Capítulo 3

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No sabemos lo que queremos y aun así somos responsables de lo que somos – eso es un hecho. 
                                             —Sartre
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                                              —Sartre━━━━━━━━━━━━━━━━

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Halime, Yusuf, Kardelen y dos criadas más caminaban junto a la joven directo a los aposentos del príncipe, sabían que Ayşe estaba ahí y no tenían idea de si el la iba aceptar o no.

—El şehzade está con su harén —dijo el Agha de la puerta

—La valide sultán, la madre del sultán y abuela del şehzade me ha enviado, así que, si no quieren que ella los mande a matar tienen que entrar ahí y decirle al príncipe que su regalo está aquí, ha y sacan a Ayşe —Yusuf y Kardelen abrieron la boca con asombro, la joven tenía talento, la haría llegar lejos.

Ambos aghas se vieron entre si y uno de ellos entró a avisarle al príncipe, Halime miró a Yusuf y a Kardelen con una sonrisa para luego de minutos ver salir al agha junto a Ayşe la cuál la miró con odio.

—Pase—dijo el agha y Halime sonrió viendo como Ayşe se iba echándole maldiciones.

Hizo reverencia y luego se hinco, el şehzade la miró y sonrió para luego ordenarle que se pusiera de pié y besarla.

Hizo reverencia y luego se hinco, el şehzade la miró y sonrió para luego ordenarle que se pusiera de pié y besarla

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—Eres un regaló para mis ojos, ¿cómo te llamas?

—Halime su alteza—el sonrió al escuchar su dulce voz, la llevo hasta la cama y la hizo sentarse para luego besarla, paso sus manos por sus hombros y luego quitó su vestido para luego ambos dejarse llevar.

Al siguiente día la joven se despertó muy felíz, el príncipe dormía plácidamente a su lado, cómo le habían indicado se levanto de inmediato y comenzó a vestirse para irse pero una mano le indicó que no se moviera.

—No te he dicho que te vayas—le sonrió el şehzade

—Oh, creí que ya me tenía que ir, las reglas—le recordó

—Cierto, regresa al harén te veo luego—le sonrió y ella asintió saliendo de ahí, a su salida la kalfa la esperaba muy sonriente.

—¿Lo hiciste?

—Si, ahora a esperar —la miró

—Bien, tienes unos aposentos nuevos, y estarás sola, ya que las demás tienen acompañantes.

—¿Cuantas son?

—No quieres saber —negó jalando de ella.






Halime miraba sus nuevas ropas y nuevas joyas, la hatun que la ayudaba estaba muy callada y pensativa.

—¿Tienes algo que decir?—murmuró viéndo su mano.

—Te quiero pedir algo—dijo la joven rubia

—Habla

—Quita a Ayşe y a Mihrimah del camino—la miró—esas dos víboras me arrebataron mi lugar.

—¿Cómo así?—le prestó atención

—Iba a ir con el şehzade en dos ocasiones y ambas me arrebataron el lugar, me humillaron de la peor forma—suspiró—tienes más belleza que ellas y se nota que no estás aquí por amor si no por una orden.

—Lo estoy—la miró y la invitó a sentarse con ella—yo quitó a ambas del camino si tu me eres fiel y consigues unas plantas para hacerme más fértil —dijo pasandole uno de sus vestidos.

—Perfecto, si me disculpas iré por las plantas y tu encargate de que el te pida—se puso de pié y salió de ahí.




















—Perfecto, si me disculpas iré por las plantas y tu encargate de que el te pida—se puso de pié y salió de ahí

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Espero les guste y comenten por favor.

Hᴀʟɪᴍᴇ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora