C2: Adiós

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CAPÍTULO 2: Adiós

Mientras nos dirigíamos al hospital Alice se encargaba de decirme mentalmente que no pensaba ayudarme con mi plan.

Como era de esperar desde el momento en que lo había decidido Alice lo sabía. Y desde entonces en su mente solo se podía oír: "Edward te estás equivocando", "Edward ella te ama, no le hagas esto", "Edward ella te eligió a ti", "Edward...", "¡EDWARD!...","Edward, no me ignores" y cosas por ese estilo. Pero no pensaba darme por vencido.

Cuando me quise dar cuenta ya nos encontrábamos en el hospital. Pude ver a Charlie fuera del hospital esperándonos y pude oír cómo pensaba que yo era el culpable de todo.

En ese momento Bella miró por la ventanilla y vio a su padre. Por la expresión que puso pude deducir que estaba asimilando que ese era su padre. Me miró a mí para confirmarlo y asentí. Cuando bajamos del coche Charlie abrazó a Bella.

- ¡Oh, Bells! ¿Estás bien? ¿Cómo se encuentra?- le preguntó a Carlisle.

- Pues como te he dicho ha perdido la memoria debido al golpe que se ha dado, ahora voy a examinarla para evaluar la gravedad del golpe. Pero no creo que tarde en recuperar la memoria.- contestó Carlisle.

¡Maldición! ¿Es que hasta el tiempo se ponía de parte de Alice? En ese momento a través de la mente de Alice pude verme a mí mismo, pude ver lo que mi rostro reflejaba: alegría y dolor.

Alegría porque aún cabía la posibilidad de que fuera feliz al lado de Bella, y dolor por saber que el tiempo jugaba en contra de mi ángel...

En ese momento me di cuenta de que un par de ojos color chocolate me estaba mirando y recompuse mi cara, no quería darle motivos para que sospechara nada.

Carlisle desapareció junto a Bella en la sala de radiografías.

De mientras Charlie, Alice y yo esperamos en la sala de espera.

Alice continuaba recriminándome por mi plan, pero yo la intentaba ignorar lo mejor que podía, Charlie estaba bastante preocupado por Bella, pero de vez en cuando me echaba la culpa de todo con pensamientos de este tipo: "Este muchacho lo único que le ha traído a mi hija son desgracias", aún me echaba la culpa de cuando la abandoné meses atrás, y no le culpaba, yo mismo me seguía culpando por lo que le hice... y jamás podría perdonármelo.

La dejé a su suerte, la abandoné cuando más me necesitó, por mi culpa podría haber muerto.

Eso sin contar que también por mi culpa llegó a sentir algo por el chucho ese. Aunque ahora ése era mi as en la manga para que mi ángel se salvara de mi mundo.

En ese momento aparecieron Carlisle y Bella. Carlisle nos indicó que le esperásemos en su despacho. Todos nos dispusimos para levantarnos, pero Charlie con la mano me indicó que me quedara sentado.

- Prefiero que esperes aquí.- me dijo mirándome seriamente.

No pude negarme a su petición, en gran parte porque había visto en las visiones de Alice que dijera lo que dijera Charlie se mantendría firme. Así que asentí. Charlie y Bella entraron al despacho de Carlisle, de mientras que éste se volvía a la sala de radiografías.

- Edward escúchame...- empezó Alice.

- No, Alice, escúchame tú a mí. Ya sé que Bella me eligió a mí y me ama, pero también sé que no soy al único a quien ama...

- ¿Y de quién crees que es la culpa de que Bella quiera a alguien más? ¿Es qué no lo ves Edward? ¡Estás haciendo lo mismo que la primera vez!

- No, nunca volvería a abandonarla, Alice, y lo sabes. Bella es lo más importante para mí y aprendí de mi error.

- ¿Estás seguro de qué aprendiste la lección? Yo diría que no... - dijo Alice, cada vez más enfadada.

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