Jamás es imposible [2Wish]

Prólogo

Mi boda con Yu era inevitable y también costosa, la amaba y eso me daba el valor para trabajar horas extras, ella se merecía una gran ceremonia, la que siempre soñó, aunque sus padres nunca estuvieron de acuerdo, la sola idea de casarnos les causó espanto, les costaba mucho tomar en cuenta la opinión de su hija, tomaban como escusa que éramos demasiado jóvenes para casarnos.

"Tenemos 23 años, no somos unos chiquillos de 18, además yo amo a su hija" recuerdo que le repetí furioso al padre de Yu, que como es obvio, no le hizo ninguna gracia y optó por no poner ni un centavo para la boda, es más, mi suegro y mi cuñado terminaron retándome, ellos dudaron de que yo pueda costear todo solo, no contaron con que Plan Rathavit puede ser muy testarudo y sobretodo, que bajo cualquier circunstancia, odia perder ante cualquier reto que le pongan en frente.

Es por esa testarudez mía que hasta ahora había enfrentado muy bien las cosas, pero para mi mala suerte los días pasaron muy rápido, los proveedores me estaban volviendo loco, la wedding planner que contraté no ayudaba a mi estabilidad emocional en absoluto, el estrés me carcomía poco a poco, la diseñadora del vestido era bastante famosa, por lo tanto también muy cara. Ya sólo faltaba pagar la mitad del dichoso vestido, que por cierto no había visto hasta ahora, debido a esa vieja costumbre que dice que es de mala suerte que la vea el novio antes de la boda.

-"P'Plan la joyería se contactó conmigo, ya mandaron los aros de matrimonio, el envío llegará mañana" -Leía otra vez el mensaje que tenía en Line, era Sammy, la experta en bodas, que de experta parece no tener nada.

-"Ok, iré mañana temprano a recogerlos" -Le mandé la respuesta resignado a que ella no lo hará por mí, como en todas las veces anteriores.

Era muy difícil el trabajo de novio, incluso aún más pesado que mis tareas de Chef de cuisine (jefe de cocina), felizmente trabajaba en mi propio restaurante del que era socio inversionista Wyt, mi mejor amigo de la infancia.

Como buen jefe de cocina me encargaba no sólo de supervisar a los empleados, sino creaba nuevos menús, también planificaba la compra de los ingredientes, delegaba los entrenamientos de los aprendices, supervisaba las áreas de preparación de alimentos para que se mantengan limpios y además también, estaba haciendo trabajo extra de gerente del restaurante, el trabajo que le correspondía hacer a Wyt, trato que hice con él para tener más utilidades en unos meses.

Wyt siempre tuvo bastante dinero, tenía todo lo que quisiera a su alcance, no me costó mucho aceptar la propuesta que me hizo, él no quería que abandone la sociedad culinaria que teníamos juntos, si para él no era inconveniente tener que bajar sus utilidades del pequeño negocio que teníamos, yo no me hacía problema, era lo mismo que trabajar horas extras en otros lugares, de Chef podía ser contratado incluso con menos de lo que estoy ganando. Además con todo el empeño que le ponía al trabajo, nuestro restaurante salió a flote en poco tiempo, se hizo bastante popular gracias a algunas invenciones mías y algunas novedades más que volvieron locos a los comensales y a los críticos de cocina, a tal punto de ganar prestigio y ser comparados con Nahm (considerado el mejor restaurante de Tailandia).

Me tomó 6 meses terminar de pagar a casi todos los proveedores de la boda, utilicé los ahorros de toda mi vida y aún así le debía dinero al banco, a mi hermana y a mi mamá también, pero como son familia ellas optaron en darme el dinero como regalo de bodas adelantado, mi papá ayudó comprando los boletos de la Luna de Miel, el lugar de destino era un misterio, lo de los aros de matrimonio lo costeó Wyt, él y su hermana gratamente eran los padrinos de mi boda, por ello era importante recoger los aros lo antes posible y verificar si las medidas eran las correctas, llegaban desde Estados Unidos y corrían el riesgo de perderse en el transcurso del envió y la entrega. Al parecer también eran bastante caras, Wyt nunca escatimaba gastos, a pesar de mis reprimendas.