C4: Venganza

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CAPÍTULO 4: Venganza

Cuando llegué Bella estaba durmiendo, por lo visto se había quedado dormida oyendo música con su discman. La música estaba baja pero gracias a mis desarrollados sentidos pude oír con claridad que música estaba escuchando: su nana.

Se veía tan tierna y dulce ahí recostada en su cama escuchando la canción que fue creada solo para ella. En verdad era un ángel, y yo no tenía ningún derecho de arrancarle sus alas y condenarla a mi mundo.

Pero... ¡no! nada de peros, la parte más egoísta de mí deseaba que en ese mismo instante la despertara y le contara todo, pero no pensaba hacerlo.

Me puse a reflexionar sobre todo lo que se había dicho en la reunión familiar. Las palabras de Jasper me habían llegado hondo. La gran mayoría (por no decir todos menos Rosalie y yo) apoyaban a Alice, incluso la parte más egoísta de mí.

Lo que más deseaba era que Bella se quedara conmigo y fuéramos felices por toda la eternidad, pero para eso ella tenía que pagar un precio demasiado alto. Yo no quería que ella sacrificara nada para estar conmigo, al contrario yo quería ofrecerle todo lo que estuviera en mis manos, no quitárselo.

Aunque me doliese en el alma tenía que dejarla ir. El amor no es egoísta y si eso es lo mejor para Bella que así sea.

En ese momento me percaté del ordenador de Bella, le di al botón de encender y esperé un buen rato. Pues al ser un ordenador antiguo tardó más de lo normal en encenderse.

Cuando ya estuvo encendido vi que pedía contraseña para ingresar a la sesión de Bella, no tenía ni la más remota idea de cuál podía ser.

Cuando miré cual era la pista me puse a pensar con lógica y al final se me ocurrió una que tal vez fuera la correcta.

Al principio cuando nos conocimos yo hice una metáfora comparándola con una oveja y a mí mismo como un león. Se me ocurrió que tal vez pudiera ser mi nombre la contraseña ya que la pista era: león.

Así que ingresé mi nombre y efectivamente era esa la contraseña.

Inmediatamente busqué las fotos en la carpeta de mis imágenes. Tenía un montón de fotos nuestras. Antes de borrarlas me puse a verlas y una de ellas llamó mi atención. Era la foto que Charlie nos había hecho antes de que yo abandonara a Bella meses atrás...

El rostro y las expresiones que tenia por aquel entonces me resultaban tan familiares... Me mostraba frio, distante y sobre todas las cosas triste, como ahora mismo me encontraba.

Pareciera que el tiempo no hubiera pasado, la felicidad era tan efímera... un día eres feliz y al otro eres las persona más desgraciada del mundo...

¿Estaría cometiendo el mismo error que aquella vez? La sola idea me entristecía (aún más) y si hubiera podido llorar lo hubiera hecho en ese instante.

Bella se movió en la cama incomoda, por un segundo pensé que se había despertado. Pero por suerte aún seguía dormida.

Sería mejor borrar las fotos cuanto antes y apagar el ordenador de inmediato, no fuera a ser que se despertara y me pillara. Entonces tendría que dar unas cuantas explicaciones, no solo a Bella sino también al jefe de policía, que dormía en el cuarto de al lado.

Pues estaba casi seguro que nada más verme se hubiera puesto a chillar del susto. Aunque bueno, a lo mejor no. Eso era lo que haría cualquier persona normal si se encontrara a alguien en su cuarto en mitad de la noche, pero Bella no era normal, nunca dejaba de sorprenderme.

Cuando le di a eliminar me volvió a salir otro cuadro preguntándome si estaba seguro de eliminarlas y la verdad... no lo estaba. Era como si borrando esas fotos quisiera borrar nuestro pasado juntos, los meses más felices de toda mi existencia.

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