Justicia poetica dolorosa

4 0 0
                                    

Todos vemos, que justo es, que del daño recibido sea devuelto en la misma medida.
Mas, cuando el mismo azar provoca la fuente de daño, ¿ha de ser castigado, por mismo azar, aquel que instrumento fue?
Posible es, mas justo imposible, sangrantes ojos cambiados, pero siguiendo así, pronto todos seremos ciegos.

Y dolerá. Dolerá un por que ya ahora duele, y eso podemos verlo todos los aquí presentes. Ciegos ante una ira desmedida, sin cabida en la imaginación de los grandes autores del pasado. Ni tendrá cabida tampoco en los del futuro. Pues tenerla no debe, y seria cuanto menos extraño e incomodo de leer, seguro. De imaginar, no cabe en mi la duda. De ver. Oh, si, lo aseguro.

La tinta de los poetasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora