Capítulo 4.

310 14 0
                                    

Luego de que me di cuenta del error que había cometido, me fui dejando a Connor hablando solo por que:
1) llegaría tarde para prepararme para la boda de Alaia
y 2) esto había sido un terrible error, no acostumbraba a quedarme en las casas de mis clientes y esta no debía ser la excepción.

Sumida en mis pensamientos, me senté a esperar en subte y en cuanto llego, me subi reprochandome el hecho de no dejar de pensar en Connor, solo esperaba que mi madre no estuviera, no quería escucharla.
---------------------------------------------------------

Me baje en la parada de mi casa y entre a ella tratando de hacer el menor ruido posible, cosa que no sirvió por qué mi madre estaba sentada en el sofá, y en cuanto me vio, lanzó el grito al aire.

-¡¿Dónde diablos estabas?! ¡¿Crees que puedes irte y volver a la hora que quieras?!

¿Acaso estaba preocupada por mi? -pense.-

-Me quedé a dormir en lo de Alaia, hoy es su boda y esta algo nerviosa. Mentí rápidamente.

Mi madre me miró tratando de buscar algún gesto en mi que le indicara que estaba mintiendo pero no lo encontró, dio media vuelta y se fue a su habitación.

Suspiré aliviada y me dirigí a mi cuarto para comenzar a alistarme.

Entro a la ducha y luego de 10 minutos salgo con una toalla en el cuerpo, luego busco mi ropa interior negra y me la pongo, me maquilló de una forma sencilla y luego me ondulo el cabello formando un rodete en la forma parte de atrás. Con mucho cuidado, busco mi vestido, es color vino, largo y con los hombros descubiertos. Me miró en el espejo una última vez sonriendo por lo que veo y tomó mi celular para llamar a Alaia.

-¡Hola! ¿Ya estás lista futura esposa?

-¡Si!-responde en un chillido emocionada- ¿Ya vienes a casa? Recuerdas que eres mi dama de honor.

-Si, de hecho estaba saliendo para allá. Nos vemos ahí cariño.

-Adios.

Cuelgo y salgo a buscar un taxi, que para mi suerte, consigo rápido, le doy la dirección y en menos de lo que espero llego. Pagó el viaje y caminó a la casa moviéndome directamente a la habitación en la que se que está Alaia. Doy unos golpes en la puerta y entro antes de que respondas.

-¡Estas hermosa! -chilló al verla y voltea a verme.

-Tu tampoco estás nada mal. -Se acerca a mi y me abraza.- Estas distinta...¿paso algo?

-No, lo de siempre. Anoche estuve con un cliente y cometí el terrible error de quedarme dormida.

-Quizas no sea tan terrible, ¿al menos sabes como se llama.?

-Connor o algo así.-Finjo no saber, por qué se lo que dirá.

-Uno de los amigos de Luca se llama asi, quizás sea el y con suerte lo veas hoy.

Ojalá no, pensé.

Cuando se hizo la hora de que tuviéramos que salir para la iglesia, ayude a Alaia con los últimos retoques y, saliendo de la habitación me crucé a Connor. Trate de ignorarlo, pero habló.

-¿Siempre sueles irte así al amanecer.?

Tome aire y me enfrente a verlo, para dejarle las cosas claras.
-Lo de anoche fue un error ¿vale? Nunca debí quedarme dormida, solo eres alguien que pagó por acostarse conmigo.

El me dio una mirada incrédula y estaba por abrir la boca para decir algo pero fui más rapida y no lo dejé.

-Solo fue eso Connor. Tengo que irme. Di media vuelta y baje las escaleras para irme con Alaia.
--------------------------------------------------------
El caminó a la iglesia fue tranquilo, Alaia notó que no quería hablar del asunto y lo dejo estar, cosa que agradecí. Cuando llegamos me bajé con Alaia detrás mío y antes de que sonara la marcha nupcial indicando que debíamos entrar, sonreí viéndola y le deseé lo mejor del mundo, ella se lo merecía. Caminé con el ramo de flores que me había dado su madre y vi a Connor al lado de Luca, desvie la vista de inmediato y me coloqué en mi lugar, viendo como entraba Alaia.

Alaia llegó junto a Luca y el sacerdote inició la ceremonia, no estuve tranquila ya que sentía una mirada penetrante a mi costado, y sabía de quien era pero no iba a voltear a verlo. Alaia y Luca intercambiaron los votos y el sacerdote dio por terminada la ceremonia con el famoso "Puede besar a la novia." Me acerqué a felicitarlos y les dije que los veria en el salón. Debía conseguir un taxi para llegar.

Mientras esperaba el taxi, alguien se posicionó a mi lado.

-Te llego a la fiesta, no hace falta que esperes un taxi.

Negué con la cabeza y respondí: -No hace falta, el taxi esta por llegar.

-Llegaras después que los novios. Pronunció y señalo el auto en el que iba Alaia y Luca iban a la fiesta.

Maldije internamente y acepté. Me subí a su camioneta y el transcurso, gracias a Dios y la vírgen, fue silencioso. En cuanto llegamos, me bajé sin darle tiempo de decir algo y entré al salón. El resto de la fiesta lo evité lo más que pude, caminé a la barra y me senté en una silla. Pensaba pasar toda la noche ahí.

Luego de varios tragos, ya sentía el calor en mi cuerpo y apenas podía decir algo coherente, cuando Connor tuvo la maravillosa idea de sentarse junto a mi. Si no estaba viendo mal, el también estaba algo borracho.

-¿Quieres bailar? -pregunte arrastrando las palabras. Ya mañana tendría tiempo de lamentarme.

No respondió y me tomó de la mano guiándome al centro de la pista. Pase mis brazos por su cuello, y el me rodeó con sus brazos la cintura. Estaba tan fuera de mi que no sabía sobre qué hablar e hice lo primero que se me cruzó por la cabeza. Lo besé. Y el me correspondió el beso.

El beso fue subiendo de intensidad y Connor no dejaba las manos quietas. Me separé y susurré: -Hay gente.

-Vamos a mi departamento.

Asentí sin pensarlo dos veces y salimos del salón. Cuando llegamos a su auto, fui todo el camino provocándole: besos en el cuello, caricias en su pierna y entre pierna y alguna que otra frase, que, al ser sincera no creo que tuvieran coherencia.

Llegamos al edificio de su departamento, entramos y sin dejarme hablar me cargó entre besos. En el ascensor hubo alguna que otra caricia furtiva, bajamos de este y entramos a su departamento, caminó directamente a su habitación.

Nos despojamos de la ropa entre besos y caricias, me tumbo a la cama y se adentró en mi de un solo movimiento. Gemi al sentirlo y arañe su espalda levemente. Enrrosque mis piernas en su cintura, buscando sentirlo más, estaba perdida en él y quería más.

-Venus...-escuché que gimió-
-No pares...por favor.-Suplique entre gemidos.

Volteo haciendo que quedara encima de él y no deje de moverme en ningún momento. Sentí como se tensó y luego de unos segundos llegamos juntos al orgasmo. Caí rendida junto a él y sentí como la sábana me cubrió. Estaba quedándome dormida y antes de hacerlo escuché como susurro.
-Espero despertar y verte acá.
Algo de lo que me dijo me alegró, pero estaba muy borracha como para distinguir que era y caí rendida.

🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥
¡Hola chicxs! Espero que les esté gustando la historia, dejen sus comentarios. XOXO

·Jugando Con Seducción·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora