La Flor de Lilith ✅

ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 14 ༒𝔈𝔩 𝔪𝔲𝔯𝔞𝔩

Tras aproximadamente cuatro horas de reunión con los demás profesores y de soportar esas miradas furibundas por parte de James, salgo a la calurosa tarde.

Me acerco al mural de la entrada, donde mis pocos alumnos del taller de arte pintan lo que Lilith ha planeado.

Como es obvio, tuvimos que llevar a cabo esto para que James no sospeche.

Ella ha pintado planetas y en cada uno un personaje famoso, en uno está el principito con su rosa, en otro Shakespeare, en uno Marie Curie, sobre otro Quentin Tarantino... toca todas las ramas.

No pasan calor porque han montado una especie de sombrajo con un telón viejo del aula de actuación y unos palos de la carpinteria, alguien se ha traido un altavoz y suena una canción de MaroonV.

Sam, Lilith y Nick charlan animadamente y me acerco.

-¿Cómo vais ,chicos?

-Bien -me sonrie Lilith, ultimamente se la ve mejor, ha pasado una semana de nuestra quedada y pillada en la cafeteria. Ya vuelve a llevar el pelo recogido- ya llevamos casi la mitad.

-Está estupendo -asiento.

-Puess claro, ssi lo esstamos haciendo nossotross-Nick tiene una manchita de pintura rosa en la barbilla.

-Diras nosotras-le dice Sam-que todo lo que tu pintas luego tengo que repasarlo yo, que ni para pintar sirves.

-¡Cuánto amor y armonia se respira!-digo irónico y dejo mi malentin al lado de la mesa en la que tienen las pinturas y pinceles.

-Mi arte ess absstracto.

-El cerebro sí que lo tienes abstracto-le responde Sam y sigue pintando. Lilith rie.

-Bueno,bueno ¿qué puedo hacer yo? -me restriego las manos.

-Nos vendría bien alguien alto para colorear los bordes de arriba -señala Lilith de puntillas la zona a la que no alcanza.

-Vale -me pongo a ello.

Pasamos un rato muy agradable pintando, oyendo las peleas de Samantha y Nick, viendo lo mal que canta Dylan, atendiendo a lo que Lilith manda y soportando que algunos de los chicos me pregunten por sus notas.

La amable señora Miller sale y se queda mirando nuestra obra de arte

-¡Qué bonito está quedando!-le acaricia la cabeza a Lilith. Siempre he notado que le tiene mucho cariño a la chica, aunque en general es un trozo de pan.

-Gracias-ella sigue al trabajo y yo me acerco a la señora Miller secandome las manos en un trapo.

-Aquí estamos, haciendo que el instituto parezca menos una cárcel-rio.

-Sólo es una cárcel para el que lo piense-rie.

Elizabeth Miller es una mujer mayor de unos 67 años, con el pelo gris, rizado y muy corto, pomulos altos y ojos vivos y curiosos. Se quedó viuda hace unos años.

-Que es la mayoria.

-Por desgracia sí, yo recuerdo que en mi época, odiabamos el colegio pero a la vez estabamos deseando ir-sonrie con nostalgia.

-Pues yo lo odiaba -rio- y ahora soy profesor.

-El destino de cada persona es un misterio que solo la misma persona sabe.

Sale James con el ceño fruncido hacia el mural, se despide con la mano fugazmente y se va. Ahora que lo pienso, él nunca ha tenido mucho trato con la señora Miller. No suelen hablar casi nunca, sólo en las reuniones y cuando es estrictamente necesario, casi se podria decir que el afable rostro de Elizabeth se endurece cuando él está cerca.