Capítulo 6

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Connor:

Ha pasado una semana desde que Venus estuvo conmigo y aceptó tener sexo sin sentimientos de por medio, pero aun asi no la habia visto, así que hoy la iré a buscar para invitarla a cenar. Se podría decir que estoy nervioso, quien lo diria, Vonnor Michels nervioso, pero la verdad es que ella me interesa y no solo para sexo casual,yo veo a Venus como Luca ve a Alaia, es decir, como esposa. Ella es diferente, es real, aparenta ser ruda, fuerte y que solo le importa el trabajo, pero ella es simpatica, dulce, amistosa, ella es de esas personas que sabes que van a estar siempre y eso es lo que más me gusta de ella.

Estoy terminando de abrocharme los botones de mi camisa celeste, que va a juego con unos pantalones vaqueros y  unas vans negras. Salgo de mi apartamento y subo a la camioneta y manejando hasta la casa de Venus.

Averigüe donde vivía por medio de Alaia, quien me susurro unas simples palabras "Metes la pata y vas a estar jodido y no sólo será con ella", solo me reí, pero la verdad es que me asusto.

Cuando llego toco la puerta y me abren, ella lleva unos shorts, una remera de tirantes blanca, pantuflas y un rodete desordenado, pero no está sola; al lado de ella hay un hombre con un cuerpo sacado de una revista, me mira con sorpresa.

-Connor. -exclama- ¿Qué haces aquí?

-Vine a buscarte. -le digo con una sonrisa de boca cerrada- pero parece que estás ocupada. Te dejo para que sigas haciendo lo que sea que haces. -dije dándome media vuelta para irme.

-¡No! -contesta, haciéndome parar en seco- No te vas a ir, porque piensas cosas que no son -se gira hacia el hombre que desconozco- En 5 minutos regresó, si tenes hambre pedí delivery, no pienso cocinar.

Venus agarró una campera y sale conmigo de la casa, era una noche hermosa en el que el viento no estaba presente.

-Mira -digo soltando un suspiro- no me tienes que dar explicaciones si no quieres.
Y era cierto, por más que me doliera, no eramos nada, solo habíamos acordado tener sexo.

-No. -dice tranquila- te las daré por que quiero y puedo hacerlo.

Le hago un gesto con la mano para que siga, se ve nerviosa pero adorable, agacha su cabeza un poco y  unos segundos despues habla.

-Bueno en realidad ya sabes, es por mi mi trabajo. -dice cansada. Llevo haciendo eso tres años.

-¿Tres? ¿Cuántos años tienes? -ella suelta una pequeña risa.

-Quieres sexo conmigo y puede que aún no sea mayor de edad. -Responde divertida.

-Si eres mayor, no aparentas ser menor de edad. -responde con seguridad.

-En realidad no soy menor. Tengo  veintiún años,  llevo trabajando ahí desde los diecisiete. Me siento feliz por Angélica. -Se muy bien que se refiere a la chica que trabaja en mi casa.- Hubiera dado mucho por tener un trabajo así y no tener el que tengo. Tiene la vista en el suelo, paro de caminar y ella lo hace también, lo dudo pero lo hago, la tomó la cara.

-Si no hubieras trabajado ahí, no nos hubiéramos conocido.

Ella suelta una risita.

-No te confundas, yo hubiera preferido tener otro trabajo y, pensándolo si nos hubiéramos conocido, eres amigo de Luca, el esposo de mi mejor amiga. -Sonrie.

-Cierto. Suelto su cara y sigo caminando.

-¿A dónde vamos?

-A un restaurante.

- ¿Iremos así? -pregunta enarcando una ceja.

-¿Así como?

-Por si no lo recuerdas, tengo short, una campera y tenis. -Señala su cuerpo.

-Cierto, regresemos así te cambias. Te doy media hora.

-Okey. -sale corriendo en dirección a su casa y yo la sigo.

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Venus:

Estoy sentada en el asiento de copiloto estoy junto a Connor, se ve jodidamente bien. Llevo un jean de tiro alto roto en las rodillas, una camisa de mangas color gris y unas vans blancas.
Se podria decir que cuando toco mi cara senti algo raro, ni siquiera se como describirlo. El voltea a verme y sonrie, yo le devuelvo la misma sonrisa.

-¿A donde iremos a comer? -Pregunto.

-Mmm... a un restaurante. -dice sonriendo.

-Literalmente,  amo ese restaurante. -Respondo con sarcasmo y él rie.

-Lo se nena -bromeo. Iremos a un restaurante de comida francesa.

-La comida francesa es deliciosa. -digo sonriendo.

-Obviamente es deliciosa. -dice esta última frase, no dando lugar a seguir la conversación y luego de un silencio largo habló:

-¿Te puedo preguntar algo? -dijo y yo asenti-¿Por qué sigues en ese trabajo? ¿Te gustaria trabajar en algo más?

-Claro que si pero no consigo trabajo en otro lugar. No estudio y por lo general prefieren gente con experiencia. Solo soy una puta.

-No digas eso, creeme que hay trabajos que no te piden estudios.

-¿Si? ¿Cómo cuales? -dije con un poco de tristeza.

-Te ayudaré a buscar algo, lo prometo.

No le respondi y no volví a hablar lo que quedaba del viaje. Ya me habían dicho eso y no iba a ilusionarse otra vez.

·Jugando Con Seducción·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora