La Flor de Lilith ✅

ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 11 ༒ 𝔒𝔲𝔦𝔧𝔞

Sigue siendo humilde pero ya no tan campestre. El bloque de pisos en el que vivian mis tios fue el primero en Frenswins. Ahora hay muchos más, pero el de ellos está casi en ruinas.

Mis tios vendieron hace 10 años su piso porque mi tio Ken se quedó paralitico y al no ser viable un ascensor en el bloque, se fueron a una casita en el norte del pais.

Y hace algunos años me enteré que los vecinos tuvieron que irse de aqui porque al parecer el bloque estaba mal construido y habia riesgo de derrumbamiento.

Frente a mi se erguía el edificio mostrando sus ladrillos descolchados, mellado de ventanas, cables colgando por todos lados y una cinta amarilla atravesando la entrada con un letrero de "Prohibido el paso. Derrumbamiento".

Pero a Lilith pareció no importarle mucho la ley cuando pasó por debajo sin miramientos. Había que reconocer que era una chica valiente. Por suerte no nos ve nadie porque estamos casi a las afueras del pueblo y debido al abandono, se ha creado un pequeño bosque alrededor del edificio y del descampado que tiene enfrente que ayuda mucho a pasar desapercibido.

El interior esta tatuado de grafitis, palabras ofensivas y dibujos de miembos masculinos, esta juventud...
Lilith y yo andamos a la par.

-Esto parece el comienzo de una pelicula de expediente Warren-digo subiendo las estrechas escaleras con cuidado de no pisar ningun peldaño en falso.

-Debimos de haberlos llamado-rie ella.

Los hogares estan sin puertas, sin muebles, algunos sin techo, dejando ver los feos circuitos de la luz con más cables colgando como lianas. A lo que mi instinto de padre reaccionó y alejo a Lilith de los charcos con cables dentro.

Subimos hasta el septimo piso, parece que la antigua casa de mis tios no ha sido muy maltratada, como todas, tiene algunos cables por ahí, graffitis por allá.

-¿En qué habitación te pasó? -me ilumina con la linterna de su móvil, ya nos ha caido la noche encima y nos alumbramos con ellas.

-Por aqui, ven -la guio hasta una habitación mediana al final del pasillo. En cuanto entro, el recuerdo vuelve a mi cabeza dejandome un mal sabor de boca.

Lilith entra, anda en circulos mirando las paredes yermas y se acerca a mirar por el hueco de la ventana ahora sin cristal.
Yo me quedo en el marco de la puerta sin saber qué hacer.

Me pide que la ilumine con mi móvil y poniendose de cuclillas saca de su mochila velas gordas, la temida tabla de la Ouija, un pequeño trozo de madera en forma de corazón, una botella con algo blanco dentro y su cuaderno de la imaginación.

-Sientate ahí -me señala el centro de la habiacion. Trago saliva y obedezco sentandome al estilo indio.

Abre la botella y empieza a dibujar un amplio circulo a mi alrededor.

-¿Eso es azúcar?

-Sal -me dice mientras gira a mi alrededor-aleja a los espíritus.

-Me quedo más tranquilo -miento.

Termina y guarda la botella ahora vacia de vuelta a su mochila. Se sienta enfrente de mí y va encendiendo las velas blancas y amarillas con un pequeño mechero. Las pone a nuestro alrededor por dentro del circulo de sal y acto seguido coloca la tabla entre los dos.

Suspiro profundamente.

-Apaga la linterna de tu móvil-me dice mientras desactiva la suya.

-¿Vamos a quedarnos a oscuras? -aferro el móvil como si de mi vida se tratara.