Cuatro años después, donde HoSeok pensaba que todo ya había pasado, que ahora si tendría la familia perfecta...
TaeHyung vuelve a fallarle. Y esta vez, se niega a creerle.
Pero, ¿De verdad TaeHyung será el malo de la historia?
- Continuación de: Se...
— Hyung... — El mayor alzó su mirada y miró al otro, concentrándose ahora únicamente en él. — ¿Cree que acabará bien? —
Ambos estaban en el pequeño departamento del menor, sentados sobre la pequeña cama en medio del cuarto. Jimin se había ido de la casa del castaño apenas Jin recogió al pequeño niño.
— No lo sé, Minnie. Esto va de mal en peor. Jin ya vio los papeles y ahora mismo Hoseok debe estar analizando todo.. —
— Tengo miedo... — Susurró, posando sus propios brazos alrededor suyo, en un intento de darse confort ante toda esa batalla de la cual, no estaban ganando. Sus ojos brillaron y simplemente atinó a cerrar sus ojos para no verse débil a pesar de encontrarse solo con el de ojos felinos.
— Hey, no. Estoy aquí. — Se levantó con suma rapidez para envolver al menor en un abrazo, demostrándole que no estaba solo.
Pero tanto como el menor, él mismo tenia miedo. Miedo de que lo arrebaten de su vida. Miedo de que lo alejen de él.
Un miedo de despertar un día y ya no ver nunca mas a ese precioso chico con problemas que alegró sus días a pesar de que el mismo tenia una tormenta en su interior.
— No q-quiero, hyung... — Balbuceó entre los cálidos brazos de su mayor, escondiendo su rostro húmedo a causa de las lagrimas en su pecho. — ¡N-No quiero volver con él y que ellos m-me hagan daño otra vez! — Sollozó, sonando sus palabras tan dolorosas que quemaban su garganta.
— Bebé, ellos están presos, ya- — El pelirrojo lo cortó, alzando su mirada llena de lagrimas de dolor.
— Ya se aburrieron de mi, ¿N-No? — Sorbió su nariz y con sus regordetas manos intentó secar sus húmedas mejillas. — J-JungKook dijo q-que ya se había cansado de m-mi, q-que ya no podía s-ser su puta. Q-Que se- —
Y los finos labios del mayor lo callaron, sintiendo como nuevas lagrimas se escurrían por sus mejillas al sentir ese sentimiento de protección consigo.
Sus labios se movían tan delicadamente sobre los suyos que el mundo a su alrededor se paralizó por unos instantes, instantes que fueron unos interminables segundos en los que el mayor trató de calmar al menor mediante sus besos. Él no debía de repudiarse así.
Jimin, había correspondido apenas tuvo los labios encima de los suyos, y ahora, se encontraba a horcadas de su mayor, besándolo con tan desespero que aquel beso dulce con el que empezaron no bastó.
El rubio pasó sus manos sobre el esbelto cuerpo de Jimin, haciendo jadear entre medio del beso.
— Hyung... Yoongi hyung... —
YoonGi pasó su lengua sobre el labio inferior del pelirrojo, haciéndolo soltar un suspiro placentero y sin mas, aprovecho para meter su lengua y hacer una pequeña guerra en sus bocas.
Esa noche se entregaron con tanto amor, que Jimin y YoonGi no sintieron nada más que placer y cariño. Se necesitaban y aunque todo haya empezado por una amenaza por parte del rubio, su historia, quizás se convertiría en una de las resistentes en la terrible batalla que enfrentaban.
— ¿Eres tu? — Preguntó el rubio al ver al chico enfrente suyo.
— ¿Yo quien? — Sorbió su nariz y acomodó la colcha que traía sobre sus hombros. La temperaturas bajas de Seúl habían llegado a afectar a su cuerpo y ahora andaba con un terrible resfrío.
— El que ayudó a Taehyung. —
— Yo... S-Sí. — El pelirrojo cerró sus ojos con miedo, esperando alguna golpiza, una que jamas llegó.
— Ah... ¿Puedo pasar? — Sus mejillas pálidas se encendieron de un suave tono carmín.
— ¿Qué? —
— Mi abuela me enseñó un remedio casero que ayudará a que se te vaya el resfrío. — Dijo con simpleza.
Jimin lo pensó por cortos segundos, pero finalmente aceptó. El rubio se veía como alguien confiable. Y realmente si lo era.
...
YoonGi rogaba silenciosamente que JungKook no escape de la cárcel o que alguno de sus matones esté libre y que por mandato del pelinegro le haga daño a alguno de ellos.
— Veras que todo saldrá bien, bebe — Depositó un pequeño beso en la frente del menor, quien a su lado se encontraba durmiendo en calma. Suspiró y decidió dormir. Pasarían muchas cosas y el debía estar preparado. Muy preparado.
El capitulo no tiene mucho que ver, pero necesitaba poner algo... sorry. Eso es todo, gracias.
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