Cuatro || Un fracaso.

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Capítulo 4.
Un fracaso.

Esto es un fracaso... ¿es que por qué me pasa esto a mí?

Yo sabía que al ser capitana del equipo de Gryffindor tendría una responsabilidad gigante sobre mis hombros, y que no iba a ser fácil.... pero a ver, ¡tampoco creí que sería imposible!

Frente a mí tengo al rededor de quince personas, y volando encima de mí unos siete acompañados de Roxanne.

Al graduarse James y todos sus compañeros de curso el equipo de quidditch quedó técnicamente vacío; dejándonos solo a Alina, Roxanne y a mí, lo que significa que el equipo necesita cuatro jugadores más que den la talla y tengan un talento único para jugar el primer partido que es dentro de dos semanas.

Mi problema es que, al parecer, poca gente sabe lo que es en realidad el quidditch y lo que conlleva ser parte del equipo.

Miré mal a tres chicas de tercero que susurraban entre sí mientras le daban miradas de desprecio a Alina, sentí la sangre hervir y me acerqué a ellas con la mayor pose de autoridad que pude adquirir. Las tres chicas posaron su mirada en mí y al verme levantar una Ceja se callaron y se separaron un poco.

— Si creen que ser parte del equipo de quidditch es estar todo el día paradas, contando secretos tontos y soltar malas miradas al resto del equipo háganme el favor de darse la media vuelta y largarse. Esto no es un reality show de esos al estilo muggle.

Ninguna dijo nada, únicamente me miraban al igual que el resto de los presentes, di unos pasos para atrás poniéndome frente a todos.

— Necesito interés, necesito disciplina, necesito gente que esté dispuesta a levantarse a las seis de la mañana y entrenar hasta que no puedan ni con su alma, pero lo que más necesito es pasión... que tengan pasión por el quidditch, porque sino la tienen entonces no tienen nada.

Muchos asintieron y algunos pareciera que sopesaran la información, yo no podía poner a gente que no le interesaba y le apasionaba lo que hacía en mi equipo, yo quería entrenar a ganadores, no a perdedores.

Nadie tuvo oportunidad de contestar porque justo en ese momento una bludger dió de lleno en una de las chicas que antes susurraban y hablaban de Alina.

La chica salió impulsada unos metros para atrás mientras el lugar se llenaba de gritos ahogados. Corrí hacia ella y en cuanto la alcancé me hinqué a su lado.

Conocía el sentimiento de ser golpeada por una bludger y créanme cuando les digo que es mucho mejor sufrir una caída de la escoba.

La chica de tercero lloraba y no tardé en entrar en pánico, podía meterme en un problema muy grande ya que se supone que tenía que supervisar todo y mantener el orden, no que una chica se rompiera al rededor de tres costillas porque una bludger la hizo volar sin necesidad de estar en una escoba.

– ¿Estás bien? – pregunté, preocupada –. Dime por favor que puedes respirar correctamente y no deseas escupir tu pulmón por la boca. 

La chica me miró de mala forma con las lagrimas cayendo por sus rosadas mejillas, tomó una gran bocanada de aire que terminó con ella soltando un sollozo y llevando una de sus manos a sus costillas. Mis manos temblaban y sentía la ansiedad apoderarse de mi pequeño cuerpo, ahora la que no respiraba era yo.

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⏰ Última actualización: Dec 05, 2020 ⏰

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Casualidades del destino » Scorly. *PAUSADA TEMPORALMENTE*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora