Capítulo 12 - Conexión

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Cuando llegamos al mercado, Jazmín hizo ver como si no hubiera pasado nada, pero yo lo noté, hemos estado a punto de besarnos. Se me hace muy raro pensar que realmente me siento atraída por ella, es una mujer, pero es que es así. Nadie me ha tratado nunca como Jazmín ni siquiera Dani, pero es que ya no es por cómo me trata, es hermosa y esos ojos me tienen loca.

- Flor – escucho que me llama. - ¿Dónde estás?

- Aquí – le digo

- ¿estás bien? – pregunta.

- Si ¿Por qué?

- Estas como distraída. – afirma. – mira, prueba esto. – me dice dándome una pieza de fruta. – qué te parece para hacer mermelada para el desayuno.

- Mmmmm que rico – me miro la fruta – y ponerla entera para desayunar también podría ser.

- Si también. - me mira de medio lado.

- ¿Qué?

- Nada, eres muy tierna – dice de una. – te puedo decir algo.

- Claro, dime. – digo sin dudar.

- Con Dani, ¿Por qué no hablas? Cuéntale lo que te molestó, si no quieres no le cuentes lo que te pasó pero creo que tienes que hablar. Se merece una explicación. –

- ¿Por qué te importa tanto Jazmín? – pregunto.

- No quiero que estés mal, estar mal con Dani te hace mal, y no quiero. – me dice finalmente.

- No quiero hablar de Dani, Jaz, ¿podemos disfrutar las dos solas de esta tarde sin meter a nadie por medio? – pregunto, no quiero que Dani este en medio de las dos, quiero conocer a Jazmín y espero que nada se interponga para poder hacerlo.

- Claro. Disfrutemos y hagamos la compra.

El resto de la tarde paso demasiado rápido, Jazmín estaba suelta y no paraba de bromear, es graciosa y muy atenta. Disfrute de la tarde como hacía tiempo que no me pasaba. Sin darnos cuenta se había hecho tardísimo, teníamos que ir al hotel y Jazmín tenía aun toda la cena por preparar.

- Madre mia Flor, Javo me va a matar – decía preocupada.

- Estabas con la jefa, no te puede decir nada – me reía.

- ¿Cómo qué no? Ya verás. – empezaba agobiarse cuando veía que no avanzábamos.

- No te hagas Jazmín, yo te protejo – dije mientras enseñaba mis músculos inexistentes provocando así su risa. – así estas mucho mejor. – dije acariciándole la cara.

- Es que eres una payasa.

- Lo que sea – pero preferí callarme – te echaré una mano en la cocina, eso sí me tendrás que enseñar porque soy un poco pato. – levantaba los brazos.

- No Flor, como me vas a ayudar – dice exaltada – eres la jefa.

- No llevo anillos Jazmín, ¿ves? – le enseñaba mis manos y ella volvió a reír. - ¿desayunamos mañana juntas? – dije sin pensar y ella me miro sorprendida.

- Claro, porque no, yo te lo prepararé. – le indiqué que entrara en el parking del hotel. - ¿Seguro? – señalaba el parking.

- Si mi plaza esta libre. Pero en el hotel no.

La Fugitiva "Flozmin"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora