Departamento

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Mean Phiravich: "El rubio no le queda tan mal."

Es el primero en recordarme que ahora tenía un nuevo color de cabello, no pude evitar sentirme algo contrariado por su mensaje, nada descarta que sea algún intento de burlarse de mí.

Para asegurarme le muestro nuevamente el dedo del medio, pero esta vez lo hacía mirándolo directamente.

Asombrosamente él solo ríe como respuesta, sus enigmáticos ojos se transforman cuando ríe, se hacen más pequeños.

No podía negar que lucía amigable.

Me rindo mentalmente, así no parecía ser tan idiota ni tan engreído.

Analizo su vestimenta, creía que por ser gerente su atuendo sería como el de Saint, muy elegante y en corbata, pero no, al contrario él usaba ropa cómoda, una sudadera azul con capucha, vaqueros negros, tenis blancos, incluso llevaba un estuche de cámara fotográfica de esas profesionales colgada en su cuello.

Tiene estilo de espía, me gustaría decírselo.

Empiezo a escribir un mensaje para él.

Yo: "Así que se atrevió a desobedecer a sus padres"

Observo como lee mi mensaje, me mira serio levantando una ceja, comienza a teclear en su celular.

Mean Phiravich: "Imaginará quien tiene la culpa."

Me echa la culpa, pero la decisión de bajar fue suya, que se vaya a la mierda.

Me levanto de la silla, y me paro frente a él. Era más alto que yo pero eso no me importaba.

Estaba justo delante de mí, pero no es lo mismo cuando una pared de cristal nos separa y menos si seguimos hablando por mensajes. Tengo muchas preguntas para él.

—Se quedará ahí o vendrá a enfrentarme —le digo retándolo una vez más, aumentando el tono de voz para que pueda oírme a través de los vidrios.

Ambos observamos la puerta más cercana, está algunos metros a mi derecha, pero él parece no tener la mínima intención de moverse. Ni yo tampoco.

Escribe algo en su celular, el mensaje no tarda en llegar.

Mean Phiravich:"Si me da a elegir, elijo divertirme desde aquí."

Lo miro fijamente con simulado enojo, él hace lo mismo, empezamos una pequeña batalla de miradas, supongo que ganará el que logre sostenerla sin parpadear por más tiempo.

Ni siquiera pienso ceder y al parecer él tampoco, estaba muy concentrado hasta que escuché a Saint.

—¿Por qué Mean está aquí?

Parpadeo un par de veces sin querer. Mean ni se inmuta, mira en dirección a Saint y luego me ve con esa estúpida cara de triunfo.

Mierda he perdido.

Saint se acerca, yo me alejo de regreso a mi sitio, tomo asiento dándoles la espalda.

Diablos, como odio esto.

—Deberías estar con tus padres, ellos deben estar buscándote —oigo que le dice.

No escucho ninguna respuesta, siento curiosidad, giro nuevamente para observar lo que va a hacer ahora.

Sólo lo veo asentir a lo que le dijo Saint, eran casi de la misma altura, pero Saint a diferencia de Mean, era más delgado, con menos músculos trabajados.

Sin querer me encuentro con la mirada de Mean, eleva ambas cejas sutilmente, me sonríe de la forma más arrogante que tiene en su repertorio.

Decide alejarse en dirección opuesta, yo decido ya no ver más.

Jamás es imposible [2Wish]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora