DÉBIL Y CALIDA .III.

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       Pasados meses, bellos meses disfrutando de su grata compañía y formando lazos a los que tanto temía llegó el día, el anhelado día....

          Tarde de noviembre y nos juntamos como siempre por ahí y caminamos hasta una avenida con prado donde nos pusimos cómodos y disfrutamos el uno de el otro.

       Entre charla y besos dulces nos cayó la noche y está vez en lugar de volver a casa nos fuimos a una pequeña hostal, tranquila silenciosa y cómoda donde nos dispusimos a pasar la noche..

        Ya en el lugar nos pusimos cómodos hablamos de cosas buenas cosas lindas y un futuro, no sé en qué momento había llegado hasta ahí yo que siempre fui una perra sin sentimientos me volvía blanda débil y cálida...
    Irrumpio en mi autosabotaje y tormento diciendo HEY!! en tanto se acercaba a besar mi frente.

De verdad esto parecía un sueño, lo tenía ahí frente a mi queriéndome y calmando mis tormentos, pero sabía que algo saldría mal por eso solo me deje querer y esperé lo peor, pero el con sus caricias y besos me hizo olvidar todo en ese momento....

Me tomo en sus caderas y nos encaminó a la cama, cayendo sobre mi riendo y mirándome fijo, mordió mis labios y pude ver en esos ojos que me enamora am la malicia, sería suya ese día y esta vez nada nos detendría.
       Recorrió mi cuello y mis hombros,  quito su polera y la mía dejándome en bra disfrutando de mi beso mis prominentes pechos que asomaban fuera de el sujetador, y con sus manos tomaba las mías por sobre mi cabeza.
     Lo sentía agitado, exitado, deseoso de mí y yo vibraba al son de sus suspiros, en par de minutos ya estábamos desnudos y podía besar y sentir todo su cuerpo el que saborie sin culpa..
      Estar sobre el y sentir sus manos en mis caderas fue sublime..  creo que más que placer carnal lo que pasaba por mi mente y mi cuerpo conectaba algo con mi alma, sentía que tocaba y penetraba más que mi cuerpo..
    Estaba perdida en el y por el tanto así que cuando se posó sobre mi espalda y susurraba en mi oído que era suya, me lo creí..

   Al vaiven de nuestros cuerpos sentía como algo cálido me volvía debil, vulnerable y fácil de lastimar creo que pase de el placer y éxtasis al miedo absoluto.. estaba en sus manos y cuando lo sentí estallar y sus brazos grandes protectores me rodearon solo pude doblegar..

      Estaba algo aturdida en sensaciones, no había sido solo sexo carnal, no había sido una faena fría y cruel como todas, estos simplemente era diferente en todo aspecto...

Relatos Entre Sábanas HúmedasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora