- Hola familia –Saludé.
- Hola hija, ¿Por qué llegas a esta hora? –Preguntó mi mamá un tanto enojada.
- ¿Qué hora es?
- Más de las cinco, además no viniste junto con tus hermanos –Exclamó seria. Oh rayos, estuve caminando a paso lento con Harry porque no quería llegar tan rápido a mi casa, además como me había quedado 10 minutos en la sala de clases, mis hermanos se fueron sin mí y ahora llegué tarde. Genial
-Es que los chicos se fueron sin mí, no es mi culpa –Me excusé
- No te íbamos a esperar toda la tarde niña –Dijo Michelle interrumpiéndome y arruinando mi excusa.
- ¡Pero es que estaba terminando una actividad! –Respondí casi gritando. Era cierto lo de la actividad, aunque no haya ocupado todo el tiempo en ella
- Está bien, si es así el caso está bien –Respondió mi mamá suspirando, al parecer pensó que en la actividad me había demorado los veinte minutos de atraso- Pero recuerda que martes y miércoles te vas con tus hermanos
- ¿Y los lunes, jueves y viernes? –Pregunté con curiosidad
- Tu hermana tiene pre-universitario, recuerda que es su último año en el colegio, y Santi tiene taller de fútbol
- Esta bien –Respondí humillada. No sé por qué, pero nunca me entero de las cosas que pasan en mi casa- Entonces mañana no se vayan sin mí, chicos
- Esta bien, pero no te demores mucho –Dijo Michelle tan odiosa como siempre.
Subí a mi habitación, me recosté en la cama y comencé a reflexionar sobre todo lo que me había pasado hoy… El colegio fue bastante aburrido, pero venir a la casa con Harry me había alegrado el día… ¿Qué me está pasando? Harry solo es un chico, arrogante, presumido, molesto, aunque un poco lindo, tierno y gracioso… ¡No! ¡Solo es un chico más!
Y así estuve discutiendo conmigo misma durante unas horas, hasta que un ruido interrumpió mis pensamientos. Provenía del balcón, así que fui a ver un poco nerviosa ¿Quién estaría allí? Aunque tal vez solo es mi imaginación…
- ¿Qué haces aquí? –Pregunté sorprendida al verlo ahí.
- Hola –Me dijo Harry quién era el que estaba en mi balcón- ¿Qué tal?
- No respondiste mí pregunta, es de noche, no puedes estar aquí
- Discutí con mis padres y tu casa era la más cercana que tenía –Dijo bajando la cabeza
- Pues no creas que te quedaras aquí
- Por favor –Me pidió haciendo cara de perrito
- Está bien –Cedí. ¿Por qué? No lo sé.
- ¿Viste? Nadie se puede resistir a los encantos de Harry Styles
- O dejas tu arrogancia de lado, o te tiro por el balcón –Bromeé. Aunque no sería una mala idea
- Está bien, pero sé que en el fondo te derrites por mí –Susurró acercándose a mí
-¿Y cuánto tiempo piensas quedarte aquí? 20, 30 minutos –Pregunté tratando de cambiar de tema
- De hecho, pensaba quedarme aquí toda la noche
- Si claro, y dormiremos juntos en mi cama –Nótese mi sarcasmo
- Pues la idea no me desagrada –Dijo coqueto
-Já, que chistosito, mira –Respondí- Supongo que puedes dormir en el suelo, siempre y cuando te vayas temprano a tu casa antes de que mi mamá entre a la habitación
- Supongo que no estará mal por una noche, gracias –Aceptó entrando a mi habitación, donde se comenzó a sacar la camisa
- ¿Qué crees que haces?
- Acostumbro a dormir desnudo –Dijo y siguió desabotonándose la camisa
- Oh no señor, hoy no harás eso te acuestas así con ropa y todo
- Bien –Gruñó mientras se acercaba a mí… Ahora estábamos mucho más cerca que antes. Él miraba mis labios y yo estaba hipnotizada en su mirada- Buenas noches ángel
- Bu-buenas noches –Musité un tanto nerviosa. Él sonrió y me dio un beso en la mejilla, bastante cerca de los labios.
- Que descanses –Respondió y se acostó en el suelo
- Ten –Dije dándole una sábana y una almohada- Supongo que estarás más cómodo con eso
- Gracias