Amnésica 2

CAPÍTULO 28: La alianza con los lobos

CAPÍTULO 28: La alianza con los lobos

ROSALIE POV:

Arrepentimiento.

Eso era lo que sentía.

Me arrepentía de lo que había hecho. En su momento pensé que era lo mejor y me negaba a ver la verdad. Pero ahora la venda se me había caído de los ojos.

Y por eso aquí me encontraba, enfrente de la línea del tratado esperando que esos perros llegaran. Necesitaba su ayuda, bueno, mejor dicho, necesitábamos su ayuda.

De la forma en la que se había ido toda mi familia era como un suicidio y yo no podía permitirlo, pero tampoco había tiempo para explicaciones.

Ni para eso ni para estar esperando durante tanto tiempo a esos chuchos sarnosos ¿dónde demonios estaban? Llevaba ya aquí un rato y no se dignaban a aparecer.

Estuve tentada a cruzar la línea más de una vez pero valoraba demasiado que mi cabeza siguiera pegada a mi cuerpo. Así que me senté en la roca más cercana a esperar.

Pero tras dos horas esperando la impaciencia me ganó, de no ser porque me sentía culpable al saber que todo esto era mi culpa, jamás haría lo que estaba a punto de hacer.

Suspiré y avancé un paso violando el tratado. No tenía nada que perder. Si no conseguía su ayuda mi familia moriría y yo no podría vivir en un mundo sin Emmett, así que tal vez incluso me harían un favor.

Además, los remordimientos me comían viva. Fui muy injusta con Bella, y sólo ahora que mis acciones tenían consecuencias me daba cuenta. ¿Por qué siempre tuve que interponerme en esa relación?

Ya, claro, por mi estúpido orgullo. No podía soportar que Edward hubiese preferido a una simple humana antes que a mí. Aunque si hay que ser sinceros ése no fue el mayor motivo, sino porque me daba mucha rabia ver como Bella despreciaba lo que a mí me arrebataron cruelmente. Yo soñaba con casarme algún día, tener hijos y en un futuro poder ver a mis nietos correr en el jardín mientras mi esposo y yo les mirábamos sentados con nuestro cabello canoso. No pedía nada más. Sólo una vida humana. Pero mi deseo se vio roto de la forma más cruel.

Y ahí aparecía mi rencor hacía Bella, ella tenía lo que yo siempre quise y aún así quería renunciar a su vida humana para convertirse en un monstruo sin alma como todos nosotros. Y simplemente no podía aceptarlo.

Al menos hasta hace unos días, de hecho hasta mi discusión con Alice, me hizo ver que Bella no era yo y que no podía tratar de vivir la vida que yo hubiera deseado a través de ella. Y por culpa de mis acciones ahora toda la familia estaba en peligro y yo era la única responsable.

Por eso había estado tan callada estos días y había intentado hacer un esfuerzo y no mostrarme tan hostil con Bella, si bien es cierto que una parte de mí aún no comprende como prefiere convertirse en un monstruo antes que seguir con su vida humana con todo esto que había pasado había aprendido una valiosa elección. Yo no era nadie para decidir sobre la vida de Bella. Cada quien toma sus decisiones, en eso consiste vivir. Así sean buenas o malas decisiones son nuestras decisiones y tenemos que aprender a vivir con ellas.

Yo por ejemplo, tomé malas decisiones en mi vida humana (como comprometerme con Royce sólo por su posición social) y al final pagué las consecuencias. Aunque eso destrozó mi vida comprendí que no se podía ir por la vida creyéndose la mejor y pensando que la posición social era lo más importante.

Con todo lo que sucedió comprendí que el dinero no era importante ni tampoco la posición social de las personas, lo único verdaderamente importante era el amor. Si no hubiera sido por Emmett hubiera buscado la forma de terminar con mi existencia. Pues para vivir sin amor por el resto de la existencia es preferible dejar este mundo.