15~¡hay niños!

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—karina vamos a llevar a la niña arriba para alistar-la, no tardamos.

Toma a la niña y me sigue al segundo piso.

—¿Vamos a tardar allá?

—Dos días por lo mucho, pero lleva mas ropa para la piscina por que con este calor.

—¿Puedes hacerte cargo de las cosas de la niña?

—Si.

Después de sacar maletas y ropa como si fuéramos a irnos para nunca volver ya estábamos bajando las escaleras, llevaba unas tres bolsas grandes en el hombro izquierdo y dos bolsas de mano en la misma y con la otra ayudaba a bajar a la niña que llevaba una pequeña mochila atrás.

Alberto llevaba mochilas enfrente y atrás, usaba unos shorts cafés y una playera blanca que lo hacían ver aun mas guapo de lo que ya era, en cada mano llevaba bolsas con zapatos y demás.

—¿se van a mudar o van a volver a escapar?.

—pues suena tentadora la oferta, deja lo pienso pero ahora deja elijo un lugar más lejos.

—iremos a la casa de mi madre, hoy es el cumpleaños de lisa.

—ha felicidades lisa.

—gracias, jess en mi habitación deje un ramo de rosas podrías ponerlas en agua y colocarlas en el comedor.

—si lisa.

Preparo la mesa para desayunar antes de irnos.

Jess baja con las rosas y las pone donde indiqué, karina esta sentada frente a la mesa las observa y dibuja una sonrisa triste y no deja de verlas.

Cristine se acerca a ella cuidadosamente, karina vuelve su mirada a mi hija con los ojos brillantes por las lágrimas.

—ven mi pequeña—la abraza y la pone entre sus rodillas para abrazarla mejor—Cristine—susurra.

Me duele este momento, mi hija quiere pasar más tiempo con su tía que conmigo, al verla feliz siento que Cristine siente cierta conexión con karina y me dan muchos celos, quiero decirle a mi hija que no debe querer a su tía, pero, ya le he hecho mucho daño, a las dos.

—¿Comemos?

Alberto asiente y sabe que lo hice para interrumpir a karina y que se alejara de la niña, la alza y se la lleva a lavarse las manos.

Regresan y nos sentamos a desayunar felices los cuatro.

—quisiera acompañar a Cristine hasta la casa de su abuela.

—no se va a perder, ni tampoco le va a pasar nada, va con sus padres.—respondo.

—lisa— dice serio— creo que puedes acompañarnos pero solo por unos minutos, es el cumpleaños de mi mujer y no quisiera incomodarla.

—wow a ella si que la amas, no quieres que se moleste por nada y ¿en cambio a mi?.

—No por nada es ahora mi esposa,  llevo con ella los años de casados y criamos a nuestra hija juntos.

—yo tendría que estar viviendo esto.

—karina por favor, ya habíamos hablado eso. Y la niña esta presente. —le digo mientras me mantiene una fuerte mirada con los ojos llenos de lágrimas.

Nos dispusimos a terminar y después emprender el viaje.

Faltaban aproximadamente 5 minutos para llegar cuando Cristine se puso inquieta.

—¿mama puedo ir contigo?

—no mi vida, ya vamos a llegar.

—pero yo quiero ir

El amor de su vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora