"Mochilera Por El Mundo" [Hetalia x Reader]

"El Último Vagón del Tren" (Iberian Brothers)

Paolo Carriedo será el nombre de Portugal, ya que no tiene nombre canónico en el anime.

[Narra____]
La chicharra de la escuela sonó en punto de las tres de la tarde, los rayos del sol entraban por la ventana de mi salón y finalmente podía dejar la institución. Esta vez mis amigas no me acompañarían en el camino a casa, pues ellas debían quedarse a hacer el aseo del salón como castigo por haber hecho desorden.

Comencé a caminar hasta la taquilla donde compré mi boleto, después pase a los carriles donde se abordaba; mi tren no tardó más de unos quince minutos en pasar, abordé sin problemas, solo que esta vez me sentía peculiarmente inquieta, normalmente íbamos todas mis amigas y yo en el último vagón, esta  vez solo iba yo, cuando el tren comenzó su trayecto me empecé a sentir un poco más tranquila, pues no había abordado nadie más en el vagón. Sin embargo eso cambió en la primera parada, dónde subieron dos chicos, llevaban uniforme de otra escuela, notaron mi presencia pero pareció no importarles, pasaron unos asientos atrás y se sentaron.
A decir verdad eran apuestos, parecían ser hermanos o algo parecido, ambos tenían el mismo color de ojos y cabello, uno de ellos tenía un lunar cerca de su ojo, un poco más abajo.
Iban charlando entre ellos, parecían ser buenos chicos así que eso me relajó un poco más; pasaban los minutos y empecé a prestarle atención a su conversación, no es que me metiera en los asuntos de los demás, pero ellos no hablaban para nada bajo, y siendo las únicas personas ahí me fue casi imposible ignorarles.

—La chica, ¿te gusta? — preguntó juguetón uno de ellos, parecía tener cierto acento portugués, el otro rió ligeramente.

—A tí también — respondió el otro haciendo saber que a ambos les gustaba la misma persona.

—O le hablas tú o voy yo — advirtió el de acento portugués.

—Huuu...no es fácil pero aquí voy.— se levantó de su asiento y escuché como caminaba por el vagón, de un momento a otro se sentó a mí lado, me dejó un poco confundida, ¿acaso era yo la chica de la que hablaban?

—Hola, soy Antonio Fernández Carriedo. — se presentó, tenía una sonrisa realmente linda, jamás había visto una más brillante que la de él.

—Hola...— no le conocía, obviamente no le daría mi nombre así como así.

—Y yo soy Paolo Carriedo — se presentó el segundo sentándose en el asiento de frente, ya que en el tren los asientos iban acomodados de manera en que quedaban frente a frente.
Ambos se lanzaron una mirada, no sabía que significaba eso, pero por su sonrisa traviesa seguramente nada bueno. — Sabes, no creo que sea bueno que una señorita tan linda como tú vaya sola en el último vagón del tren.— dijo haciendo media sonrisa, me comencé a poner nerviosa pues parecían no tener intención de irse.

—Sí, hay muchos hombres malos, quién sabe qué podrían hacerle a una chica tan hermosa como tú.— reafirmó el chico que iba a mí lado, el tenía el cabello más corto que el portugués, supuse al menos que era de ese país por su acento.

—Sé cuidarme sola — dije de manera altanera y segura, intentaba parecer una chica fuerte pues así tal vez mi mal carácter los alejaría.

—Además de linda es una chica difícil — rió levemente Antonio.

—¿Qué es lo que buscan? — pregunté finalmente sin dejar de parecer una chica fuerte.

—Bueno, el tren no llegara a la estación hasta dentro de una hora y pensábamos que podríamos hacer una nueva amiga...— habló el chico del lunar, hizo una pausa y prosiguió —Divertirnos un poco quizá — arqueó una ceja.

—Debes estar aburrida... será más divertido si cooperas — el chico de mí lado comenzó a acariciar mis piernas sobre la falda de mi uniforme.