Capítulo 2

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En el festival deportivo el ganador fue Katsuki Bakugou un inesperado transcurso de la historia.

El sensei les informa que tendrán unos días de descanso, ya terminada la clase cada alumno se va a descansar; los complicados sentimientos de Bakugou estaban a mil cualquier chiste o burla seria la muerte del estúpido que lo haga.

Mineta se topó con Bakugou, al chocar con su espalda dio: – No has bajado a un tu frustración sexual aun -, sigue su camino sin pensar en lo sucedido, solo desea llegar a su habitación para poder ver su nueva colección de Hentai.

Una mirada oscura recorre el pequeño cuerpo, lo sigue con sigilo y discreción algo poco común en él. Mineta al pasar por un corredor poco concurrido es bruscamente arrastrado por su camisa aun salón, es bruscamente arrojado al suelo, jadea por la falta de aire que se le fue arrebatada, no podía enfocar quien era su atacante.

Al recorrer la mirada por todo el salón con la poca luz que penetraba el salón pudo ver que era Bakugou, su mirada siniestra lo asusto. – Booookugouuu ... lo que te dije solo era un chiste ja...ja -. Mineta solo quería calmarlo y no salir muerto de la situación, su pánico le decía que huyera como un cobarde, que nada bueno podría salir si pasaba más tiempo hay.

-Cabeza de uva, te daré el gran honor dejarte follar por mí – lo agarra del cuello y lo estampa contra la pared, haciendo fuerza con su mano va cortando su respiración, - abre la boca bastardo, te voy a follar esa maldita boca -, Mineta al ser soltado intenta tomar todo el aire posible y tose, tiene tanto temor de mirar hacia arriba que baja la mirada, su mandíbula es agarrada unos dedos abren sus labios, el miedo lo paralizan, abre sus temblosos labios y mira como el pene Bakugou es sacado de sus pantalones, pasa saliva al ver el tamaño de este.

Los pequeños labios siente son tocados por el "pequeño bakugou", - si me muerdes te arrepentirás -, fueron las bruscas palabras que escucho, pasa saliva nerviosamente, saca su lengua y empieza con pequeñas laminas, recorriendo el largo del pene, lame el glande varias veces, empieza a escuchar suaves jadeos.

Pensamientos Mineta: - Tengo miedo... debería morderlo y después huir?, no, él solo me golpearía sin parar, lo mejor es solo tomarlo, se satisfacera por mi humillación rápidamente y me dejara en paz -.

Abre la boca y toma todo el glande, lo empieza a chupar su pequeña lengua hace círculos repetitivos en el bruscamente. Los jadeos de Bakugou son erráticos, – Mierda, no pienses en detenerte -, toma su cabeza y hace que tome todo su pene, pequeñas lagrimas van cayendo por el rosto del pequeño, por la rudeza de las embestidas a su boca, siente arcadas por la falta de aire, su mandíbula se entumece por el esfuerzo provocado.

Las embestidas son erráticas y constantes, no cree soportar la intromisión, puede sentir como su nariz llega a toca el abdomen de Bakugou, levanta la vista pidiendo suplica para que se detenga, sus ojos se abren al ver, como su verdugo se ve tan complacido, pasando su lengua por su boca tan depravadamente y mostrando una sonrisa que podría dejar a una mujer o hombre hipnotizados, pero para él era una sentencia, el pene se entierra a no poder más y descarga todo ,intenta tragar pero le es imposible, siente como se derrama por su boca y cuello.

Al sentirse saciado, saca su pene de la boca del cabeza de uva, ve como este se desploma en el piso, y tose todo su semen al piso, se agacha y toma la cabeza de este, para mirar su cara, sus ojos estas semi abiertos las lágrimas no dejan de parar, sus mejillas estan sonrojadas, sus labios rojos están abiertos, la combinación de saliva y semen va cayendo por su cuello.

Algo siniestro se va encendiendo, algo salvaje y peligrosos por esa escena, desea humillarlo y dejar que este se arrodille ante el perdiendo perdón, su pene se endure por las imágenes de lo que vendría pronto, le agarra la camisa y la abre, haciendo que los botones de esta salgan volando, - Quítate la ropa maldito -, Mineta solo tiene miedo de que este lo golpee con su quirk, sus temblorosas manos, van quitando su ropa sin dejar de mirarlo, al estar desnudo da unos pocos pasos hacia atrás, tocando la fría pared, intentando resguardar lo poco de dignidad que se tenía. 

¿Un milagro lo salvara? 

FrustraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora