Te encontraré

866 93 105
                                    

—Me confundí, creí que yo era el que estacionaba. —Miento fingiendo que fue un error.

Sonrío e intento salir del auto, pero él me detiene. Sujeta mi muñeca.

—No te vayas —dice con voz clara y firme, es la primera vez que lo escucho hablar, volteo a verlo estupefacto.

Siento esa extraña sensación de hormigueo en mis manos.

—¿Tú estás... —comienzo a decir confundido, inesperadamente la misma mano que antes sujetaba mi muñeca, ahora se encarga de cubrir mi boca, logrando silenciar mi pregunta sin ningún problema.

—Yo hablo. Tú escuchas —Ordena tranquilo, tiene una voz profunda y ciertamente seductora. 

Asiento lentamente comprendiendo que quizás esto es importante. Sin embargo aún me encuentro aturdido, él no pretende alejar su mano hasta asegurarse que lo dejaré hablar sin recriminarle nada, parece que no se ha dado cuenta que lo único que hace es incrementar la intensidad de esa extraña sensación de hormigueo que ahora se ha transformado en impetuosa corriente eléctrica que circula a diestra y siniestra por todos lados, provocando sin querer, que mis piernas empiecen a temblar como gelatina.

Quizás todo sea parte de los síntomas de la resaca, ¡Vaya! Beber de más me ha dejado muy afectado.

Finalmente concluyo que será mejor no volver a embriagarme por un buen tiempo. Lo que está sucediendo ahora tampoco ayuda mucho, tengo que evitar todo innecesario contacto con Mean lo antes posible, lo más sensato es terminar con esto yo mismo.

Sin pensarlo dos veces, palmeo el dorso de su antebrazo extendido, con eso ya se ha dado cuenta que tiene que dejar de tocar, veo como sus labios se curvan discretamente hacia arriba, esboza una sonrisa de medio lado casi imperceptible que no tarda en desdibujarse algunos segundos después de alejar su mano.

Ahora simplemente me encuentro en una situación extraña, trago saliva, Mean me esta viendo fijamente a los ojos, su mirada por alguna extraña razón me cohíbe, y esta vez no puedo jugar a sostenerle la mirada. No puedo evitar girar mi cabeza en otra dirección, de una forma no tan disimulada me estoy sintiendo intimidado. Esto se esta volviendo cada vez más extraño.

No esperaba que su mano inquieta se mueva otra vez, alza mi mandíbula obligando a que lo vea. Estoy sorprendido. Poco a poco aproxima su cuerpo más y más, acortando las distancias, yo por instinto me remuevo alarmado.

¿Que intenta hacer? ¡¿Va a besarme?! ¡Es una locura!.

—¿Y-y bien? —lo animo nervioso a que siga hablando, he logrado alejarme lo suficiente, le doy una mirada preocupada, no quiero que intente ninguna otra cosa...

Basta, no debería pensar en tonterías, es completamente imposible que quiera hacer otra cosa, debo pensar fríamente, por más que la situación parezca comprometedora, debe haber alguna buena explicación para esto. Mi yo interno se negaba a dar por hecho cualquier suposición extrema.

Vuelvo a analizar su rostro, luce tan inexpresivo salvo por esa mirada intensa que me deja confundido. Pronto se anima a hablar nuevamente.

—No saldrás solo a ningún lado. Bajo. Ninguna. Circunstancia. —Lo último lo enfatiza palabra por palabra. Luce bastante serio pero sereno al mismo tiempo. Su petición me recuerda a la de un general del ejército Tailandés imponiendo reglas a cualquier subordinado fantoche. Toma una pausa para sacar su celular y prosigue—. Tendrás que seguir algunas indicaciones.

Me da un ultimo vistazo esperando mi asentimiento, mantiene la misma postura por unos segundos, no me animo a mover ningún músculo, aún no se me ocurre que contestar. Pronto se aparta a su lugar detrás del volante, decide por fin respetar mi espacio personal, resoplo aliviado, creo que es todo lo que tenía por decir, aunque no me queda claro esa repentina preocupación por mi seguridad. Si es por la persecución del BMW polarizado, definitivamente está exagerando.

Jamás es imposible [2Wish]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora