No me olvides

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Después de mi primera salida con Mirella, todos los sábados nos íbamos, me encantaba y significaba que sí podía entregarle el papel que había hecho.
Era emocionante verla caminar con su sonrisa, y sus ojos que no paraba de contemplar.

-Lunes-

4:00

*Tocan la puerta*

-Pase-dije
-Hijo...
-¿Qué pasa mamá?
-¿Cómo vas en la academia?

*Tenía algo entre las manos*
-Bien! Pero falta algunas cosas.
-Esta bien, porque te inscribimos para que postules

*Me entrega el papel*
-Qué?!
-Ya lo decidimos con tu padre.
-Pero no! Me falta aún
-Pero puedes intentar.
*Estaba alterado, cada vez alzando más la voz*
-No!!! Terminando el examen, me retiro de la academia! ME RETIRO!
-Ya esta bien, pero te dejo tu pase.

*Sale de mi cuarto*
Agarré el papel y era cierto. Ya estaba inscrito.
Decidí ponerlo en mi cajón seguro, lo abrí y vi el corazón que había hecho semanas atrás...

-¿Qué?...¿qué hice?

Toda la noche me puse a pensar en Témpora y lo que había cometido.

-Lo haré, ese último día pase lo que pase, le diré, nada me detendrá, si dice que no... me encantó tenerla como amiga...

(...)

-Sábado-

Llegué a la academia sin ganas, pero con la consigna de decirle lo que sentía, llevé el dibujo y con un poco de motivación.

*Salida de la academia*

-Hola fernando!
-Hola MMirella

La ví tan bonita como siempre, con su short negro, su polo blanco y la casaca floreada de siempre.
Su sonrisa cada vez que salia me encantaba y no podía esperar más.

-Qué tal?
-Bien! Vamonos?
-Sí, claro.

Pasó otro sábado pero esta vez era diferente.
No le prestaba atención, solo la miraba, y qué tendría que decir en el momento que llegara.

-¿Pasa algo?- me dijo.
-Eh? No nada.
-Parece que estuvieras desubicado... ¿te incomodo?
-No para nada, me agrada estar contigo.
Cada palabra que se refería a ella me partía el alma, claro que me agradaba su prescencia y quería estar con ella...solo con ella...

Llegamos al mercado y empezamos a subir.
Cada segundo era eterno y decidí tomar el tema que me intrigaba.

-Y dime Mirella... ¿tú tienes novio?
-Tenía...
-Que aspecto tienes sobre el amor?
-Una tontería, no creo en eso.
-¿...? Pero... cambiarías de opinión?
-Puede ser, en mucho tiempo.

*Se detuvo, ya estábamos en la recta de su casa*

-Fernando ya me voy, nos vemos...
-Espera!
-¿Qué pasa?

La miré a los ojos, me acerqué un poco y le dije...

-Soy tu amigo...¿verdad?
-Sí -me dijo sonriendo.
-Algún día, cuando terminemos la academia...¿me olvidarás?
-Ya quisieras que no jajajaja
-Jajajaja- dije con una sonrisa falsa.
-Bueno ya me voy, chau Fer

Volteó y se puso a correr, le quise tomar la mano, pero fue más rápida.

Al ver que se iba una lágrima cayó y fue cuando reaccione ...

-¡El papel!-saqué el dibujo de mi bolsillo y se lo quise entregar.
-Mir...! Mi...!

Mi garganta estaba hecho un nudo, no podía hablar, quise correr, pero mis piernas tampoco respondían.

-No te vayas... aún no lo sabes- decía en mi mente.

Miraba como se iba, como se alejaba de mi ser, sin yo poder hacer nada para detenerla.

-Témpora, tú me gustas...

Dejé caer el papel al suelo y todas mis emociones desaparecieron, sería la última vez que la vería y ni una foto nos pudimos tomar.

-Mirella...Témpora...perdón...

Recogí el dibujo, lo miré, las ganas que había puesto sobre él y no pude dárselo, me puse a recordarla y una lágrima cayó, llegando encima de aquel papel.

-Prometo que no te olvidaré, no lo haré...

Me dirigí al vacío... solo guardé esa sonrisa que me dio hace segundos... una tierna y dulce sonrisa...que no volvería a ver...

El amor nace de a pocos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora