"Mochilera Por El Mundo" [Hetalia x Reader]

"Solo en secreto" (Acient Rome) [2]

-Eres muy linda _____.- respondió, no sabía cómo debía tomar eso yo, me estaba correspondiendo o simplemente quería dejar el tema.

-Señor Vargas....- a pesar de que mis piernas temblaban y mi corazón latía rápido, lo miré a los ojos y pregunté. -Está mal que una adolescente como yo se haya enamorado de usted?- el me miró sorprendido y después esbozó una tierna sonrisa.

-No...- hizo una pausa y procedió a hablar tranquilamente. -Pero eres aún una niña....yo soy muy mayor para tí. Lo más correcto sería olvidar esto.- al escuchar estás palabras, mi decepción fue inevitable, yo realmente me había enamorado de aquel hombre italiano.

-Pero....señor Vargas...yo...- no sabía realmente que decir, era verdad que que la diferencia de edades nos traería problemas, sobre todo con mis padres; aunque realmente no pensaba decirles que algo así había ocurrido. -No diré nada.- dije después de un largo balbucear de mi parte.

-No es el que digas algo o no.... pero, me causaría mucho daño si algún día te arrepintieras de esto. No quiero hacerte nada malo.- sus palabras eran muy dulces, si lo que estaba buscando era alejarme de él sólo estaba causando el efecto contrario.

-No lo haré....estoy segura...- dije y me levanté de mi asiento, caminé hasta él, que se encontraba sentado aún. -Llevo semanas imaginando cómo sería este momento.- tomé sus manos y las coloqué sobre mi cintura, yo llevé las mías hasta sus hombros, acercándome más a Lucio.

-Yo también.- confesó con una mirada profunda y llena de un sentimiento que yo aún no sabía reconocer.

-Señor Vargas....usted...- no pude terminar mi frase ya que sus labios fueron a dar nuevamente con los míos, este beso no era parecido al que recibí minutos atrás, este me hacía estremecer, me hacía querer aferrarme a él hasta ser uno mismo, entre este maravilloso beso las manos de Lucio bajaron hasta mis caderas y mis piernas, las cuales él acariciaba suavemente creando una nueva reacción en mi cuerpo, un tipo de cosquilleo que no había sentido nunca antes. Al separarnos le miré sonrojada sin entender muy bien que había sido todo ese escándalo creado dentro de mí.

-Quiero decirte, _____, que las cosas serán complicadas de ahora en adelante, pero si tú estás dispuesta a correr este riesgo....yo daré todo de mí.- asentí con la cabeza aún sin poder articular palabra, él me besó la mejilla con ternura y me tomó de la mano. -Vamos a la habitación, tengo algo que mostrarte.- se levantó de la silla y sin soltar mi mano comenzamos a caminar escaleras arriba, hacia el segundo piso donde quedaban las habitaciones. Al llegar a la correspondiente, abrió la puerta con cuidado y me dejó pasar primero, una vez los dos dentro, cerró la puerta con sigilo, incluso pude escuchar como ponía el seguro.

-Su habitación es muy grande.- dije observando cada detalle de aquella alcoba, estaba muy bien ordenada y tenía un diseño muy sencillo y minimalista.

-Toma asiento por favor.- dijo señalando el borde de la cama, me dirigí a la misma y me senté donde él me había señalado, la cama era muy suave y las telas que la cubrían parecían ser de la más alta calidad.
Voltee mis ojos hacía el castaño, estaba buscando algo entre sus cajones, y al encontrarlo se dirigió hasta un pequeño tocadiscos, puso el vinilo que tenía en mano y la música comenzó a sonar por toda la habitación. -Es una melodía muy hermosa...me gusta compartirla contigo.- se sentó al lado mío y comenzó a acariciar lentamente mis muslos cubiertos por mi falda veraniega.

-Sí, es una buena canción.- dije intentando mantener la calma y no desbordarme tan rápido ante su tacto.

-Me alegra que te guste.- sonrió.

-Señor Vargas....creo que es hora de que vaya a casa...- siendo sincera me estaba empezando a poner nerviosa, estaba segura de que quería que esto pasara pero no sabía con exactitud si a él le iba a gustar, ya que yo no sabía nada respecto al tema.