Me despierta un rico olor. Abro los pesados párpados poco a poco ¿dónde estoy? Esto no es mi habitación.
En cuanto veo la pizarra escrita y el viejo diario sobre la mesa mi mente se enciende de nuevo. Me quedé dormida leyendolo y Ulysses me ha echado una manta por encima. Miro hacia la cocina abierta al salón tan solo separadas por una isla y veo a mi profesor de latin preparando el desayuno. Huele a café y a algo dulce.
Me levanto y me acerco restregandome los ojos.
-Buenos días.
-¡Buenos días! Te has despertado justo a tiempo, ya están las tortitas, sientate.
Antes de sentarme en la isla cojo mi móvil de la pequeña mochila y al pulsar el botón me alivia saber que ya funciona.
-Los móviles ya se encienden -digo al sentarme y ver cómo me sirve el desayuno.
-Sí, tus padres te llamaron pero no lo cogí por si pensaban algo raro al ver que yo respondía.
Los llamo mientras como y le indico a Ulysses que no me heche leche, sino café solo. El café negro me ayuda a despejarme.
-Hola mamá... sí, me quedé a dormir con Sam... ¿me puedo quedar hasta esta tarde con ella?...gracias mamá...sí, dile que no se preocupe, que no os llamé porque se me olvidó, lo siento....sí -ruedo los ojos-culpa mia... bueno, adiós.
-¡Cómo han cambiado los tiempos! A mi se me olvidaba decirle a mis padres que pasaba la noche con un amigo y llamaban hasta al FBI para encontrarme-rie Ulysses.
-Mi padre lo haría -rio un poco- pero no está en casa, está en la ciudad desde ayer para firmar sus libros, mi madre en cambio no se preocupa mucho en dónde estoy ni con quien.
-Confía más en ti.
-No, es que simplemente no le importo- sigo comiendo.
Parece que el comentario lo ha descolodado un poco y no dice nada más.
Termino y le pregunto dónde está el baño.
-Al final del pasillo a la izquierda,hay toallas en el armarito azul-me indica mientras recoje los platos.
Me doy una rápida ducha y me vuelvo a poner la misma ropa de ayer, camiseta azul y vaqueros cortos, me peino y me recojo el mojado pelo en una trenza.
Saco de mi mochilita el frasco de perfume que siempre llevo y me lo hecho. Al guardarlo mis dedos tocan la rugosa superficie del libro rojo del fondo del estanque. Me lo llevé para la casa de Sam para que me ayudara a encontrarle una explicación, una de las principales cosas que nos unió fue nuestra pasión por los misterios asi que pensé que sabría en qué idioma está escrito. Pero no averiguamos nada.
Saco el mediano libro y lo abro. Paso las páginas con suavidad y mis ojos siempre se centran en el mismo dibujo, cada vez que lo hojeo siempre me centro en él.
Es un bello ángel besando de forma pasional a la mujer de ondulado cabello de las primeras páginas. Samantha me dijo que podría ser una representación del demonio de la lujuria, Asmodeo, que se llama como mi gatito negro.
Pienso si enseñarselo a Ulysses, pero justo está llamando a la puerta y lo guardo en la mochila.
-Lilith cuando salgas me gustaria hablarte de una cosa.
-Claro, en seguida salgo.
Siento sus pasos alejandose y me miro al espejo, noto que he cambiado desde que empezó el año. Antes mi rostro era un poco más redondeado, más infantil, parecía una hadita del bosque y poco a poco me estoy convirtiendo en una elfa del Señor de los Anillos. Tengo la barbilla algo más afilada, menos mofletes y los pómulos altos, la expresión más madura y mi cuerpo se está desarrollando descubriendo el cuerpo de una ya mujer. El cabello se me está aclarando, siempre lo tuve color miel pero desde hace unos meses se está volviendo más rubio. Ya casi mido lo mismo que Samantha, cosa que me alegra porque no quería ser bajita toda mi vida, dentro de cinco meses cumpliré los dieciocho, ya era hora de medir lo mismo que una chica de esa edad.
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La Flor de Lilith ✅
Bí ẩn / Giật gân❝Los gatos salvajes se juntarán con las hienas y un sátiro llamará a otro;también allí reposará Lilith y en él encontrará descanso ❞Isaías 34:14 •༒• Ulysses Grace, un monótono profesor de latín de Derville, nota...