"Dentro de la habitación" (Belarus)

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Lo que pasaba dentro de la habitación era algo de dos, no se podía compartir con nadie más, sólo ella y tú, dos chicas que sabían pasarla bien a su manera, aunque siempre era silencioso y misterioso, era como un susurro inaudible o una ilusión efímera, de esas que solo aparecen una vez, sin embargo cada vez que entrabas a la habitación de aquella chica era lo mismo, te volvías a enredar en aquellos juegos y cedías ante ella.
Hoy no sería la excepción, estabas segura de que en cuanto pusieras un pie dentro de aquella alcoba empezaría nuevamente el juego, eso pensabas mientras observabas las sombras de ambas caminando con ustedes por aquella calle solitaria que era el camino hacia casa de la chica.

-Natalia...- la llamaste con una voz algo temblorosa.

-Hm?- respondió a ella a modo de pregunta.

-Dime...a pesar de que somos amigas... Te gusta hacer esto?- preguntaste con la mayor calma posible.

-Sí.- respondió en seco, siempre era complicado hablar de este tipo de cosas con ella. Resulta que ustedes se habían conocido en el colegio, un colegio solo para chicas, por lo cual habían comenzado a salir juntas y de ahí una cosa dió a la otra, terminaron entrometiéndose en una relación extraña e incomprensible, no eran pareja pero lo parecían, y tampoco podían ser amigas, o sí? Puesto que ya habían rozado la línea que dividía una amistad de algo más. -Porqué te importa tanto?- preguntó de un momento a otro haciéndote sobresaltar.

-Bueno, creí que sería bueno dejar las cosas claras entre las dos.- confesaste ya que al menos por tu parte te sentías algo confundida.

-Creí que estaban claras ___.- dijo con la misma seriedad de siempre, y finalmente amabas se detuvieron frente aquella casa, la que correspondía a Natalia y su hermano Iván. 

-Ahm...- apenas ibas a hablar cuando ella abrió la puerta dejándote con las palabras en la boca.

-Hola ___, Natalia!- saludó el ruso al verlas entrar a la casa.

-privet!- saludaste al de ojos púrpuras y caminaste con tu amiga escaleras arriba, entraron como siempre en aquella alcoba.

-y me decías?- volvió a hablar dejando su mochila en el piso al igual que hiciste tú después de cerrar la puerta.

-Decía que no entiendo qué pasa.- te sentaste sobre el borde de la cama mirando como ella se retiraba aquel moño icónico que siempre llevaba en el cabello, adornandolo.

-Ya veo.- dijo sentándose en la silla frente a su tocador, mirándote por el espejo.

-Y pues...bueno...no sé qué hacer. Quiero decir, hemos hecho tantas cosas juntas, sabes a qué me refiero.- dijiste quitándote los zapatos escolares y tirandote sobre el colchón.

-Quieres que lo deje más claro?- al escuchar esas palabras tu corazón se aceleró al máximo y tus mejillas adoptaron un color rosado intenso.

-T-tal vez...- musitaste tímidamente, ella se levantó de la silla y se acercó a la cama con sigilo, estando frente a tí esbozó una sonrisa inusual en ella, pero que tu ya habías visto veces antes y sabías lo que significaba.

-Emtonces es un sí.- sentenció y se posó delicadamente sobre tí, sus dedos recorrieron tus mejillas y finalmente sus labios se juntaron en un beso, romántico y suave pero a la vez apasionado, comenzó a subir tu polera escolar lentamente a la misma vez que te acariciaba suavemente, seguían repartiéndose besos lascivos, tus dedos traviesos comenzaron a buscar los pechos de la peliplateada, ella te dió la autorización para que la tocaras, comenzaste a masajearlos con ambas manos, cuidando que tus caricias no fuesen muy agresivas para ella, pasando unos segundos la ojiazul te separó un poco de ella solo para sacarte la parte superior de tu uniforme y llevándose consigo tu sostén también.
También querías hacerla sentir bien así que le sacaste la falda para poder observar más detalladamente sus piernas, se abalanzó sobre tí y volvió a besarte, con esa maldita intensidad que te estremecía, sus manos acariciaban suavemente tus pechos y su rodilla se había colocado estratégicamente entre tus piernas, tocando levemente tu intimidad, comenzó a mover su rodilla de manera circular haciendo que te comenzaras a mojar.

-Espera Natalia... Tu hermano está aquí.- dijiste algo preocupada ya que las otras veces que lo habían hecho era porque Iván no se encontraba ahí.

-Tranquila, no se dará cuenta...mientras no subas el volumen.- a pesar de que te daba algo de miedo hacerlo, también te daba algo de morbo el pensar que podían ser descubiertas en cualquier momento, te volviste a recostar en la cama, y comenzaste a acariciar las caderas de la bielorrusa, subiendo de vez en vez a su trasero, sin avisarte metió su mano por debajo de tu falda corta y comenzó a acariciarte por encima de las bragas.

-Natalia... espera...- le pedías aunque realmente deseabas que siguiera, aún así ella no pensaba parar y comenzó a mover sus dedos con más velocidad haciendo caso omiso a tus peticiones.
Te comenzó a morder suavemente el cuello y hombros, cuidando de no dejarte ninguna marca que delatara las cosas que pasaban dentro de la habitación, bajó tus bragas un poco y al fin pudo introducir dos de sus dedos en tu intimidad, con unas de tus manos tapaste tu boca para evitar gemir y con la otra te aferraste a las sábanas de aquel colchón, ella comenzó a hacer pequeñas penetraciones con sus dedos, comenzabas a elevarte en esa sensación, el placer volvía a invadir tu ser, sus dedos cada vez aumentaban la velocidad y tus jadeos lo hacían también, después de unos minutos cambió de movimiento, ahora los movía simulando unas tijeras, era aún más placentero para tí, un gemido escapó de tus labios a lo que ella decidió cesar.

-Natalia todo bien?- se escuchó la voz de Iván desde el pasillo, al parecer había escuchado ese gemido.

-Sí... sólo estábamos jugando.- dijo de la manera más relajada posible, después de eso ya no hubo contestación por parte del ruso, así que la peliplateada continuó con aquello, después de unos minutos comenzaste a sentir que ya no podías más, te ibas a venir.

-Hey....siento que me voy a...- no pudiste terminar tu frase ya que sentiste como te consumía aquella sensación placentera, tu orgasmo había llegado, pasaron unos segundos y ella sacó sus dedos de tí.

-Creo que está claro...- dijo dándote un beso en los labios, Lara después recostarse al lado tuyo.

-Lo está...- sonreíste y te abrazaste a la bielorrusa.

-Ahora hay que hacer la tarea.- dijo secamente acariciando uno de tus cabellos.

-Hummmm!- te quejaste -Espera un rato más...estoy cansada.- dijiste y ella solamente asintió aferrándose a tí en un abrazo.

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Gracias por leer! :3
Sinceramente esta es una de mis primeras veces escribiendo un Lemmon chica x chica, espero les guste, prometo mejorar! ^^

By: Miyu :D

"Mochilera Por El Mundo" [Hetalia x Reader] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora