Caminos...

Baile

¡Al fin las vacaciones! Pensaba Mateo, tanto estudio y ahora tengo 2 semanas de descanso, alegría, paz, creo. No sé si mi hermana me dejara dormir pero por lo que pienso creo que sí. Pero quiero juntarme con mis amigos, últimamente hemos hecho un nuevo grupo, somos 7: Luli (es hermosa, nunca la vi de esa forma pero ahora cuando la miro fijamente es la chica más linda que pude ver), Lau (no es de mi tipo pero es muy buena persona, descubrí cosas que si no me las hubiera dicho no las hubiese sabido por nadie, según ella sus padres se pegan entre ellos mientras tienen relaciones y ella piensa que es porque se odian y en ese momento entre todos nos empezamos a reír mientras ella no entendía nada de lo que ocurría porque no sabía que quería decir eso), Cielo (amo su pelo, y aunque a veces es muy histérica como cualquier mujer es una amiga en la cual se puede confiar, y bastante, es como mi confidente), Juli (es muy linda pero es muy obvio de que gusta de Thiago y de que el gusta de ella, ambos se gustan pero no lo saben, he querido juntarlos y dejarlos solos pero siempre saben escapar uno del otro y eso es demasiado malo porque entonces nunca van a poder estar juntos, estaba pensando en hacer un grupo en Whatsapp con todos ellos excepto Juli y Thiago obviamente, así podemos ver como juntarlos porque son el uno para el otro), Oka ( el ya era mi amigo desde antes y aunque no va a nuestra escuela siempre cuando salimos lo integramos porque a todos le cayó bien),Thiago (es una persona muy buena, es como Cielo con la diferencia de que el es varón, son iguales y ambos son los mejores amigos y confidentes que puedo tener).

Hoy es mi gran día, hoy es nuestro primer baile y me dejaron ir, lo bueno es que Luli va a ir, así que le voy a confesar que me gusta y si veo que ella me deja le daré un beso... espero que se deje porque yo...

-¡Mateo! Veni a ayudarme con tu hermana, no sé como calmarla- dijo Lucia, el sabia que le pasaba a su hermana, quería jugar pero Lucia siempre estaba ocupada con su trabajo entonces él era el único que podía tranquilizarla.

-¡Ya va!- dijo terminando de ordenar su cama, estaba nerviosísimo, esa noche se iba a animar a todo, iba a dejar de ser ese chico tímido con ella, le iba a decir todo lo que sentía, como se le revolvía la panza cuando la veía, como se ponía colorado cuando ella le decía que él era muy bueno, como le latía el corazón cuando ella le daba un beso de despedida.

Bajo las escaleras corriendo y fue hasta la pieza de su hermana y la vio allí, sentada enojada tirando todo lo que le daban- Dale Mateo que estoy llegando tarde al trabajo, tu papa va a llegar un poco tarde así que te deje un sándwich en la heladera ¿Si?  Pórtate bien y cuida a tu hermana, vos sabes cómo ponerla bien.- dijo dándole un beso de esos que lo hacían olvidar de todo y recordaba esas noches que ella le daba un beso de esos en la frente y le decía que lo amaba mucho, aunque todavía lo hacia él no lo notaba- A ver mi bebota chillona- dijo con esa voz que hacen los padres cuando hablan con un bebe- Te vas a portar bien con el hermanito ¿No? Mira que a mí me cuentan todo picarona... te amo Anita... cuida a tu hermanito ¡Jaja! Bueno chau mis amores-dijo y se fue, pudo escuchar cuando se cerró la puerta de atrás.

-Bueno Ana, ¿Quieres que vallamos a mirar tus dibujitos preferidos en la tele?- ella sonrió y empezó a entusiasmarse, ya sabía de lo que Mateo estaba hablando así que alzo sus pequeños brazos para que él le hiciera upa.

Las horas pasaban como relámpagos y llego Lautaro con una pizza extra grande solo para ellos dos y un chupete nuevo para la bebita  de la casa.

El adoraba a su padre, era la mejor persona que conocía, siempre hacían cosas de hombres, excepto en la cena a la cual Lucia le gustaba experimentar comidas raras pero sumamente deliciosas.

-Llegue con el almuerzo mis pequeños...- dijo Lautaro muy alegro y como siempre con una sonrisa en la cara.

-Hola pa, Anita ya se durmió y no chillo en todo el día.- dijo Mateo