Almas Gemelas 운명 "Kookmin"

O7

—Joven Park, esta es la última vez que se lo advierto. Preste atención a la clase o me veré en la obligación de enviarlo a la dirección.

—Disculpe profesora. — JiMin respondió avergonzado y bajó su mirada; podía sentir como todos en la clase tenían sus ojos sobre él.

Segundos después, un papelito cayó sobre su mesa y sin mirar, supo que el papel venía de TaeHyung. JiMin llevaba las materias avanzadas, así que podía compartir clases con su mejor amigo. Con sutileza y evitando llamar la atención de la profesora, abrió el papel y leyó las palabras escritas.

Minnie, ¿qué sucede? Has estado con la mirada perdida durante toda la clase.

JiMin suspiró cansado y escribió una respuesta en el pequeño papel.

No dormí bien. En el almuerzo te explico.

El ojiazul lanzó el papelito hacia su mejor amigo y con el rabillo de su ojo lo vio leer y luego asentir con su cabeza.

☹

—Ahora sí, explícate. — TaeHyung dijo cuándo se sentó frente a JiMin y el rubio solo pudo soltar un suspiro cansado. Amaba a su mejor amigo, habían sido unidos desde muy niños y tenían una conexión muy fuerte, pero algunas veces JiMin quería analizar las cosas un poco antes de tener que verbalizarlas. A pesar de esto, estaba realmente agradecido por el apoyo del castaño y comprendía que su amigo lo hacía para ayudarlo y protegerlo.

—Estoy muy confundido Tae, todo esto del chico de la cafetería me tiene sin dormir en las noches y sin poder concentrarme en el día.

—Hmmm. ¿Quieres saber qué opino? — Preguntó TaeHyung mientras revolvía la comida en su plato. JiMin solo asintió. — Yo opino que deberías darte unos días antes de volver a la cafetería. Entiendo, o trato de entender, la intriga que te genera este chico pero creo que sería prudente que dejes a tu mente descansar de eso. Recuerda que recién obtuviste tu marca, acostúmbrate a ella y escúchala.

—Supongo que tienes razón.

☹

JiMin realmente planeaba hacerle caso a su mejor amigo, de verdad que sí, pero su corazón le seguía insistiendo en volver a la cafetería.

Sabía que era sensato lo que TaeHyung le había dicho y en su mente seguía sintiendo que le estaba siendo infiel a su alma gemela, pero no estaba haciendo nada malo, ¿cierto? solo quería indagar un poco en aquel chico, solo eso...

Con este pensamiento, JiMin se dirigió hacia la cafetería pero cuando se acercaba cada vez más a ella, más dudaba en entrar... es decir, este sería el tercer día seguido en visitar la cafetería, ¿no resultaría eso extraño?

Pero en las películas siempre van las personas a una cafetería a diario... ¡y el café era muy rico, por eso volvía!

Miles de excusas giraban por la cabeza del ojiazul, pero sabía que no engañaba a nadie. Y además el chico probablemente creería que JiMin lo estaba acosando... lo cual, de cierta manera, realmente estaba haciendo.

— ¿Vas a entrar? — Sonó desde la puerta abierta de la cafetería y JiMin se sobresaltó; ni siquiera se había percatado de que ya había llegado. El ojiazul dirigió la mirada hacia la fuente de la voz y ahí estaba el ladrón de sus sueños, Jeongguk.

— ¡Oh! Hola, eh... sí, supongo, claro, por eso estoy aquí... de pie... frente a la puerta, sí. — JiMin balbuceó y deseó con todas sus fuerzas poder ser capaz de patearse a sí mismo. '¿Segunda vez que cruzan palabras y tenías que hacer un vómito de balbuceos sin sentido?' JiMin pensó pero su pensamiento se perdió cuando vio que una esquina de la boca de Jeongguk se alzó como si deseara sonreír, pero el gesto desapareció tan pronto inició.

—Adelante. — Jeongguk dijo y JiMin no pudo hacer más que obedecer: el chico estaba viéndolo fijamente a los ojos y JiMin no quería ser quien lo rompiera. Cuando JiMin estuvo con ambos pies dentro, Jeongguk se volteó y empezó a caminar en dirección a la caja y el rubio lo siguió como si fuera un perrito.

— ¿Cuál sería tu orden? — Preguntó el ojinegro.

—Vainilla Latte.

—Gracias JiMin, serían $5 y retiras tu café en la ventanilla.

Y no fue hasta que JiMin estaba en su habitación, viendo al techo y listo para dormir que se percató de que Jeongguk no le había preguntado su nombre... es decir, lo recordaba.

Esa noche, decidió que hacerse amigo de Jeongguk sería su nueva misión.