Relatos Entre Sábanas Húmedas

PUERTAS DE PAR EN PAR .III.

Aquí iba denuevo derechito al fracaso...

Pasaron las semanas y el verla he ir a su casa se volvieron mi mal hábito, ya no podía dejar de hacerlo, y ella lo sabía tenía muy claro que yo estaba en sus manos.
Cómo era posible que yo la caprichosa, la terca y dominante estubiera ahí como un gatito en sus manos, tenía claro que no estaba bien y tenía que buscar la forma de que esto parará para no salir herida.

Un día como muchos en que me iba a su casa y teníamos un sexo majestuoso en el que yo cada vez agarraba más vuelo y más experiencia, llegamos a su casa y en el sofá había un hombre sentado al cual jamás había visto. Por mi cabeza pasaron mil cosas hasta que quizás esta loca querría experimentar algo nuevo y aún que no me agradó la idea seguía desconsertada imaginando quién era este tipo y que hacía ahí.

- hola señorita- me saludo cordial el sujeto a lo que respondí con un gesto algo flojo y un hola frio y cortante..

-. Así que tu eres la alumna de Tatiana! Algo me ha comentado de ti, se llevan bien veo te ha tomado Cariño mi mujer- dijo muy afable cosa que me dejó casi boquiabierta.
Que mierda acababa de escuchar, había dicho su mujer, no entendía nada, si yo iba a esa casa a hacerle el amor está mujer casi día por medio en que momento había sacado marido está tipa,. Haaj me sentía engañada, como no había hablado de ese pequeño detalle, está mujer era casada y yo era su gustito mientras el marido estaba de viaje....

Mierda!!! Mierda!!! Sentía una rabia en mi interior que no podía expresar y está loca no salía nunca para aclararme lo que estaba pasando. El me miraba algo extraño, creo que la culpa y el enojo se me notaban más de lo que debían.

Ahí salió ella con el pelo húmedo arreglada y con una sonrrisa descarada que me dejaban fria.
Vamos me dijo señalando la salida encaminandose donde el tipo al que le dió un beso y le dijo vuelvo luego mi amor ...
Que oían mis oídos, no me cabía en la cabeza tal descaro, y mi disgusto salía hasta por mis poros. Ya en el auto intentando no morder mi lengua para hablar, pregunté el por qué había ocultado tan valiosa información, a lo que respondió hipocrita - para que si solo tendríamos sexo, no necesitas saber más de lo necesario--.

Me quedé en silencio casi todo el camino pasando el trago amargo aguantando las ganas de decirle par de cosas, pero mi cabeza y mi malicia me salvaron de el ridículo, así que al detenerse solo le dije "hasta acá llegamos ya me serviste, fue rico pero ya tengo presa nueva ya no me sirves".
Su ego dolió demasiado por qué no guardo la compostura y furiosa me grito que bajara de el auto y que no quería saber más de mi. Sonriendo sarcastica baje y hice un gesto de desdén para dejarle claro quién dejaba a quien, y aún que sabia que me había dado los orgasmos de mi vida tenía la confianza en que volvería a encontrar alguien más que me los pudiera dar....

Y aquí iba denuevo de casería buscando una nueva presa para alimentar mi ego y mi caprichoso lívido.....