando ya no pudo soportar más el silencio y las miradas penetrantes de sus padres. Su madre tomó un amargo suspiro y entrelazó sus manos, un guante rojo adornando su mano derecha, como siempre lo había hecho. Cuando era pequeño, para Jungkook era extraño ver que sus padres aún usaban los guantes, pero luego le habían explicado que los nombres eran tan preciados para ellos que decidieron mantenerlos ocultos para las demás personas.
—Tenemos que decirte algo, hijo. — Empezó su madre y era evidente que se le dificultaba muchísimo sacar las palabras de su boca. —Lamentamos hacerlo tan cercano a tu cumpleaños, pero esto no puede esperar más... mira, Kookie...
—Nos vamos a divorciar, Jungkook. — Dijo su padre al ver que su madre no podía terminar la oración. —Lo lamentamos mucho hijo, pero ya está decidido.
—Esperen, ¿qué? — Preguntó un confundido Jungkook. — ¿Cómo se van a divorciar? ¡No pueden hacerlo, son almas gemelas! — Siguió el azabache ya un poco desesperado.
—Algunas veces la vida y el destino se equivocan hijo y no podemos hacer nada al respecto. — Le dijo su padre muy frío. Su madre a su lado se mantenía con la mirada baja, lágrimas brotando de sus ojos.
—Pero... — objetó Jungkook con su voz quebrada. —No entiendo, no entiendo cómo pudo-
—Ya fue suficiente, Kook. — Lo interrumpió su padre. —Vete a tu habitación.
Jungkook pasaba sus llorosos ojos de su madre a su padre, buscando ALGO que le explicara qué diablos estaba sucediendo. Pero no encontró nada que le ayudara... en su padre encontró una mirada fría y en su madre encontró impotencia.
—Supongo que las almas gemelas no existen, ¿cierto? — Espetó Jungkook y se levantó rápido de su asiento, corriendo hacia su habitación y cerrando su puerta con fuerza, el golpe de esta resonando por toda la casa.
En su habitación Jungkook lloró y lloró y sintió como sus esperanzas de ser feliz con su alma gemela se desmoronaban. Cuando se calmó un poco, sacó el guante que guardaba con aprecio en su escritorio y muy decidido se lo colocó en su vacía mano.
Las almas gemelas no existen, así que, ¿para qué querer saber el nombre de la suya?
Ese día Jungkook decidió no quitarse nunca el guante. Ni siquiera cuando llegó el día de su cumpleaños y un cosquilleo intenso se apoderó de su mano. Ni siquiera cuando el cosquilleo se detuvo y Jungkook sabía que ya tenía un nombre completo en su palma. Ni siquiera cuando empezó a llamarse a sí mismo como Jeongguk, para evitar ser encontrado.
Ahora, dos años después, Jungkook sigue sin saber el nombre de su alma gemela.
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Almas Gemelas 운명 "Kookmin"
FanfictionTodas las personas tienen el nombre de su alma gemela en la palma de sus manos. Solo que Jungkook decidió que su alma gemela no existía y cubrió su mano para no ser encontrado. Lo que él no sabía es que el destino puede ser muy astuto. ゚.*・。゚゚.*・。゚゚...