LA CURIOSIDAD MATÓ AL GATO .III.

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      Corrieron días sin verlo ni responder sus llamadas, creo que algo lo había dejado pegado, por sus mensajes sonaban algo desesperados..

  Ya de cansancio creo y por qué mis hormonas pedían acción conteste a sus llamadas y acordamos vernos.
  
  Fin de semana escusas jamás faltaban para salir así que parti rumbo a su casa con ánimos de tener sexo sin culpa una vez mas. Para mí sorpresa al llegar a su casa estaba en la puerta esperando por mi, sonreír me saludo y pidió que pasará.
    Entre solo saludando con la mano cosa que lo descolocó un poco...

- hola corazón- dijo algo meloso....-

- hola - dije seca..

- ¿que pasa contigo? ¿por qué no me respondes las llamas ni mensajes? ¿Hice algo mal?- pregunto confundido....-

- no pasa nada así soy yo - dije echándome a reír como si fuera normal aparecer y desaparecer de la nada.....-

Me besó para acallar mis risas y volver a sentir mi piel, lo que obvio nos llevó a la cama.
   Entre besos y caricias, bajo a mi monte de Venus saboreando de mi casa lugar recóndito en mi intimidad, me hacía vibrar denuevo este madurito con gracia, gozaba de su boca y su lengua jugando en mi clítor*s, podía sentir sus manos apretando mis caderas para no dejarme escapar. Jamás escaparía de tal placer si en nada ya estaba sobre mi encimando su cuerpo al mío y penetrando una y otra vez, sintiendo la bestia que había en el que gozaba de mi y mis locuras, sentía su cuerpo vibrar y sentirme suya.   Cual tonto podía creer que este cuerpo tendría dueño, iluso al pensar que por ser niña yo me enbobaria o ilusuonaria con el, eso jamás sería así yo tenía claro que quería y que no.

  Terminamos en un rico orgasmo mutuo que humedecio todo dejando en evidencia que la jornada había Sido provechosa.  Con mi capricho cumplido me vestí y me marché sin más explicaciones, lo que a él descolocó aún más y ya no supo como controlar las tonterías que lograba con él.

       Cómo de costumbre, pasaron días sin responder a lo que el se veía nervioso, ansioso y veía el control en mis manos así que me aproveche de cada momento que pude, lo usé cuanto quise y lo deseche una y otra vez .
  Cómo había caído aturdido a los pies de esta cabra chica un hombre viejo con experiencia y mañas, pobre idiota iluso que creyó que mis caprichos serían un amorio ...

Así pasaron meses y meses en los que de un día a otro ya no respondí nunca más y busque mi nueva presa, si algo me había dejado este pobre tonto era las mañas que había aprendido y la experiencia que había adquirido con el, y aquí me veía lista otra vez para partir y dejar mi cabeza y mis hormonas actuar con maldad y sin escrúpulos.....

Relatos Entre Sábanas HúmedasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora