Si te caes del cielo ¿Eres un ángel, o un demonio?

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POV Lisa

Os preguntaréis dónde estamos en estos instantes.

O no, no lo se, pero asumamos que sí porque si no hay continuidad en esto, nos vamos a la mierda.

A ver, el caso:

Pues ahora mismo estamos en las entrañas de la facultad de medicina, en la enfermería, esperando a que el auxiliar que esta ahí dentro junto a Jennie aparezca. Solo Sana ha entrado, luego ha salido, así que desconozco quien el auxiliar y como de grave esta ese tobillo ya que no se ha dignado a hablar.

No preguntéis cómo la llevamos hasta aquí por que es más que obvio. Me toco a mí llevarla en brazos gracias al gran sentido del humor de Jimin, "Llévala como una princesa y se calmara" y  pues aquí estamos. El timbre ya había sonado, indicando el regreso a clases pero la verdad es que ninguno se levanto. Yo personalmente no quería dejar a Sana sola y se ve que Jimin tampoco, en el caso de Minatozaki, ella se encargaría de que Kim estuviese bien.

Ahora mismo la japonesa a mi izquierda estaba cabizbaja, su cabello tapaba su rostro, estaba en silencio, pensativa.

— Yo creo que están haciendo un ritual satánico. — Dijo Jimin para alegrar el ambiente.

— O jugando a las cartas. — Sonreí aun mirando a Sana con un poco de tristeza.

— A Jen no le gustan las cartas. — Dijo la japonesa alzando la cabeza. Conectamos miradas y pude ver un destello en sus ojos en cuanto la puerta sonó para dar paso a un hombre robusto de cara enjuta con la bata blanca de laboratorio. Se encontraba de pie al lado del marco de la puerta mirándonos fijamente. Sus ojos castaños tenían un poder peculiar, inquietante; parecían estar mirando dentro de mi, dentro de todos los presentes en la sala, como si examinara minuciosamente nuestros pensamientos. No obstante, aquellos ojos no revelaban nada en absoluto acerca de sus propios sentimientos, eran tan opacos como un cristal pintado.

— Señorita Minatozaki. — Dijo con una voz profunda pero suave. Podía notar un acento polaco en su habla. — Su amiga esta bien, solo se ha roto el peroné, nada que una escayola y unas muletas no puedan arreglar. No se preocupe la recuperación será un corto lapso de unas 6 semanas.

Sana hizo una reverencia, pues se había levantado en cuanto el auxiliar apareció por la puerta como si de Jesucristo se tratase.

— ¿Necesitara una silla de ruedas o algo? Unas muletas le pueden ser molestas, sobre todo con lo floja que es... — Dijo Sana preocupada.

— ¡La puerta esta abierta cariño, verás cuando te pille! — Gritó Jennie desde dentro de la enfermería. Claramente estaba de un humor de perros. Yo me limite a sonreír y negar con la cabeza.

— Si usted lo pide señorita, la silla se le será otorgada no se preocupe. — El auxiliar entró de nuevo a la enfermería. Sana me miró, posó su vista en Jimin, y de nuevo en mi.

— Necesitare un poco de ayuda, ¿alguno de vosotros podría quedarse? 

Y en este momento mi duda existencial fue la siguiente: ¿Para qué cojones nos necesitaba si era solo empujar una silla de ruedas? De todas formas no veía por qué no.

— ¿Te quedas o me quedo Chim? — Miré a mi amigo que rápidamente saco el móvil de su bolsillo, tecleando ágilmente en la pantalla.

— Le diré a la chicken y al Jin que hoy estarás ocupada. No te preocupes. — Me dijo sonriente.

— Voy a hacer una llamada. Muchas gracias por quedarte Lisa. Solo me acompañarás al apartamento y llevarás algunas cosas. — Me dijo Sana con un tono de voz tranquilo.

"Cerca de ti" JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora