Alemania.

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(Nota de la Autora; En este capitulo se trataran temas de suicidio y traumas de diversas índoles, se recomienda discreción.)


La luna parecía a su alcance mientras caminaba por la cornisa de aquel hotel sintiendo como sus problemas se iban disipando entre las fuertes ráfagas de viento que ahora golpeaban todo su cuerpo.
Las lagrimas comenzaban a bajar por sus mejillas a la vez que este aflojaba la corbata color sangre que siempre llevaba consigo, se sentó justo al borde de aquel alto edificio sacando una cajetilla de cigarros de la bolsa de su pantalón encendiendo uno de estos mirando como las estrellas le observaban, de niño, siempre pensó que al morir su padre y abuelo le estarían cuidando desde el cielo, velando por su bienestar y felicidad...

Grande fue su sorpresa cuando se entero de los monstruos que fueron estos en sus épocas dejando le como ultima esperanza que estos por lo menos le guardaran un pequeño rincón junto a ellos en el infierno. Miraba con ojos cansados y rojos la noche y como esta empezaba a cubrir aquella hermosa ciudad suya dejando ver por ultima vez aquello que iba a perderse con su partida.
El sabia que era cobarde de su parte lo que pensaba en hacer, miraba sus muñecas viendo los rastros de intentos pasados cubrir desde su muñeca ante su antebrazo llenando estos de una oda a el odio que se tenia así mismo, el pasado de su familia había marcado por completo su futuro, dejándolo bajo la temerosa mirada de todo el mundo, que, desde sus países esperaban a que este cometiera los mismos errores que sus antecesores habían hecho.

Con el tiempo esa preocupación se volvió una enfermedad para el, podía escuchar como todos hablaban detrás de el, como aquellos que habían buscado con tanta necesidad la cabeza de su padre ahora estaban tras de el, listos con el arma cargada para disparar ante cualquier desliz suyo y en ocasiones pudo escuchar como inclusive su reflejo conspiraba en su contra. Su mente se había consumido entre persecuciones imaginarias y estándares de perfección que nunca logro alcanzar, pero eso, eso estaba por terminar.

Con lentitud se puso de pie apagando lo que quedaba del cigarro en la palma de su mano, ya ni siquiera el calor ardiente logro hacerlo inmutarse, ya no sentía nada. Se paro erguido viendo por una ultima vez sus tierras listo a saltar.

-Lindo paisaje, ¿verdad?-. 

Se giro veloz mente viendo de donde venia aquella voz tan conocida y desconocida a la vez para el.

-¿México?..-. Pregunto totalmente sorprendido por la presencia del latino en su territorio, pero este se veía tan diferente.

Portaba un traje de charro negro adornado con listones de oro, en su sombrero y hombros unas hermosas flores de cempasuchitl se enredaban abrazando la vestimenta de este, sus ojos, antes blancos y brillosos ahora eran negros y con una única luz similar a la de una vela bailando ante el viento, este en su espalda en vez de su guitarra cargaba una oz que al igual que su ropa estaba cubierta de aquellas hermosas flores que caían pétalo por pétalo haciendo un camino.

-Cuando mi señora me dijo lo que estabas por hacer, no quise creerlo...-. Dijo caminando hacia el país que seguía petrificado ante la aparición de el contrario quedando justo a su lado. -No pensé que fueras de aquellos de los que te rajas a la primera oportunidad compadre -. Le finalizo sonriendo le levantando un poco su sombrero.

-¿En serio eres tu México?-. Pregunto aun bastante extrañado llevando su mano hasta el rostro del latino, al tocarlo, sintió un frió recorrer su mano hasta su espalda.

Todos x México ALV !!!Where stories live. Discover now