Ukiyo

33 2 0
                                    


Otabek bajo rápidamente del transporte, abriendo la sombrilla que llevaba entre sus manos y cubriendo al rubio de la leve llovizna del lugar, agradeciendo con la mirada al conductor después de pagarle y darle un generosa propina. 

-Estamos aquí, 15 minutos antes de lo acordado - dijo el moreno rompiendo con el silencio y mirando el reloj que lucia en su muñeca.

-Te dije que era innecesario Otabek, conociéndolo es posible que llegue media hora después de lo acordado y eso si se digna a ser un poco cordial con la hora que el mismo estableció- chasqueando su lengua y borrando algunas arrugas de su traje con sus manos.

-Si esto te fastidia tanto, ¿por que aceptaste en un principio?- replico sin inmutarse avanzado al interior de la casa de té.

-No hables como si no estuvieras satisfecho de esto, Otabek, muchas veces tu y mi abuelo insistieron en esto, por fin les di gusto, no veo por que tendrías alguna queja- 

-No la tengo, lo que tengo es curiosidad, ¿por que ahora? se perfectamente que no ha cambiado de parecer, pero se que tampoco le gusta la otra opción, entonces ¿por que ahora?-

-Por que es molesto, que ese sujeto no se detendrá a menos que acepte su invitación -

-Bueno, en todo caso, tenemos el tiempo suficiente para instalarnos y pedir algo caliente, el clima es bastante frio últimamente, quizás un poco de té nos vendri..-

-¡¡Plisetsky!! - resonó una voz casi cantarina detrás de ellos y que el rubio reconoció perfectamente- Vaya, debo de admitir que estoy sorprendido, no esperaba que fueras tan puntual, la verdad es que ni siquiera esperaba que fueras a venir, supongo que debo de agradecerle al caballero detrás de ti- 

-Déjate de tonterías Nikiforov, si insististe tanto en que viniera es por que debes de tener algo muy importante que decirme, así que por que no vamos al grano. - dijo ligeramente malhumorado al otro ruso. 

- ¿Y perderme el grato honor de tu compañía? nunca, por favor, si ya estas aquí, por que no dejas que te invite algo de beber, la verdad es que hoy es el nuevo debut de una maiko y sabes lo mucho que me emocionan esas cosas, así que ¿por que no te quedas a ver el espectáculo?-

-Sabes perfectamente que no me gustan las visitas sociales- replico el menor cruzando sus brazos y mirando fijamente al peliplata.

-Ambos sabemos que esta no es una visita social ¿verdad?- dijo aun Victor con una sonrisa, sin embargo no era la misma sonrisa cálida que le había regalo al rubio en un principio, esta era afilada, y se componía simplemente de una pequeña insinuación en la comisura de sus labios, casi intimidante - Ven, tengo una mesa ya, claramente no puedes tomar alcohol, pero pide todo lo que quieras a mi cuenta- 

Yurio nunca había visto molesto a Victor, así que tuvo que admitir que aquel tono de voz le había helado la sangre, solo lanzando un leve carraspeo, siguió al mayor a una de las mesas junto con Otabek, además debía de admitir que no era la única razón por la que se quedaría, el peliplata había dicho que quería ver el debut de aquella Maiko, de Yuko para ser mas preciso, y realmente no deseaba que el único apoyo moral que tuviera esa noche fuera el rostro amargo de Sara. 

- Tiene una buena vista ¿no es así? veremos desde el mejor punto el espectáculo - exclamo con emoción el ojiazul  y agradeciendo a uno de los empleados por el té - creo que tenemos un poco de tiempo para conversar - encendiendo un cigarrillo - Dime ¿que tal tu tiempo aquí?  Nikolai dice que le escribes seguido, pero que no le cuentas muchos detalles -

-Solo lo necesario ¿Que más le podría decir? sigo mis lecciones, no me he metido en problemas, no veo que tipo de quejas podría tener -

-Ese es el punto, no me mal entiendas Yuri, me agradas pero debes de admitir que nunca has sido la persona más obediente del mundo, ni la menos conflictiva, eso es exactamente lo que le preocupa a tu abuelo-

-Cree que oculto algo..¿es así? el aun no confía en mi - casi un pizca de tristeza se presento en su voz - No es que me sorprenda-

-No lo culpes...tampoco te culpes, eres joven Yuri, también yo hice muchas estupideces en mi juventud y...-

- Para aquí Victor, no actúes como si yo o mi familia te importara, ambos sabemos que si estas aquí es por que tienes un interés - contesto Yuri jugando con aquella taza de té entre sus manos - Pero aun no cumplo 18, así que creo que te estas adelantando un poco a los hechos-

-Yuri, sabes que eso no es verdad, te conozco desde que eras un bebé, Nikolai me conoce desde que nací - replico Victor casi ofendido - si le propuse ese trato a tu abuelo es por que no parecía que quisieras tomar una decisión en un futuro, tienes razón, falta un par de años para que seas mayor de edad, pero no eres un niño y tarde o temprano tendrás que hacerte responsable de tus actos, Nikolai necesita una respuesta, tu madre necesita una respuesta, y sabes que el que tu estés aquí, a miles de kilómetros de casa, afecta a tu familia...olvídalo...- dijo soltando un suspiro al ver la clara incomodidad en el rostro del rubio- Como dijiste, aun es temprano para discutir sobre esto...¿por que no hablamos de otra cosa?-

-No veo que podamos tener un tema de conversación en común- replico el rubio un poco decaído.

-Podemos encontrar uno, cualquier cosa...mmm ¿que tal amigos? ese bonito japones con el que estabas el otro día parecía agradable-

-De nuevo....solo es uno de los empleados de la Okiya, ni siquiera es tan lindo-

-¿Tan?- con una sonrisa traviesa.

-A lo que me refiero es que no entiendo tu interés, ni siquiera te interesaste tanto con Otabek -

-Por que nuestro querido Otabek es un hombre de gustos sencillos ¿no es asi Otabek?- dijo al joven que hasta ahora había permanecido en silencio - Además ya he charlado con él, con el nuevo Yuri, no-

-Pues entonces habla con él, no te detendré, aunque tengo que decir que es una persona poco interesante, vas a aburrirte enseguida- aunque sintiéndose molesto con la idea de que el ruso se acercara al pelinegro. 

-Seguiré tu sabio consejo Yuri, pero ahora guardemos silencio, el espectáculo esta a punto de comenzar- girando su vista al escenario para ver a la nueva Maiko que había entrado al escenario con la cabeza gacha y de manera tímida.

-No puede ser...- dijo el menor de los rusos sorprendido y dejando caer su taza de té en la alfombra.

-Asi que una persona poco interesante ¿eh?- 

Entre CerezosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora